La "abuela rebelde": ¿quién es la mujer mapuche que maneja la toma de El Foyel y tiene una familia de rehén?

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Se expresa en un tono muy suave, como a punto de quebrarse en un llanto, y en un volumen apenas audible. Blanca Rosa Gallardo Calfú (70) no necesita alzar la voz

para ser escuchada por decenas de personas que consideran su palabra una ley natural. Para sus 9 hermanos e incontables nietos y primos, Blanca ha sido tocada por el dedo luminoso de la sabiduría mapuche.

Blanca es la líder natural de la lof que ocupó el jueves pasado un campo de casi 400 hectáreas en El Foyel a unos 80 kilómetros de Bariloche y 46 de El Bolsón. Su figura es ampliamente conocida en El Bolsón donde ejerce desde hace décadas el curanderismo en el barrio más peligroso de la localidad.

Mientras tanto, en el interior del campo permanecen los Soriani resistiendo el “sitio” mapuche en una de las casas. No pueden salir ni entrar del predio y, según aseguraron a Clarín, tienen comida para varios días antes de que la situación se vuelva insostenible. Los miembros de la lof Gallardo Calfú bloquean los ingresos y se niegan a retirarse de un territorio que reclaman como ancestral.

Este viernes el fiscal Francisco Arrien declaró ilegal la toma y requirió la captura de Gallardo y Juan Carlos Oyarzo, quienes aparecen como referentes de la usurpación. Sin embargo, el juez que lleva la causa, Ricardo Calcagno, suspendió la medida de expulsión hasta tomar declaración a Gallardo y Oyarzo.

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Este lunes el fiscal Arrien presentará en audiencia en los tribunales de El Bolsón la impugnación a al rechazo del juez Calcagno de efectuar el desalojo “urgente”, en base al pedido original de la fiscalía. Además, el legislador provincial de Río Negro, Juan Martin (Juntos por el Cambio), informó que pedirá el juicio político al mismo juez de Garantías. Martín se dirigió a la toma el sábado donde conversó con los vecinos, la policía y algunos miembros de la familia Soriani. 

Con la orden de detención en curso, la abuela se encuentra oculta en el interior del enorme campo cordillerano, se rumorea en la zona. El grupo especial COER de la policía de Río Negro aguarda instrucciones para entrar y detenerla por la fuerza.

La influencia de Gallardo sobre su amplia familia y la sociedad más humilde del pueblo es tal que los funcionarios en Río Negro tendrían temor a que una arremetida policial desate una violencia indeseada. Frente a esto el gobierno de Arabela Carreras prefiere esperar el resultado de la impugnación del fiscal Arrien antes de proceder con la detención específica de Gallardo.

Aunque no tiene el título, Gallardo exhibe todas las características de una machi o líder espiritual de los mapuches. Tiene conocimiento sobre medicina indígena, conoce las costumbres mapuches y se mueve como una matriarca a la que los hombres de la familia siguen sin dudarlo, explican en la zona. En la Cordillera la única machi en ejercicio es Betiana Colhuan (19) la referente de la violenta ocupación de Mascardi, a 35 kilómetros de Bariloche. Pero la joven no es considerada realmente “machi” por una parte de la comunidad mapuche.

La toma mapuche en El Foyel

La toma mapuche en El Foyel

“Nosotros, nuestra comunidad no nos vamos a mover de acá. Nos costó mucho para volver a nuestro territorio después de la estafa que le hicieron a mi papá que lo dejaron en la calle”, indicó Gallardo.

En 2002 fue procesada por la justicia de Río Negro por haberle practicado un aborto en su hogar a una joven que terminó siendo atendida en el hospital de El Bolsón debido a una grave infección. Según la investigación judicial, el ambiente en el cual se realizó el procedimiento no observaba las condiciones de higiene necesarias. Gallardo fue condenada a dos años de prisión efectiva por la Cámara Primera del Crimen a cargo del juez Ramos Mejías.

