El martes a la noche, con el cuerpo de Matías en la vereda, Florencia, la novia, desesperada, llamó a Carina, que se encontraba en su casa en Neuquén. "Yo recibí el
llamado, Flor me explicó todo y le pedí que se alejara un poco y sacara una foto de mi hijo abandonado en una camilla en la vereda". La señal se va perdiendo, la conversación se interrumpe y Carina alcanza a decir que se está yendo a ver a su hijo. "Disculpame, pero necesito verlo".