Los exoesquelétos robóticos están revolucionando la rehabilitación de grandes y chicos

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En el mundo, alrededor de 60 millones de personas han perdido la capacidad de caminar, de los cuales 17 millones son niños, afectados por diversas enfermedades neuromusculares como parálisis cerebral, espina bífida o lesiones medulares. Desde el momento en el que pierden la capacidad de caminar sufren daños fisiológicos y psicológicos que condicionan su calidad de vida y su esperanza de vida. Los especialistas coinciden en que mantener la capacidad de "andar" es una de las claves para el tratamiento y conlleva una mejora significativa de la calidad de vida.

En esta tendencia una herramienta reciente, los exoesqueletos, son un instrumento que ayuda en los trabajos fisiológicos de recuperación que exigen movimientos repetitivos, en la carga de pesos y en facilitar la movilidad a pacientes que han perdido la capacidad de marcha.

A través de una conversación via Zoom, desde Madrid, PERFIL entrevístó a Marie André Destarac. Es ingeniera electrónica de la Universidad del Valle de Guatemala y actualmente trabaja en la empresa española Marsi Bionics, que se especializa en el desarrollo y comercialización de exoesqueletos robóticos de marcha.

Destarac es actualmente la Project Manager de ATLAS, el primer exoesqueleto pediátrico del mundo y su trabajo es coordinar el desarrollo y las pruebas de un exoesqueleto de rehabilitación de miembro inferior de niños con dificultades para caminar. También es la coordinadora de Marsi Care, una plataforma para la investigación y terapia asistida por robots, ubicada en el Centro de Automática y Robótica (CAR) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

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-¿Cuándo nace la relación de la robótica con la medicina?
-El “casamiento” entre la ingeniería y la medicina llegó muy tarde. Todos los dispositivos robóticos que se aplican a la medicina no tienen más de 20 ó 25 años a lo sumo. Sí esto se hubiera hecho antes ya veríamos desarrollos impresionantes. Lo importante estuvo llegando en los últimos cinco años.

-¿Cómo se compone un exoesqueleto?
-Lo principal son los motores (8) porque son los que hacen la magia. Sin los motores no puedes poner de pie al paciente y obviamente tampoco caminar. Todos esos tienen tecnología alemana. Luego está la estructura hecha de aluminio. Como es un producto sanitario hay que cumplir una serie de normativas y entre ellas es que sean materiales biocompatibles. Nosotros hacemos a medida las piezas y se fabrican aquí (en España). Luego algunas placas se piden a Asia y está el software que es totalmente nuestro.

-¿Quiénes pueden usar un exoesqueleto?
-Estamos contemplando un rango de edad de 3 a 10 años. Una cosa importante si un niño o niña de 3 años empieza a usar el dispositivo, puede seguir usándolo hasta los 10 y ya no quepa. Puede hacer la terapia por mucho tiempo.

-¿Cómo se portan los chicos ante su uso?
-Tiene que ver mucho el aporte humano especialmente los chicos, ellos lo toman como un juego generalmente. Están muy conscientes de su enfermedad. Nuestra terapia es de juegos, nos ha pasado que muchas veces vienen cansados a la terapia, pero ellos mismos dicen “bueno yo voy a salir con esfuerzo porque sé que yo necesito esta terapia”. Ya cuando están en el exoesqueleto se les olvida el cansancio. Trabajamos con niños con parálisis cerebral y a nivel cognitivo pues ellos no tienen cierta conciencia, hay otros niños que tiene una enfermedad física pero mentalmente están bien y con ellos pues pasan estas cosas que yo te narraba.

-¿Qué sensaciones tenés cuando ves las reacciones de los chicos?
-Ufff, te digo que siempre que comienza una nueva terapia me emociono y lloro. Las primeras sesiones son emocionantes, fíjate que te lo diga ahora y se me eriza la piel.

-¿Cómo se realiza una terapia?
-En ningún momento el dispositivo sustituye al fisioterapeuta o al médico. Es una herramienta con la que no contaban antes y ahora sí. Les permite no hacer tanta fuerza como tendrían que hacer habitualmente porque ahora son los motores los que se encargan de sostenerlo y ellos les dan más datos que antes no podían tener. La terapia puede ser integral. Habitualmente se realizaba con niños acostados o quizás sostenidos por cuerdas: están ahí colgados, pero sin poder moverse. En cambio, con el exoesqueleto pediátrico, ellos se mueven en una habitación.

-¿Quiénes integran el equipo de trabajo?
-Los técnicos son los que desarrollan los dispositivos y esos equipos siempre tienen a alguien de electrónica, otro de mecánica y un jefe de proyecto. Existe el equipo clínico conformado por fisioterapeuta, psicólogos, enfermera y primero tiene que haber un investigador principal que es un médico, suele ser un neurólogo o un traumatólogo, es la persona que autoriza el estudio. También solicitamos permisos al Comité de Ética de un Hospital y una agencia española de productos sanitarios para que nos deje usar el dispositivo.

-¿Es costoso?
-El de niños, el pediátrico, todavía no ha salido al mercado pero estimamos que pueda tener un costo de 60 mil euros y existe también la opción de alquilarlo.

-¿Cómo es la situación actualmente en América Latina y el mundo con respecto al campo de los exoesqueletos para rehabilitación?
-Hasta el momento te puedo decir con toda seguridad que en Latinoamérica hay muy poco y en ese caso son prototipos, nada de ello se usa en pacientes. En Europa uno ve futuro con algunas cosas. Japón creo que es quizás el que va más avanzado en el tema general de robótica y medicina. Me dejó impactada lo que vi allá.

-¿Qué dificultades debe superar esta tecnología?
-Los materiales y ciertos factores de seguridad que incrementan el costo. Los motores se han reducido mucho pero no lo suficiente como para que sean pequeños y te den mucha fuerza.

-El futuro…
-Estoy convencida que la demanda va a ser tal que en un momento se fabricarán masivamente y entonces van a disminuir los costos. Creo que estamos hablando de unos 10 o 15 años a lo sumo. Podríamos ver algo más económico que te puedas comprar, tal vez no todo mundo, pero ya un segmento determinado de la población.

Pablo Canales, alumno de la Escuela de Periodismo de Perfil

Detalles del exoesqueleto

  • La batería tiene una autonomía de 2,5 horas.
  • La velocidad es 0,5 metros por segundo.
  • Tiene 8 articulaciones mecánicas.
  • Se controla desde una tablet, en forma remota.

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