Protestas en EE.UU.: Quién es el estadounidense que organiza los cacerolazos en Washignton

Internacionales - RDN
Lectura

A las 7 de la noche en punto, un sonido poco habitual en Estados Unidos comienza a surgir de los balcones de Washington en señal de protesta contra la

violencia policial y en apoyo a los manifestantes: los cacerolazos. Lo raro es que sea un estadounidense el que esté detrás de la organización de esta movida tan latinoamericana.

Ya se habían escuchado algunos cacerolazos en enero, durante el juicio político contraDonald Trump en las puertas del Capitolio, cuando un grupo de manifestantes mostraron el repudio al presidente de esa manera. Pero ahora se extendió la modalidad en solidaridad con la comunidad afroamericana y en repudio al racismo y la brutalidad policial tras el asesinato de George Floyd el 25 de mayo en Minneapolis por parte de un agente blanco que le presionó por 9 minutos el cuello con la rodilla.

Al que se le ocurrió organizar este cacerolazo es a Peter Krupa, un estadounidense de 39 años, nacido en Illinois, con un pasado en Latinoamérica: 5 años en Costa Rica y 3 en Chile. Hoy vive con su mujer, venezolana, en Washington​ DC, y dice que se inspiró en los casos de Chile y de Venezuela.

Peter Krupa y su hijo Oliver. / Gentileza

Peter Krupa y su hijo Oliver. / Gentileza

BANER MTV 1

Cuenta a Clarín: “Yo viví contextos de protesta y conflicto y había pensado esto hace tiempo. Pero había que tener un contexto muy específico para llevarlo adelante porque todo el mundo tiene que estar de acuerdo. Por ejemplo, en Chile yo viví los cacerolazos que significaban estar de acuerdo con los estudiantes. O en el caso venezolano que se hacían cuando el presidente Hugo Chávez estaba en cadena nacional”.

Krupa, que trabaja como traductor freelance, dijo que querían protestar, “pero no se puede salir por la pandemia. Entonces, es el contexto perfecto para un cacerolazo. Uno se puede quedar en casa, hacer la protesta de manera pacífica y al mismo tiempo expresarle a las autoridades que no estamos de acuerdo con lo que está pasando”.

Entonces Krupa organizó una movida en las redes sociales para que todos los días a las 7 de la tarde suenen las cacerolas, un paisaje sonoro casi inédito en la ciudad. El sale todos los días con su mujer y su hijo Oliver al balcón a “cacerolear”.