Entrevista al creador de la vacuna española contra el coronavirus: "Argentina podría ser uno de los primeros países en tenerla"

“Las condiciones que conversamos para el ensayo es que se trate de personal que trabaje en un centro sanitario, que no esté infectado, que no padezca ninguna inmunodepresión y que esté en contacto con pacientes infectados por coronavirus”, comenta Cardona sobre su intercambio con Belloso, que es jefe del Area de Investigación Clínica con Patrocinio Externo del Departamento de Investigación del Hospital Italiano de Buenos Aires.

-¿Por qué su vacuna, que es española, se va a testear en Argentina?

-Yo fui el inventor de la vacuna pero en todo el proceso de transferencia de tecnología está la implicación de la empresa privada y aquí la conexión está con el CEO de RUTI Inmune, que es la empresa que lo lleva, que estudió aquí en Cataluña pero nació en Argentina. El tenía sus conexiones.

-¿Cuál es el motivo por el cual el ensayo se va a aplicar en personal sanitario?

-Para facilitar la logística del ensayo. Al ser una primera prueba, siempre es más fácil ofrecerlo al personal sanitario por proximidad, por capacidad de entender el estudio. Al principio se pensó también que eran la población que tenía más riesgo de contagio, aunque ahora no está tan claro este punto.

-Su vacuna es originalmente contra la tuberculosis. ¿Cómo se adapta una vacuna a otro virus?

-No se adapta. Aquí lo que se redescubre es el mecanismo de acción que tiene esta vacuna, que normalmente no se tiene en cuenta, que es la capacidad de estimular la inmunidad innata.

-¿Qué tipo de inmunidad es ésa?

-Es la que llega primera, en el minuto cero, cuando hay un foco infectivo. Esto, normalmente, no se busca en una vacuna.

-¿A qué se le presta atención cuando se prueba una vacuna?

-Por lo general se busca que sea muy específica para un patógeno concreto ya que de esta manera es más eficiente. Pero está este componente de estimulación de la inmunidad innata de los monocitos, de estas células blancas que llegan al punto de la infección en el minuto cero, que normalmente no se tiene en cuenta. Es un mecanismo en el que se ha empezado a trabajar hace unos 5 años y que implica una modificación epigenética de las células madre de estos monocitos y, por lo tanto, da una cierta memoria, de unos dos años. Es una memoria menos importante que la inmunidad que normalmente se busca con vacunas. Seguramente la eficiencia también será menor pero, por otro lado, también tenemos este amplio espectro: que puede actuar contra diferentes patógenos. Es lo que buscamos aquí. De hecho, cuando se empezaron los estudios con BCG, que es la vacuna de tuberculosis que actualmente está en el mercado, la intención era dar esta vacuna esperando que salga una vacuna especifica más potente.

-¿Cuánto influye hacer el estudio clínico sobre una población como la argentina donde la BCG figura en el calendario de vacunación obligatoria y es la primera que recibimos al nacer?

-En principio no influye. Normalmente la BCG se da cuando uno nace y, por lo tanto, si bien se dice que la inmunidad especifica puede llegar a ser de 10 años, la inmunidad que buscamos, que se llama “entrenada”, dura unos dos o tres años.

-Entonces, ¿cuán duradera sería inmunidad de su vacuna?

-La idea es poder medir esa inmunidad pero no es algo fácil saberlo. Habrá que esperar tres años para saber cuánto dura.

-¿Sería una vacuna que la población tendría que aplicarse todos los años, como la de la gripe?

-Seguramente. Porque el otro concepto importante es que esta vacuna también podría servir como refuerzo para otras vacunas estacionales, como la de la gripe. Sabemos que la de la gripe tiene una eficacia en torno al 75 por ciento. Entonces, cuando no es lo suficientemente buena, se podría complementar con ésta. El concepto importante es el de contar con una vacuna “fondo de armario”, es decir, una vacuna de reserva para cualquier eventualidad, cualquier pandemia. Supongamos que el Sars-Cov-2 tiene una variación y todas las vacunas que se estén usando no funcionen. Habría que hacer otras vacunas pero, en el mientras tanto, en el impasse, tendrías esta vacuna que te serviría para parar el chaparrón de entrada.

-¿Quiere decir que ésta sería una vacuna intermedia, de transición?

-No sería la definitiva. Sino la que usaríamos a la espera de la definitiva, de la mejor, pero se podría dar inmediatamente y en muchas circunstancias desgraciadas como las que nos encontramos ahora.

-¿Es decir que esta vacuna no evita la infección sino que la atenúa?

-Es lo que también queremos ver en el ensayo clínico: la carga viral que recibes cuando te infectas es muy variable y queremos ver si se puede evitar la infección y si, en caso de que haya una infección, si disminuye la gravedad.

-¿Por qué la suya es la primera vacuna española que se autoriza para un ensayo clínico internacional?

-Diseñé esta vacuna hace 20 años. Llevamos 20 años de desarrollo y ya tiene varios ensayos clínicos en tuberculosis, hasta una Fase II. También en cáncer de vejiga y en pacientes con HIV. Por lo tanto es una vacuna que tiene una experiencia de uso y fabricación importante. Ya está lista para estar en Fase III para ver su eficacia. Aunque hay muchas vacunas, están en fases menos avanzadas.

-¿Hay posibilidad de que se siga su desarrollo en Argentina o nuestro país sólo aporta los voluntarios para el ensayo clínico?

-Siempre que hay un ensayo clínico en un lugar tiene que haber involucrada una empresa del país, en este caso, una empresa argentina. El desarrollo también se llevará a cabo en Argentina.

-Si el ensayo clínico dura 9 meses. ¿Cuándo podrá estar lista la vacuna?

-Dependerá de si el resultado del ensayo es lo suficientemente robusto o no. Es difícil de prever. Los resultados estarán en septiembre. La idea es hacerlos en otros países y ver si se combinan los datos. El hecho de que haya experiencia de uso previa puede facilitar su entrada en el mercado.

-¿Habría algún beneficio extra para Argentina por el hecho de prestar su población para el ensayo clínico?

-El beneficio estaría en esta colaboración en el desarrollo. De cara a entrar en el mercado, el hecho de que ya se haya hecho un ensayo en el país es probable que facilite su ingreso por parte de las autoridades. Por lo tanto, Argentina podría ser uno de los primeros países en los que entre la vacuna.

-Si todo va bien, ¿en septiembre del año que viene se podría estar aplicando la vacuna en Argentina.

-En un terreno ideal, sí. Si lo aceptan las autoridades, sí.

Madrid. Corresponsal

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