Con esta dolorosa historia en su pasado Gallardo no ha dejado de ejercer como curandera en el barrio más duro de El Bolsón. Cuentan los vecinos que allí se suelen esconder criminales que huyen de la justicia. “No cualquiera anda ahí”, indica un poblador.

Gallardo tiene en el San José su casa sobre un terreno de 560 m2 que le fue otorgado en 2018 por el Concejo Deliberante de El Bolsón. Para entonces hacía años que la abuela se encontraba habitando el espacio sin documentos que la habilitaran legalmente como dueña. Una situación común en la cordillera y que afecta a miles de personas.

Desde el comienzo de la toma Blanca se ubicó al frente y al centro de las alrededor de 50 personas que ocuparon la propiedad de la familia Soriani. Ella se erigió en la vocera y habló en cada ocasión con los medios locales.

Vestida con una blusa color salmón, la mujer convocó desde el ingreso del campo a otras comunidades mapuches para que se sumen a su reclamo. A cambio ofreció la colaboración de los Gallardo-Calfú en futuras usurpaciones mapuches.

“Queremos que la gente sepa, que nos escuche que estamos en nuestro territorio y que sepan que ellos también tienen sus derechos en sus territorios que nos vengan a ayudar, así nosotros también podemos ayudarles algún día a su recuperación territorial”, señaló la abuela consultada por su avanzada en El Foyel. Al terminar este breve discurso con un celular en la mano, recibió los gritos de apoyos de todos sus familiares que la convirtieron a esta altura en una heroína mapuche.

La referente también advirtió que están recibiendo la ayuda del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Clarín confirmó que les han enviado a los ocupantes comida, agua y que se comunican a través de un teléfono satelital.

Blanca encarna las virtudes que los “mapuches” y “araucanos” (como fueron denominados los indígenas en Chile durante la Conquista española) consideran prioritarias en un líder o cacique. Una de ellas es la determinación absoluta: los araucanos prefirieron empalarse a sí mismos en estacas o ahorcarse con las manos mutiladas antes que arrodillarse ante el español, según relata el clásico “La Araucana” de Alonso de Ercilla. Otra es el temple silencioso, humilde, del jefe de familia, pero que puede anteceder a la tormenta.

Por eso su tono monocorde no debería confundir a quienes la escuchan, dicen por acá. Blanca ya ha anunciado que no dejará el territorio que consideran bajo la influencia de los Gallardo Calfú desde 1880 cuando se instalaron sus ancestros en la Cordillera.

En las áreas más salvajes de la Patagonia los apellidos mapuches y españoles se imbrican conformando una especial unidad cultural. Es que muchos de sus habitantes viven en el límite casi exacto entre Chile y la Argentina en lo cuales se extienden las montañas, los ríos del deshielo, los valles verdes. El ambiente en el que proliferaron algunas comunidades mapuches antes de la llegada de los españoles y que el nuevo turismo internacional convirtió, desde hace unos 30 años, en un poderoso foco de atención.

Los llamados criollos, entre quienes abundan los baqueanos, pueden elegir entre ser más “nacionales” que mapuches o viceversa. No existen obligaciones al respecto, es un hecho sabido para los habitantes rurales. Nadie presiona al respecto. Pero quien se autopercibe como “mapuche” (más allá de tener la piel menos oscura y poseer apellido español producto del mestizaje) comprende que hay una “deuda” de parte de los Estados nacionales hacia su cultura. Y esa deuda es en principio territorial.

En esta ocasión, y de acuerdo a los dichos de los integrantes de la lof, Sixto Gallardo Calfú fue estafado por Miguel Soriani en 1980. Soriani trabajaba en un aserradero de El Foyel donde entró en contacto con el mapuche por primera vez. Miguel, relatan desde la lof, le habría canjeado el campo a Félix por una casa en El Bolsón. Un hecho que jamás se concretó realmente, acusa hoy Blanca.

GS