Fue un día interminable y agotador en la agobiante Oruro, a 3700 metros sobre el nivel del mar. "Otro día más igual al anterior y al anterior. Pasó una semana pero
con la intensidad de meses. Todavía no caigo en lo que pasó... Lo sigo esperando. Me dijo: 'Ya vengo, voy a comprar una gaseosa, esperame'. Sí, mi amor, te estoy esperando, por favor volvé", suplica Florencia Morales Papeix, la novia de Walter Matías Rosales, el argentino asesinado de una puñalada hace una semana en esta ciudad boliviana.