El padre de Britney Spears cobra ocho veces más que lo que le da a ella

que ha controlado su vida desde 2008. Pero ¿cuáles son los términos de ese acuerdo judicial que la tiene tan angustiada?

La curaduría se decretó cuando la cantante Britney Spears, perseguida por los paparazzi y la vigilancia de la prensa mientras se estrenaba como madre, sufrió una crisis de salud mental que se hizo notoriamente pública en 2008.

En la corte, Spears dijo que la obligaron a seguir usando un dispositivo intrauterino como método anticonceptivo y a tomar otros medicamentos, que le han impedido casarse o tener más hijos y que no le han permitido usar su propio dinero. Además, repudió a su padre y las demás personas que la controlan.

Cómo es la tutela

La cantante de 39 años está desde hace trece años bajo una tutela forzada en manos de su padre, Jamie Spears, un fideicomiso y una manager personal, Jodi Montgomery. En febrero de 2008, un juez de California le dio al padre de la cantante, a petición de él, el control de las finanzas de su hija y de su vida personal.

Esto ocurrió después de que la estrella del pop entrara dos veces en un hospital para que le realizaran pruebas psiquiátricas y por abuso de drogas. Desde entonces, la relación entre la artista y su progenitor, de 68 años, es muy problemática.

A partir de 2014, Britney lucha por sacarle la custodia a su padre, que suma dos divorcios y él mismo tuvo problemas con el alcohol, además de acusaciones de maltrato.

En agosto de 2019 fue el propio Jamie quien adujo problemas de salud para retirarse de los asuntos personales de la tutela de su hija, pero sigue controlando el dinero y las propiedades. La fortuna supera los 60 millones de dólares. El acuerdo permite al padre percibir 16 mil dólares mensuales como sueldo mientras limita el gasto de su hija a dos mil dólares.

Ni puede elegir abogado

Por la curaduría, hay muchas cosas fuera del control de Britney. Por ejemplo, su abogado. Su defensor, Samuel Ingham, fue nombrado por el tribunal. Y el hombre no presentó la solicitud para finalizar la custodia, a pesar de los reclamos de Spears.

“Desarrollé una relación especial con Sam. Hablo con él tres veces por semana ahora, pero no tuve la oportunidad de elegir a mi propio abogado. Y me gustaría hacerlo”, dijo Spears el miércoles pasado. Los expertos piensan que esta es una de las primeras concesiones que la jueza podría hacer en favor de la cantante.

El caso Spears suscitó un enorme interés público, y hay quienes especulan con que el progreso judicial de su situación se debe en parte a Framing Britney Spears, el documental que produjo The New York Times.

Ahí se pueden ver testimonios de gente cercana a la artista que ponían en duda la eficiencia de la tutela para una mujer de 39 años que ya ha mostrado estabilidad en su vida personal y laboral.

El mediometraje generó un movimiento social llamado #FreeBritney (Liberen a Britney), integrado por fanáticos de la estrella, que lleva cinco años sin sacar un disco nuevo. El último fue Glory, en 2016.

WD

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