Décimo octavo día de encierro en Sevilla: los héroes del silencio

Salud RDN
Lectura
Fuera se escucha todo: la lluvia, los charcos, el camión de la basura, el crujir de los árboles... El silencio exterior lo ha magnificado todo en Sevilla y de él han brotado
sonidos en los que hasta ahora no habíamos reparado: las monjas rezando en el convento, el vecino que toca el piano, las campanas de una iglesia lejana... En este décimo octavo día de confinamiento, los sevillanos se han convertido en los héroes del silencio. Para combatir el aburrimiento, han comenzado a ver la ciudad por los oídos. Así cuentan este miércoles varios redactores de ABC. Fran Montes de Oca. «No hay un alma», como nos gusta decir por el barrio. Durante la mañana sí fluye a cuentagotas el inevitable movimiento en supermercados… algún repartidor en furgoneta. Muy poquito más. Al caer la tarde las vías principales de Los Remedios parecen ya sacadas de un filme sombrío. Sólo los reconfortantes aplausos de las ocho devuelven vitalidad desde los balcones, convertidos ahora en improvisados veladores (esos que el bicho nos ha robado) por el tétrico capricho de un enemigo microscópico. Estamos bordeando la famosa curva. Las cifras, en su cima, infunden miedo y respeto. Ello quiere decir que aún queda un largo trecho, más amplio del que ya sumamos confinados. Pero lo estamos haciendo bien, rozando el sobresaliente. Uno palpa con orgullo que en esta ciudad la concienciación es total, con sus extrañas excepciones, en pos de que un día salgamos airosos de esta pesadilla. No me cabe duda de que lo conseguiremos… nuestra responsabilidad como vecinos es tangible. Ejemplar. Y eso no le gusta nada al virus. Mientras comenzaba a escribir la reflexión del enésimo día gris se me ha cruzado en la pantalla el último estudio de la compañía Flame Analytics, cuyos expertos en big data dicen que Sevilla es la ciudad de las cuatro más grandes de España que ha reducido en mayor medida el número de transeúntes por las calles durante las últimas semanas... lo ha hecho en 94% desde el pasado 14 de marzo, día en que se decretó el encierro. Muy por detrás aparecen Barcelona, Valencia y Madrid. María José Lora. ¡Sorpresa! Creo que no lo esperabas, pero aquí están las videollamadas oficiales por tu cumpleaños mamá. Una videollamada -la real, que será luego si papá se entera cómo funciona-, y esta en forma de texto breve. Bueno, qué decirte solo que muchas felicidades en tu día, este 1 de abril, aunque el maldito virus mantenga a media familia separada. Ya estoy preparando algún número especial para hacer cuando hablemos, algo divertido y diferente. Ya sabes que me encanta una buena parafernalia. Algún cuplé del Yuyu en sus buenos tiempos. Así por lo menos la tarde será más entretenida que estos días, aunque el teletrabajo me mantiene la cabeza en órbita y el cantar de los pájaros me transporta al pueblo. El obligado ejercicio diario me resulta efectivo y alguna que otra compra al súper llega a evadirme de las terribles cifras que vemos a diario por el Covid-19. Sé que hoy tendrás tu tarta de cumpleaños y que te veremos soplar las velas a través de la pantalla. He visto que mi hermano, en un alarde de creatividad, te ha hecho un vídeo con fotos. Y alguna que otra sorpresa sé que hay por ahí. Pero no puedo decir nada. Estas líneas van para este 1 de abril que siempre hemos celebrado todos juntos. La abuela ya me ha dicho que le encantó la videollamada de ayer y que hoy no se pierde el momento. Velas, vídeos, textos, tarta, familia... Desde luego, este año no te podrás quejar. Manu Moguer. Concha vive sola. Es una mujer alta, guapa que pasa de los 70 años y que, desde que empezó todo esto, sale poco o nada. Y eso que antes era la vecina más frecuente en los saludos de escalera. Entraba, salía, iba y venía, siempre tenía un plan. Estos días, cuando salgo por las mañanas de camino al periódico, paro un segundo junto a su puerta. Escucho a través de la puerta su radio, a todo volumen, donde cuentan la última hora del coronavirus. Huele a café en el rellano, así que sé que ya ha desayunado y está en la sala escuchando las noticias. Ella, como tantos mayores en Sevilla, sigue la cuarentena desde casa con disciplina castrense. Cuando pasó una semana de encierro, le ofrecí hacer la compra por ella, y que así no tuviese que salir. «Ay, no te preocupes, tengo fruta y de todo. Pero si necesitas cualquier cosa, me dices, que yo estoy aquí para lo que te haga falta» fue su respuesta. Desde ese día, lo único que me ha pedido Concha es información. Como sabe que soy periodista, me pregunta por cómo está la cosa: «¿Y cuándo crees que abrirán las tiendas?» o «¿Tú sabes si esto se va a alargar mucho más?». Estos días en que muchos sevillanos están sus casas, uno se da cuenta de que el Periodismo, contar lo que pasa, es de verdad un servicio público.

FUENTE DIARIO ABC:

https://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-decimo-octavo-encierro-sevilla-heroes-silencio-202004011832_noticia.html