Coronavirus: Argentina, top 5 mundial en la recta hacia el millón de casos y la curva de muertes en aumento

Argentina
Lectura

Argentina pasará a integrar en breve la élite de países con más de un millón de casos de coronavirus. Con un total este miércoles de 931.967 contagios registrados y un promedio

de 13.500 por día, se estima que alcanzará las siete cifras hacia comienzos de la semana próxima, tras dejar atrás a Colombia (930.159) en el ranking y con Rusia (1,3 millón) como horizonte más cercano.

Dependerá del momento en que se alcance el inminente pico nacional la posibilidad de avanzar en el mediano plazo al cuarto lugar de la tabla o establecerse en la ya dramática quinta posición. El podio es y seguirá siendo de Estados Unidos, India y Brasil, un pelotón que nadie parece estar en condiciones de poder destronar: acumulan entre 5 y 8 millones de casos.

¿Se podría haber evitado el protagonismo argentino en este escenario? Si la cuarentena hubiera funcionado como el Gobierno pretendía en lo discursivo, y eso se complementaba con una política de testeos a la altura del desafío sanitario, probablemente el desconcierto actual no existiría. Argentina compró lo que vendía y quedó atrapada en su propia trampa.

Retrocedamos a marzo, abril, mayo: con recursos limitados, el Gobierno quiso dar cátedra de un modelo que supuestamente debía imitar el planeta. Sin embargo, a fuerza de voluntarismo la teoría se transformó en parodia. El país tiró la toalla en julio. Las consecuencias se ven ahora. Con el confinamiento agotado, no hubo reacción para remplazar ese polémico y único recurso bautizado ASPO. Mientras el AMBA era un paraíso de ermitaños, en varias provincias se comía en restoranes. Hoy pagan la cuenta.

BANER MTV 1

La rendición de la Argentina ante el Covid quedó en evidencia en la última extensión de la cuarentena, el viernes 9 de octubre: un intento del presidente Alberto Fernández por retomar la iniciativa en el tema coronavirus, impulso que había abandonado desde el anuncio anterior, grabado y difundido en las redes sociales. Pero resultó peor. El decreto que se conoció luego fue un texto de imprecisiones interpretables a gusto de cada gobernador.

v 1.5

Evolución de los contagios
en los países con mas casos

Tocá para explorar los datosTocá para explorar los datos



Fuente: Johns Hopkins University Infografía: Clarín

El problema de sobrepasar el millón de casos de coronavirus no es tanto ese número (en el país ya hay un contagio cada 5 segundos), sino cuánto del acumulado decantará en el saldo fatal al final del camino. En las últimas semanas casi se ha naturalizado que los partes cotidianos informen entre 300 y 400 muertes cada 24 horas. Argentina se jactaba de tener una de las tasas de letalidad más bajas del mundo. Hoy su promedio es de 2,68 por ciento y va en aumento, camino a equiparar al global, de 2,83 y en baja.

Con casi 25 mil decesos, nuestro país tiene 550 muertes por millón de habitantes, una estadística que pocos meses atrás habría sido impensada. Basta mirar que Italia (una de las naciones más golpeadas en el comienzo de la pandemia) tiene hoy un índice de 600 muertes por millón de habitantes. Y Suecia, el gran cuco de la primavera europea, registra 583 muertes por millón.

Todo esto sólo puede explicarse por el hecho de que, en determinado momento de este 2020 pandémico, la mayoría de los países supo fabricar un freno, mientras que Argentina pasó a integrar el selecto grupo que nunca logró encontrarle la vuelta a la crisis, aun cuando consiguió el objetivo inicial de que el sistema hospitalario no colapsara. No es ése un dato menor, pero a la luz de los resultados ha sido la virtud excluyente de la estrategia oficial.

v 1.5

Ranking mundial de casos

Tocá para explorar los datosTocá para explorar los datos



Fuente: Johns Hopkins University Infografía: Clarín

Visto en perspectiva y llegado este momento de balance, recobra actualidad aquel “error de cálculo” en el que se convirtió el centro de aislamiento montado en Tecnópolis, del que dio cuenta Clarína fines de junio. La intención original, razonable, era trasladar allí a los infectados leves para evitar que contagiaran a más personas. El problema fue que llevaron a muy pocos, incluso tras la oferta de 500 pesos por día para los pacientes que aceptaran alojarse en el confortable predio de Villa Martelli.

En un escenario de escasez presupuestaria para hacer frente al coronavirus, la decisión de dónde apostar los recursos era clave. La incógnita es qué hubiera pasado si se optaba por destinar una mayor cantidad de fondos a -por ejemplo- duplicar los testeos que se hicieron. No ya para acercarse al galáctico promedio mundial en este rubro, sino para al menos equiparar a la terrenal Colombia. La herramienta para detectar y anular infectados en masa puede no ser tan glamorosa y fotografiable como un hotel cinco estrellas, pero en su modesta tecnología radica, naturalmente, el secreto de su rendimiento.

PS