Así se desprendió y cayó hacia a la mano contraria, donde los autos se dirigían hacia la Ciudad de Buenos Aires. Se estima que la estructura pesa unas cuatro toneladas que
se desplomaron sobre otro Toyota Corolla en el que viajaban Sol Quirno, de 44 años, y sus hijos Camila, de 10 años, y Nicolás, de 12. Madre e hija murieron en el acto y el chico se salvó de milagro.