Por qué las nuevas drogas para adelgazar no funcionan "para siempre"

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Czaplewski, de 49 años, perdió unos 15 kilos, pero la primera vez que aumentó la dosis sintió dolores punzantes, tan intensos que volvió a la clínica de adelgazamiento donde recibía las

inyecciones asustado por la posibilidad de sufrir una pancreatitis. El tratamiento le cuesta 600 dólares por mes, que paga de su bolsillo, pero ya no le apetecen alimentos como el flan.