A 10 años del juicio por el Robo del Siglo: por qué los fiscales terminaron peor que los ladrones

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La historia del Robo del Siglo al Banco Río de la localidad bonaerense de Acasussotiene varios capítulos importantes, aunque tranquilamente podría dividirse en cuatro: la planificación, el golpe, la caída de los autores y el juicio condenatorio. Eso en lo que respecta a la banda. Porque hay otras historias detrás del asalto más espectacular de la crónica policial argentina, y una de ellas es la de los fiscales que investigaron el caso y que, curiosamente, terminaron peor que los ladrones.

Este viernes se cumplen diez años del veredicto que dictó la Justicia de San Isidro, en un juicio por demás particular en el que increíblemente Mario Vitette Sellanes (64), uno de los principales integrantes de la organización criminal, no participó pese a estar procesado y detenido por la misma causa.

Los cuatros autores que sí fueron juzgados en esa primera etapa terminaron condenados a penas de entre 9 y 15 años de prisión, aunque dos años después el Tribunal de Casación les redujo las condenas porque no pudieron probar que las armas utilizadas en el asalto de enero de 2006 fueran aptas para disparar.

Rubén Alberto De la Torre (65), Fernando Araujo (51), José Julián Zalloecheverría (61) y Sebastián García Bolster (50) fueron detenidos nuevamente el 6 de mayo de 2010, después de una jornada de alegatos extenuante que duró 21 horas, pero pocos años después comenzaron a recuperar la libertad. Hoy no queda nadie en prisión. Ni siquiera Vittete Sellanes, que en un juicio abreviado realizado en agosto de 2010 fue sentenciado a 21 años y 6 meses. Desde 2013 vive en la ciudad de San José, Uruguay, donde abrió un taller de joyería y relojería.

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De los tres fiscales que intervinieron en la instrucción y el juicio oral y público sólo uno continúa en funciones: Gastón Garbus, que dirige la Unidad Funcional de Instrucción Judicial (UFIJ) de Martínez. Los otros dos, Eduardo Marcelo Vaiani y Julio Novo -por entonces fiscal general de San Isidro-, terminaron renunciando por diversos escándalos y perdiendo los fueros.

Novo está procesado por "encubrimiento agravado". La denuncia que tiempo después lo obligó a renunciar fue impulsada por el fiscal Luis Angelini, quien investigó los crímenes de tres colombianos, dos de ellos acribillados en el estacionamiento delshopping Unicenter de Martínez, en julio de 2008.

Angelini lo acusó de haber entorpecido la investigación. Es que el fiscal había descubierto vinculaciones entre los crímenes y los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, hijos de un ex jefe de la Fuerza Aérea, quienes fueron condenados en España por haber traficado una tonelada de cocaína en su avión privado.

Vaiani, por su parte, fue imputado en una causa por haberse llevado 8 mil dólares de la escena de un crimen y también procesado en el supuesto encubrimiento de los crímenes de los narcos colombianos.

Cinco años después del juicio contra los autores del robo al banco Río de Acassuso, el fiscal de instrucción fue apartado de su cargo. En septiembre de 2017 presentó la renuncia ante el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand.

Juicio, castigo y libertades

"Lo recuerdo como un gran juicio", dice a PERFIL el abogado Sergio Arenas, defensor de García Bolster. “Me encontré con una fiscalía llena de odio y resentimiento. Carecían de objetividad estaban como que la situación los desbordada y cometían graves errores. Mi estrategia en consecuencia fue utilizar esos errores dejando constancia de ciertas situaciones para que eventualmente Casación revoque la sentencia, porque también sabía que habría condenas en primera instancia. Y así pasó”, cuenta.

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“Todavía tengo presente las 21 horas de audiencia del 5 al 6 de mayo del 2010. El 21 fue la sentencia, una batalla física y jurídica”, recuerda y suelta: “Pienso que la fiscalía fracasó”.

Para el abogado los fiscales “quedaron confundidos”. “No pudieron mantener las detenciones los años que querían debido a que Casación hizo lugar a diferentes agravios puestos de manifiesto por la defensa. Mi cliente ya en abril del 2012 estaba en su domicilio. La audiencia de 21 horas fue algo inédito. Quizás pensaron que el abogado se iba a agotar pero no fue así. Para mí fue un antes y un después. Fue el debate que más recuerdo de los tantos que tuve. Por la dimensión de la causa y por las carencias y deficiencias de la fiscalía”, dice.

Arenas sostiene que el juicio no debió realizarse: “Vittete tenía una prueba exculpatoria contundente y al llevarse adelante el juicio sin él pienso que se vulneró el artículo 18 de la Constitución”.

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Vitette Sellanes, el “hombre del traje gris” que negoció con el Grupo Halcón, efectivamente no estuvo en el banquillo de los acusados.

"Yo me jugaba una carta importante en ese juicio”, recuerda el uruguayo. “Esperaba que algunos de los sindicados como autores se hicieran cargo y me exculparan. Con todas las pruebas que había presentado, más algún testimonio de un coprocesado que dijera 'Marito no tuvo nada que ver', hubiese sido clave para obtener mi libertad en ese momento. Pero como ninguno tuvo ese acto de grandeza yo seguí procesado y en prisión", explica Vitette, dejando en claro que los autores del Robo del Siglo no solo se ocuparon de la planificación del golpe millonario, sino que además prepararon el terreno para evitar una condena alta en caso de ser detenidos, como finalmente sucedió. Ahora llega el turno de que los fiscales sean los que rindan cuentas con la Justicia, algo impensado hace diez años cuando ellos estaban del otro lado.

LN