“Chicos que ya son mayores y siguen en búsqueda”, reza una de las solapas de la página de Missing Children Argentina. Entre tantas caras de niños, está la de Marina Fernanda
Aragunde, que tendría 33 años, pero que desapareció con solo 4 en 1995. Su caso es el más antiguo de la organización y estuvo cargado de pistas, pero todas falsas. Desde la aparición de un cráneo que llevaba un vestido propio, pero no con el que desapareció, hasta una mujer que se hizo pasar por ella durante dos años.