Coronavirus en Argentina: "Es como que la muerte anda por las calles", la frase que retumba en Loncopué

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“Lo que hemos vivido nos marca. Es como que la muerte anda por las calles”. Mientras junto a docentes y auxiliares confeccionan y fabrican vinchas y máscaras protectoras en 3D para

donarlas al hospital y a la Policía, Adriana Martín, directora del Centro de Formación Provincial 8, define cómo se viven estas Pascuas en Loncopué.

Es el pueblo neuquino donde un grupo de personas rompió la cuarentena, se reunió para comer un asado y festejar un cumpleaños, con un saldo terrible: dos muertos, 22 infectados y 60 casos sospechosos de coronavirus​.

Con calles desiertas y ventanas tapadas, la gente del pueblo solo transita por el dolor, el miedo y la incertidumbre. Nada volverá a ser igual en esta localidad de solo 6.000 habitantes, ubicada en el centro norte de Neuquén.

En cuanto a la investigación penal dispuesta por la justicia, el fiscal general de Neuquén José Gerez le dijo esta mañana a Clarín: "Estamos avanzando y esperando el informe epidemiológico del ministerio de Salud, que será de gran importancia para nosotros. Que quede claro que nosotros no estamos buscando 'el caso cero' de Loncopué, sino quiénes fueron, violando el aislamiento obligatorio los que provocaron que el virus se propague".

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Ya nada será igual. Una vista del pueblo neuquino en un domingo de Pascuas /La Mañana.

Ya nada será igual. Una vista del pueblo neuquino en un domingo de Pascuas /La Mañana.

Por su parte, el director del hospital de Loncopué, Juan González, informó que se realizaron hisopados a las personas que tuvieron contacto estrecho, además de aislamiento domiciliario, "con el fin de que se pueda contener el virus y siguiendo el rastro epidemiológico a través de los posibles contactos que tuvieron las personas que dieron positivo o son consideradas sospechosas".

Por el momento todo sigue igual en cuanto a la propagación del virus: dos personas fallecidas (hombres de 68 y 64 años), 22 infectados y 60 casos sospechosos. “Pero esto no quita que el número pueda cambiar. Ojalá que no”, dijo González.

El contagio masivo en un pueblo tan chico se originó en el asado realizado con motivo del cumpleaños del hombre de 68 años, una de las víctimas fatales. Su hijo sostuvo que “nunca salió de su casa y el único contacto externo que tuvo fue con un gasista que entró a la casa para arreglar un calefactor”.

La investigación se está centrando en tratar de saber cuál o cuáles de las personas que concurrieron a la fiesta eran portadores del virus. Los presentes también violaron un decreto provincial (el 297) que prohíbe reuniones sociales, familiares o de amigos durante el tiempo que dure la cuarentena obligatoria.

En tanto los vecinos se expresan: “Estamos haciendo la cuarentena el pueblo entero porque tenemos que cuidarnos mucho”, dijo Mirta, una mujer de 53 años, nacida en Loncopué, quien conocía a quienes murieron el lunes y el miércoles pasado por coronavirus.

“El impacto de sus muertes fue muy fuerte, muy grande, porque era gente conocida del pueblo”, sostuvo la mujer el diario La Mañana.

Solo la Policía que custodia el tránsito escaso de camiones por la ruta provincial 21 que cruza el pueblo se ve en las calles del pequeño pueblo. Sus habitantes están encerrados en sus casas y los negocios cerrados, en una medida extrema que continuará hasta el martes. Ni entrar ni salir. Es la realidad de un pueblo en donde sólo se escucha el silencio.

EMJ