Emboscada fatal en Junín y fin del amor entre los detenidos en el despacho del fiscal: se acusaron mutuamente

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“Cuando llegó el momento de hacerse cargo, se acabó el amor”. La frase usada por uno de los investigadores de la emboscada en Junín, que terminó con Marcelo Alejandro

Torres (34) desangrándose hasta morir, calza perfecto para graficar lo que ocurrió con la pareja acusada del homicidio en el despacho del fiscal de la causa este jueves: se echaron culpas mutuamente.

Se trata de Vilma Esther Verón (26) y ¿su actual pareja? Gustavo Damián Arrieta (33).

Ambos fueron detenidos el miércoles por emboscar y matar a Torres, con quien la mujer había tenido una relación de dos años y que terminó con denuncias cruzadas por violencia entre ambos.

La prueba que los investigadores tienen para acusar a la pareja del homicidio es contundente: imágenes de las cámaras de seguridad, mensajes y llamadas incriminatorias borradas y recuperadas, prendas de vestir, el arma homicida y hasta lesiones en el cuerpo.

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Nada de juntos a la par. Los dos detenidos se acusaron mutuamente.

Nada de juntos a la par. Los dos detenidos se acusaron mutuamente.

“Admitieron su grado de responsabilidad pero dijeron cosas diferentes sobre el rol que tuvo cada uno y el que tuvo el otro. Se echaron culpas mutuamente”, detallaron a Clarín fuentes con acceso al expediente sobre lo que fue la indagatoria a los detenidos.

Según la hipótesis del caso, Verón llamó a Torres para verse, se encontraron y fueron en el Renault Clío de él hasta el Parque Ecológico de Junín. Cuando estaban llegando, ella le mandó un mensaje a su novio para avisarle. Él ya estaba en el lugar, esperándolos. Y entonces, lo mataron.

El fiscal Sergio Terrón les imputó a los acusados el delito de homicidio agravado por alevosía; y en el caso de Verón también por la relación preexistente con la víctima.

Así encontraron el auto de la víctima. Foto DIARIO JUNIN. COM

Así encontraron el auto de la víctima. Foto DIARIO JUNIN. COM

Es que para el fiscal los asesinos no sólo emboscaron a la víctima y le dieron tres puñaladas mortales en el cuello, sino que lo dejaron desangrándose en su auto en el Parque Ecológico de Junín sin chance de pedir auxilio.

“Además de estar en una zona despoblada, le sacaron las llaves del coche y el celular”, remarcaron las fuentes el por qué el fiscal Terrón consideró que actuaron con alevosía, sobre seguro y no le dieron posibilidad de nada.

El caso

El crimen de Torres ocurrió la madrugada del 27 de octubre pero se empezó a gestar mucho antes. La noche del 26, la víctima, que era papá de mellizos de 9 años y vivía con su padre en Junín, después de cenar recibió una llamado. Luego, se subió a su Renault Clío blanco y se fue.

Eso se los contó el padre de Torres a los investigadores cuando la mañana del 27 la Policía fue a su casa a darle la triste noticia: habían matado a su hijo. Una vecina había encontrado el cuerpo bañado en sangre en el auto, en una zona de monte conocida en Junín como el Parque Ecológico.

Una imagen clave: la sospechosa y la víctima de crimen de Junín. Foto: Captura

Una imagen clave: la sospechosa y la víctima de crimen de Junín. Foto: Captura

A la víctima le faltaba el celular Samsung y las llaves del Renault Clío blanco. Luego, la Policía los encontraría tirados junto con un cuchillo tipo navaja con manchas de sangre, que se cree fue el arma homicida.

Las imágenes de las cámaras de seguridad llevarían a los investigadores a una toma donde se ve a Torres con una mujer rubia que usaba una campera roja. Ambos iban en el Renault Clío blanco rumbo al Parque Ecológico.

Escenas previas, de cuando aún no había dado la 1 del 27 de octubre, muestran a la mujer rubia de campera roja rumbo al encuentro con Torres: era Verón. Una prenda similar a la que llevaba la imputada fue secuestrada en un allanamiento.

Al revisar el teléfono, encontraron mensajes y llamadas de WhastApp borradas que pudieron ser recuperadas. En uno de esos archivos, la acusada le avisaba a la 1.06 a su novio, Arrieta, que estaban llegando.

Tres minutos más tarde el coche de la víctima ingresa al predio del que Torres no saldría vivo.

Su ex lo emboscó en complicidad con su novio actual, y lo mataron. “Fue premeditada la emboscada, no sabemos si siempre tuvieron la intención de matarlo o se les fue la situación de las manos, pero no hay dudas de que lo planearon”, había contado una fuente del caso.

Este jueves,los acusados no pudieron negar la prueba, sí la autoría del crimen, y le echaron la culpa a su pareja: en el despacho del fiscal, se terminó el amor.

PJB