Coronavirus en Argentina: bajan las consultas por ludopatía, pero crece el riesgo del juego clandestino en Internet

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La definición que brinda el gobierno de la provincia de Buenos Aires en su web de consulta devuelve una dificultad: “El juego compulsivo es una problemática difícil de detectar”. Y ahí

empieza el laberinto.

Hola, estás llamando al servicio de asistencia al juego compulsivo de la provincia de Buenos Aires. Aguardanos en línea y en breve te atenderá un especialista para ayudarte. Muchas gracias por tu llamado.

Después de ocho tonos, la llamada se corta. Así una y otra vez. El número que sí responde es el de “Jugadores Anónimos de Argentina”, una asociación sin fines de lucro que nuclea en todo el país a 66 grupos de adictos al juego.

“Acá somos todos iguales. No tenemos el apellido de nadie –dice a Clarín Fernando C-. Somos espejos: nos recuperamos viendo cómo se recuperó el otro. La ludopatía es una adicción que la gente no toma en serio y muchas veces lleva a la muerte. La diferencia con la droga o el alcohol es que si ves a un adicto al juego es posible que no te des cuenta. Yo volvía de jugar, entraba a mi casa y ponía la mejor sonrisa. En cambio, no podés dibujar una borrachera. El jugador te dibuja todo”.

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En época de cuarentena por el coronavirus, las consultas a la línea telefónica de Jugadores Anónimos bajaron. Pero el trabajo se mantiene: todos los días de 19.30 a 21 realizan reuniones virtuales vía Skype para mantener el vínculo.

El panorama es ambiguo: por un lado, los ámbitos de juego tradicionales, casinos, bingos, loterías, hipódromos, están cerrados por el aislamiento; pero al mismo tiempo se multiplican las ofertas de juego online por fuera del sistema legal. Todo esto en un contexto sensible por el encierro en el que las emociones suelen fluctuar constantemente.

“Yo soy docente, estoy obligado a hacer el aislamiento –dice Fernando-. Y le veo el costado positivo porque, más allá de los trabajos que tengo que publicar, tengo tiempo para hacer un montón de cosas. En mi caso el aislamiento lo estoy llevando bien. Pero escuchás mucha angustia, malestar... Hay hermanos (entre los adictos a la ludopatía se llaman hermanos) que no la pasan bien laboralmente, que no les entra plata. Hay hermanos que hace poco dejaron de jugar y ahora tienen un montón de deudas. Y se complica”.

Según las estadísticas del programa de prevención y asistencia del juego compulsivo de la Provincia de Buenos Aires, a lo largo de 2019 recibieron más de 800 consultas de adictos y familiares. Del total de llamados, un 80% de los que piden ayuda no fueron a la facultad, sólo terminó la secundaria un 38% y la primaria un 22%. Del estudio también se desprende que el 52% son empleados, que la gran mayoría prefiere los bingos (81%), que juega a las tragamonedas (65%) y que va todos los días (81%).

En Argentina hay 46 mil agencias de lotería aue hoy están cerradas por el aislamiento obligatorio. (Fernando de la Orden)

En Argentina hay 46 mil agencias de lotería aue hoy están cerradas por el aislamiento obligatorio. (Fernando de la Orden)

En la Ciudad, en 2019 la línea de orientación al jugador problemático recibió un 153% más de consultas respecto del año anterior: el 33,3 % de los llamados fueron realizados por mujeres y el 66,7 % por hombres.

En este momento el juego oficial quedó frenado por completo.

El presidente de la Cámara de Agentes Oficiales de Lotería y Afines Bonaerenses, (CAOLAB), Marcelo Iglesias, reflejó su malestar porque las agencias están fuera de la categoría de PyMEs y no recibirán ayuda del Estado para sobrellevar esta etapa de aislamiento.

“Las agencias de Lotería somos el segundo o tercer ingreso genuino que tiene la Provincia. Nuestros locales pueden compararse con una verdulería o una panadería. No es justo que agrupen todo en la categoría ‘Juego’ y nos pongan en el mismo rango que un casino o un bingo”, le dice a Clarín.

En la provincia de Buenos Aires hay 4.300 agencias de juego oficial y a nivel nacional el número asciende a 46 mil. Todos esos locales están cerrados.

Según Iglesias, este panorama además de perjudicar la economía de los trabajadores aumenta los casos de juego ilegal. “Lo comprobamos cuando salimos a comprar día a día al comercio del barrio. El levantamiento de quiniela sigue existiendo. Ahora se mantiene con el único sorteo que continúa que es el de la quiniela de Montevideo, con un resultado al mediodía y otro a la noche. Antes del parate por el coronavirus, en Argentina teníamos 22 sorteos de quiniela por día”.

Y agrega: “Estamos desamparados de todos lados: desde el 20 de marzo tenemos cero ingresos. En nuestras agencias se vende en efectivo y se cobra en efectivo; cuando hay un premio la plata se entrega en el momento. Y todo lo que recaudamos, a las 48 horas se lo depositamos a la Provincia”.

Con el juego oficial interrumpido y el atajo ilegal limitado a los resultados de la quiniela de la capital uruguaya, crece el juego ilegal online, un espacio que por el momento resulta inabordable y muy difícil de controlar.

En Argentina cada jurisdicción es la encargada de establecer las leyes que regulan y/o prohíben los juegos de casinos online. La Legislatura porteña aprobó en mayo de 2019 la reglamentación del juego online y definió, entre otras cosas, que los explotadores privados deberán abonar un 25% de su facturación neta, en concepto de impuestos y canon. Ese dinero se deberá destinar a fines sociales: se estima que el Gobierno porteño podría recaudar entre 350 y 500 millones de pesos al año.