“Después de mucho reclamar a una de las prepagas más grandes del país, pusimos un copago, que desde ya no debíamos cobrar, para forzar la negociación. Así, cuando se fueran a
quejar los pacientes, nos iban a llamar y decirnos 'che, están incrementando lo que paga el afiliado', y capaz algo se movía”. Con estas palabras, una psiquiatra que atiende por fuera del radio metropolitano explicó la lógica por la que muchos profesionales de la salud están cobrando copagos a sus pacientes: la silenciosa protesta de los médicos.