Ese debutante de nombre impronunciable

del mundo, con la «suerte» como uno de los elementos básicos en la ecuación de la victoria. Además de la remontadas y heroicidades, de los actos de fe de los grandes clubes que la monopolizan desde sus inicios, todas las temporadas la competición asiste a la aparición de ese equipo de nombre impronunciable, que pasa de puntillas y que rara vez es protagonista más allá de por sus goles en contra. Este año, ese entrañable personaje se llama Midtjylland. «En medio de Jutlandia», eso es lo que significa su nombre. El equipo danés debuta en Champions League tras ganar la la última edición de la Superliga del país escandinavo, en la que consiguió superar al Copenhague, un equipo mucho más reconocible por el espectador medio, sobre todo tras su doble enfrentamiento contra el Barcelona de Messi y Guardiola en 2011. Lo cierto es que el Midtjylland, que comparte grupo con Liverpool, Atalanta y Ajax, es un club relativamente nuevo. Fundado en 19 99 tras la fusión del Herning Fremad y el Ikast FS con más tradición (de 1918 y 1935 respectivamente), comenzó su andadura en la segunda división danesa, donde fue inquilino de un año, consiguiendo el ascenso a la máxima competición de Dinamarca con la entrada de siglo. Su éxito ha aumentado en los últimos años, con tres ligas y una copa de Dinamarca en las últimas cinco temporadas y Europa, pese a su debut en Champions en la actual temporada, no le es del todo desconocido. Consiguió clasificarse para las rondas previas de la actual Europa League en 2001, rápidamente apeado por el Sporting de Lisboa en la primera eliminatoria. Cuando uno revisa su plantilla, en la búsqueda de trabalenguas y nombres de la mitología nórdica, sorprende ver a Pione Sisto, un jugador claramente reconocible para el espectador español, que se unió al equipo a principios de septiembre desde el Celta de Vigo. El delantero de origen sudanés ya había pasado por la cantera y primer equipo del Midtjylland cuando tenía 19 años, hasta que los gallegos se llevaron sus servicios por seis millones de euros en 2016. El incombustible Rafael van der Vaart también pasó por el equipo en la penúltima temporada de su carrera.