Macron reclama una mayor “soberanía francesa y europea” para cubrir necesidades básicas

Internacionales - RDN
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Ahora son las máscaras y los respiradores que se requieren con urgencia para afrontar la crisis del coronavirus y de los que carecen amargamente los más afectados por la epidemia,

tanto en Italia o España como en Francia. Pero una vez superado este momento, hay que ir más allá. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha reclamado este martes una mayor “soberanía francesa y europea” para que el país y el continente no se vuelvan a ver abocados a depender de terceros para garantizar sus necesidades más básicas.

“Nuestra prioridad es producir más en Francia y en Europa. Esta crisis nos enseña que se impone una soberanía europea sobre ciertos bienes, productos y materiales”, ha declarado Macron tras visitar, este martes, una fábrica de máscaras en Saint-Barthélemy-d’Anjou, en las afueras de Angers, a 300 kilómetros al sureste de París. Hay que “contratar, impulsar nuestra capacidad de producción. Debemos reconstruir nuestra soberanía nacional y europea. Ya hemos empezado aprobando reformas que nos permiten ser más competitivos. Pero nos hace falta recuperar la fuerza moral y la voluntad para producir más en Francia y recobrar esa independencia. Es lo que estamos empezando a hacer con fuerza y valor para los productos de primera necesidad de esta crisis y lo que seguiremos haciendo después. Soberanía y solidaridad”, ha insistido el mandatario.

No es la primera vez desde que estallara la crisis que el Gobierno de Macron hace hincapié en la cuestión de la soberanía y de la solidaridad en el ámbito europeo.

“Habrá un antes y un después del coronavirus sobre la organización de la economía mundial”, advirtió a comienzos de marzo el ministro de Economía, Bruno Le Maire, cuando lo que más preocupaba aún en la población era el impacto económico de la pandemia. El coronavirus y su expansión demuestran la importancia de “reflexionar sobre una mejor organización de la cadena de valores, sobre una relocalización de ciertas actividades estratégicas, en particular en materia de salud”, agregó Le Maire. Tres días más tarde, el propio Macron retomaba la idea en su primer discurso a la nación en respuesta a la crisis del coronavirus, el 12 de marzo.

“Lo que revela esta pandemia”, dijo aquella noche Macron, “es que hay bienes y servicios que deben estar más allá de las leyes del mercado (…) Debemos retomar el control, construir más de lo que lo hacemos una Francia, una Europa soberana, una Francia y una Europa que mantienen firmemente su destino en sus manos”, proclamó.

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Dos semanas y media más tarde, y en el mismo día en que Francia empieza su tercera semana de confinamiento nacional, Macron ha querido dar ejemplos concretos y ha manifestado su deseo de que Francia logre “independencia plena” en materia de mascarillas antes de que acabe el año. Según las autoridades francesas, solo el personal de hospitales y residencias de ancianos necesita cada semana 40 millones de máscaras para afrontar la epidemia de coronavirus, cuando el país solo produce semanalmente ocho millones y le quedan, en stock, 89 millones. El Gobierno anunció este fin de semana la compra a China de mil millones de mascarillas y también su intención de ir aumentando la producción nacional hasta los 40 millones semanales en las próximas semanas.

También ha anunciado la creación de un consorcio de cuatro grandes grupos industriales franceses para fabricar, “de aquí a mediados de mayo”, 10.000 respiradores para atender la creciente demanda de los hospitales para atender a los pacientes más graves de coronavirus. Se trata de Air Liquide, el único constructor galo de este tipo de aparatos, que se ha unido con el especialista de equipamientos eléctricos Schneider Electric, el proveedor automovilístico Valeo y el consorcio del automóvil francés PSA. Para cubrir los pedidos del Estado en “medicamentos, respiradores y mascarillas”, Macron ha anunciado una dotación “específica” de 4.000 millones de euros.