El Gobierno extiende la vigencia de los precios "máximos" por 30 días

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El Gobierno dispuso que los “precios máximos” para los productos de consumo masivo -como alimentos, bebidas, artículos de limpieza e higiene- se extiendan por los próximos 30 días. Así lo anunció

el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, e implementó la secretaría de Comercio Interior, encabezada por Paula Español.

La medida dispone que la mayoría de los productos que se venden en los supermercados deben tener los mismos importes que estaban al 6 de marzo. La disposición también corre para los mayoristas -que abastecen comercios de proximidad- y autoservicios.

El Poder Ejecutivo sigue enfrentando problemas en los precios de los productos frescos, como frutas y verduras. Los consumidores terminan pagando hasta diez veces más con respecto a los valores que rigen en los mercados mayoristas, como el Mercado Central, según admitió Kulfas.

“Los supermercados respetan los precios máximos. Pero clausuramos sucursales de mayoristas, en algunos casos porque la mitad de los importes estaban por arriba de los máximos”, explicó Kulfas en declaraciones a Crónica TV. En los mayoristas se abastecen almacenes y pequeños comercios que se mueven con stocks pequeños.

BANER MTV 1

La secretaría de Comercio y AFIP llevan adelante las inspecciones. Pero tienen problemas con los locales de “proximidad”, que es la forma de denominar a los almacenes de barrio. Se le pidió “colaboración” a intendentes y gobernadores para que controlen. Un decreto presidencial  facultó  a estos funcionarios para aplicar la ley de Abastecimiento.

Cuando un comercio despacha a precios que superan los “máximos”, la autoridad puede exigir que se haga una corrección. Si se verifica que se hace el cambio (a un precio menor), no se hace la clausura. “No veo que el autoservicio chino en el que compro haya bajado ningún precio”, repiten indignados los clientes de esos comercios en los barrios del conurbano más alejados de la ciudad de Buenos Aires.

En las grandes cadenas, mientras tanto, también existen “límites” a la cantidad de desinfectantes, lavandinas o matamosquitos que se despachan por cliente. No está permitido que ningún grupo familiar compre más de dos en esas categorías "sensibles".

“Los precios máximos tienen que ser respetados por toda la cadena, también lo tiene que respetar la industria proveedora, porque a veces encontramos algunos desvíos”, remarcó Kulfas. “En marzo y abril, tuvimos problemas con frutas y verduras. Es un trabajo que está encarando el Mercado Central tratando de generar un esquema de precios de referencias”, agregó.

Las frutas y verduras se despachan, en los barrios, en un importe hasta 10 veces superior del que salen de los mercados concentradores mayoristas, ya que sea el Central u otros.

El Mercado Central elaboró una lista de precios, sugeridos para verdulerías. El mismo incluye el kilo de papa a $ 27, cebolla a $ 25, lechuga capuchina a $ 60, batata a $ 30, zapallo anco a $ 26 y tomate a $ 28. El kilo de mandarina a $ 69, de pera y manzana a $ 70 y de banana proveniente de Ecuador a $ 105. “Entendemos que son precios con los cuales las verdulerías y comercios pueden trabajar e incluyen un marco razonable” explicó Nahuel Levaggi, titular del Mercado Central.

La secretaria de Comercio, Paula Español, fue el viernes al Central. “Se habló con los trabajadores sobre las medidas sanitarias y los protocolos de circulación implementados en el predio por el Covid-19”, informó Desarrollo Productivo.

La responsabilidad del Mercado Central “es evitar que falten alimentos esenciales como frutas y verduras”, según Levaggi.

La consigna del Gobierno es que “nadie saque provecho de la emergencia”. El Mercado Central y los grandes operadores acordaron mantener precios fijos semanales en frutas y verduras que se venden en bultos mayoristas. Eso fue pensado para que después llegue a “valores justos” a la gente.

En el Poder Ejecutivo dicen que se aceleraron las líneas de créditos a las empresas para que puedan hacer frente a la emergencia. Sin embargo, siguen teniendo quejas con el accionar de los bancos. Creen que las entidades financieras complican el proceso, con algunas exigencias innecesarias.