«No podemos dejar atrás en la digitalización a las pymes»

fuerza aunque no en las mejores condiciones (casas con niños, falta de seguridad en la red doméstica utilizada, sin equipos técnicos adecuados). Por capacidad de inversión, la gran empresa ha podido capear el huracán en la medida de lo posible aunque se han disparado los ERTE y se han reducido los ingresos. La pyme, en cambio, se ha revelado como la gran perdedora para hacer frente a la necesaria transformación digital. La crisis sanitaria ha servido de catalizador para la digitalización. Se sabía que era necesaria acometer reformas en las empresas para ser más competitivas gracias a la tecnología. Se sabía, porque las grandes corporaciones que ahora mueven el mundo, que había que dar un impulso. Pero hasta que no se han visto las orejas al lobo no se ha producido el nerviosismo. Ahora mismo todo forma parte de un parche que habrá que coser las costuras cuando se alcance la cacareada «nueva normalidad». «Circula por ahí el chiste de quién está impulsando más la transformación digital; si el director general de una empresa o el coronavirus. El coronavirus es quien ha impulsado más la digitalización», reconoce a ABC, de manera irónica, María José Talavera, directora general de la empresa tecnológica VMWare. Teletrabajo, videollamadas, infraestructura de red. La migración a la vida digital por parte de los trabajadores ha disparado el consumo de internet. Dada la creciente atención estratégica que se presta a las redes por su contribución a la seguridad y la distribución de aplicaciones, un 60% de los responsables de los departamentos de tecnología y sistemas de las organizaciones piensa que obtener protección de extremo a extremo para sus redes es un verdadero desafío, según un estudio de la consultora Forrester. «La anatomía del negocio ha cambiado signitivamente porque hay muchas empresa que han tenido que establecer deprisa y corriendo soluciones que tienen que ver con esa conectividad y que pudieran habilitar que los trabajadores pudieran ejecutar sus labores desde casa», sostiene la ejecutiva con más de 26 años de experiencia en el sector de la Tecnología de la Información. Infraestructuras que se han tenido que habilitar rápidamente para que puedan atender a los clientes o gestionar los hospitales. Aunque con algunas excepciones. «Me duele la pyme, porque las administraciones públicas y la gran empresa están reaccionando con pequeñas inversiones para poder abrir capacidad de proceso en las «nubes» públicas y que sus empleados puedan utilizar las redes corporativas desde su casa, pero los pequeños negocios no están pudiendo hacer eso», añade Talavera, quien insta a las instituciones gubernamentales a crear un «plan renove» para impulsar a este tipo de empresas que representan más del 90% del tejido económico español. «Es fundamental que parte de la recuperación económica requiera de un plan para digitalizar a las pymes. Ellos no tienen los equipos técnicos para ponerse manos a la obra», apunta en conversación telefónica con este diario. El comercio minorista está sufriendo un gran varapalo. El 52% ha pedido préstamos para intentar subsistir. ¿Qué se debería para apoyar a los autónomos? «Se deberían habilitar las ayudas por parte del Gobierno y se les debería preparar para que en el futuro, en situaciones similares, pudieran continuar con parte del negocio porque si no el mundo se polariza y el pequeño empresario se ve barrido», lamenta. «No estamos preparados para poder teletrabajar como otros países que tenían mucho más incorporado este modelo» Una de las consecuencias de la pandemia ha sido la revelación de que el teletrabajo, una de las fórmulas productivas del futuro, es ya una necesidad. El nuevo coronavirus también ha demostrado el retroceso en el que se encuentra España en esta materia. «Permite ayudar a zonas más despobladas, tener una mayor calidad de vida y, algo muy importante, crecer por méritos. Esto es fundamental en un desarrollo justo y competente», apunta. Pero añade: «No estamos preparados para poder teletrabajar como otros países que tenían mucho más incorporado este modelo». Talavera recalca las ventajas de teletrabajar, aunque considera que es necesario hacerlo desde edades tempranas. «Ahí habría que trabajar en las capacidades tecnológicas como la seguridad y conectividad, pero también es un tema educacional. A los niños se les debería inculcar la necesidad de manejar su propia agenda. El talento sabe manejar su tiempo. El talento no tiene que decirle el tiempo que tiene que dedicarle. Si habilitamos el teletrabajo y si le enseñamos a los niños a manejar su agenda, tendremos jóvenes más equilibrados que contribuirán a una sociedad más sana», manifiesta. Una de las oportunidades que ha detectado esta ejecutiva de cara a digitalizar a las pymes es aumentar la colaboración público-privada con acuerdos entre universidades y comunidades autónomas. «Nos quejamos que las universidades son poco prácticas», cree Talavera, por lo que lanza un mensaje: «utilizar a los estudiantes para introducirlos en el mercado laboral. Si hubiera un acuerdo a tres bandas estoy convencida que se podría mejorar la transformación digital. No podemos dejar atrás a la pyme en la digitalización. No nos irá bien como país si dejamos a las pymes de lado».