Una provocativa nueva tapa de Charlie Hebdo pone a los franceses en alerta y agita la tensión con Turquía

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La decapitación del profesor francés Samuel Paty por haber mostrado las caricaturas del Profeta Mahoma de la revista Charlie Hebdo no solo han generado una ola de odio, protestas

y boicot a los productos franceses en el mundo musulmán. Cuando Francia alerta a sus ciudadanos en el exterior de protegerse, cuidarse ante las manifestaciones anti francesas y refuerza sus medida de seguridad internas, un brutal enfrentamiento entre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y Francia vuelve a estallar. Esta vez el protagonista de las caricaturas de Charlie Hebdo es él.

Con una cerveza en la mano, en calzoncillos y camiseta, en la caricatura Erdogan eleva el chador de una mujer con velo, con su cola a la vista, y grita: ”Ouuuuh! El Profeta”.

La revista satírica francesa la publicó el martes por la noche en las redes sociales, en la tapa de su último número, después que Erdogan enviara al presidente Emmanuel Macron a controlar “su estado mental”. Fue luego que el jefe de estado francés anunciara la legislación por “el separatismo islamista”, que el presidente turco consideró un ataque a todos los musulmanes, así como re publicación de las caricaturas del Profeta y el derecho a la blasfemia.

Esta imagen irreverente del jefe de estado cercano a los Hermanos Musulmanes lo enfureció. La justicia turca inició este miércoles acciones judiciales por “insulto al jefe de estado”.

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“Yo no miré esa caricatura. No hay necesidad de decir nada de esos bribones”, dijo Erdogan. Foto: AP

“Yo no miré esa caricatura. No hay necesidad de decir nada de esos bribones”, dijo Erdogan. Foto: AP

“Yo no miré esa caricatura. No hay necesidad de decir nada de esos bribones”, declaró Erdogan, en un discurso en Ankara en la mañana de este miércoles. ”Mi cólera no es al innoble ataque contra mi persona pero a los insultos del Profeta Mahoma”, continuó.

Turquía anunció el miércoles que adoptará “medidas judiciales y diplomáticas” después de la publicación de la caricatura del presidente Erdogan en Charlie Hebdo.

“Las acciones judiciales y diplomáticas necesarias serán adoptadas contra dicha caricatura” declaró la dirección de comunicación de la presidencia turca , en un comunicado en francés, en medio de esta tensión cruzada.

Acusaciones de racismo cultural

El martes a la noche, Turquía había acusado a Charlie Hebdo de “racismo cultural” y de “odio”, a través de Fahrettin Altin, el principal consejero de prensa presidencial. Él presentó esta publicación como “el programa anti musulmán del presidente Macron”. El ministro adjunto de cultura llegó aún más lejos: los llamó “hijos de puta” a los autores de las caricaturas.

La publicación en la portada de una caricatura del presidente turco.

La publicación en la portada de una caricatura del presidente turco.

Charlie Hebdo publicó las caricaturas del Profeta en el 2006, como otros diarios europeos, para defender la libertad de expresión, después que la publicación en un diario danés, había enfurecido a los musulmanes. Luego fue víctima de un atentado en el 2015 en su redacción en la Bastille, donde murieron 12 personas, entre periodistas y caricaturistas, en manos de dos hermanos yihadistas.

Francia ya retiró el sábado por consulta a su embajador en Ankara ante la primera agresión de Erdogan al presidente Emmanuel Macron, que consideró sus insultos sobre su estado mental “inadmisibles”.En Francia , el delito a la blasfemia está inscripto en la Constitución , cuando en los países musulmanes salafistas, como Arabia Saudita, los países del Golfo y Paquistán , se paga con la pena de muerte.

Diferencias estratégicas

Este nuevo enfrentamiento entre Turquía y Francia se produce cuando hay serias diferencias estratégicas entre ambos países por la participación turca en la guerra en Siria y el apoyo militar francés a Grecia en el Mar Mediterráneo ante las tensiones entre Ankara, Atenas y Chipre.

Las relaciones entre el Eliseo y Erdogan han sido ríspidas desde la llegada de Emmanuel Macron al poder. La resistencia francesa al ingreso turco a la UE y la ley del 2001 del reconocimiento del genocidio armenio enfurecieron a Erdogan, que busca recrear un neo imperio otomano con su política internacional.

