La historia sigue a dos hermanos, Pedro (Ezequiel Rodríguez) y Jimi (Demián Salomón), que viven en una zona rural. Primero, se encuentran con un cadáver mutilado de un hombre, partido en
dos. Luego descubren que en un rancho cercano al lugar -igual, todos se conocen en el pueblo rural- hay un “embichado”. Postrado en una cama, es como Brendan Fraser en La ballena, pero peor. A su obesidad se le agregan deformidades, todo aparentemente producto de una posesión demoníaca.