"El mundo tiene que saber lo que pasó... Y lo que pasó no fue una guerra..., fue sadismo, masoquismo y mutilación de personas, además de chicas violadas y desmembradas. Después de
ese día, es muy difícil seguir adelante, salir de casa... El terror de muerte que sentí, el saber que se termina todo en un instante es una sensación mucho peor que el miedo, es asfixia total", grafica Victoria Heller, una sobreviviente argentina.