El presidente turco aprovechó el retiro norteamericano en Siria para lanzar una ofensiva turca en el noroeste sirio contra las fuerzas kurdas del YPG, aliados de los occidentales en su lucha contra el autoproclamado Estado islámico, y sus declarados enemigos. La decisión enfureció a Francia y a los occidentales.

La interferencia turca en Libia cambió la relación de fuerzas por el apoyo de Ankara al Gobierno de Unión Nacional de Fayez l Sarraj en Trípoli y también tensó la relación con París.Francia apoya al general Hafytar mientras busca reconciliar las partes entre los enemigos de la política libanesa.También Europa vive el permanente chantaje de Erdogan sobre los refugiados sirios, que amenaza con enviarlos a Europa cada vez que hay crisis con sus aliados en la OTAN.

¿Fuera de la OTAN?

La relación con la OTAN es otra fuente de conflicto. Cuando es pilar de la organización por tener uno de los ejércitos más fuertes, Erdogan compró a Rusia un sistema de defensa antimisiles S400, incompatible con el que tienen el resto de la Alianza del Atlántico Norte.

El ex presidente socialista Francois Hollande puso en cuestionamiento la presencia de Turquía en la OTAN en las actuales circunstancias. “La presencia de Turquía en el seno de la OTAN debe ser preguntada a nuestros aliados en razón de sus comportamientos agresivos” propuso Hollande este miércoles.”¿Qué hacen Francia y Turquía en la misma alianza? se interrogó Hollande.”Hay agitación, políticas agresivas de Turquía hacia sus países aliados, y alienta conflictos armados en las puertas de Europa” estimó el ex jefe de estado francés.

Para Hollande, “Turquía tiene un comportamiento en Siria que no es aceptable , provocando conflictos que pueden alentar a organizaciones terroristas a resurgir”, tras citar su “comportamiento” en el conflicto entre Armenia y Azerbaiján.

“Los comportamientos agresivos de Turquía, sí, son un problema de presencia de Turquía en la Alianza Atlántica” dijo.

En junio del 2020, las relaciones franco turcas se enturbiaron con otro incidente en el Mediterráneo Oriental entre la fragata francesa Courbet, tomada por un navío turco, cuando efectuaba una misión de vigilancia de la OTAN, en el marco del embargo de armas destinadas a Libia. Inmediatamente después Erdogan hizo incursiones marítimas en Grecia y Chipre, el nuevo escenario para enfrentamientos.Macron se presentó como garante de la seguridad de las fronteras europeas frente “a la agresividad turca”.

La inserción islámica

El Islam es un problema mayor entre Francia y Turquía, Emmanuel Macron se inquieta “de la inserción islámica” turca en las comunidades musulmano-francesas a través de las mezquitas que financian, los imanes y sus mensajes.

Turquía posee la mitad de los 300 imanes que envían al extranjero y quiere implantar escuelas islámicas en Francia, cuando aquí se ha prohibido el uso del velo o signos ostentatorios religiosos en nombre de la laicidad. Mientras, Erdogan eroda la laicidad turca, que se impuso tras la caída del imperio Otomano e islamiza el país. El presidente turco detesta los movimientos de Francia para frenar su influencia en los suburbios con inmigrantes musulmanes.

En Francia viven 8 millones de musulmanes, la mayor comunidad europea, y la república defiende su laicidad o el derecho a no creer, más allá de la religión que cualquiera practique. Macron alerta a Europa de las intenciones de Erdogan y está dispuesto a resistirlo, al igual que sus influencias en la guerra entre Armenia y Azerbaiján, donde participa y ha enviado milicianos sirios.

Erdogan ha llamado a los turcos ha boicotear los productos franceses. Un boicot que se amplia en todos los países musulmanes con manifestaciones, que los franceses deben evitar por su propia seguridad.

Discretamente se eleva el alerta en Francia después que se encontró el martes una bolsa de municiones en el Campo de Marte. La noticia tuvo más impacto en el exterior que en Paris. Pero como dijo el ministro del Interior francés, nadie duda de que habrá un nuevo atentado terrorista sino que nadie sabe cuando volverá a producirse.

París, corresponsal