Vacuna contra el coronavirus: ya avanzan con la firma de los contratos y podrían sumar al Ejército a la campaña de vacunación

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Este jueves, el Senado dio un paso clave para que la esperada vacuna del coronavirus ​llegue a la Argentina: aprobó una ley de vacunas específica que habilite al Gobierno nacional a cerrar

esos acuerdos. La norma no está exenta de polémicas porque, señalan desde la oposición, contempla cláusulas que protegen a las farmacéuticas, como que en caso de litigio con el Estado no se dirima en un tribunal argentino sino del país que elija la compañía.

Desde el Gobierno explican que es una cuestión de oferta y demanda: los laboratorios son los que tienen el bien preciado, y estas condiciones se las pusieron a todos los países a los que les venderán sus vacunas.

Argentina viene negociando con varios de los que están en punta. En algunos casos, como el estadounidense Pfizer o el británico AstraZeneca, con las empresas; en las vacunas de Rusia y de China, directamente con los estados, porque tienen participación en las compañías biotecnológicas. Con la ley aprobada, falta solo la promulgación para empezar a firmar los contratos, lo que ya podría suceder a partir de la semana que viene.

“Se firma un contrato a riesgo y/o contratos que prevén devolución aun sin la vacuna aprobada. Lo que se compra es reserva de producción y prioridad en el plazo de entrega en un contexto de alta demanda y oferta insuficiente”, confirmó a Clarín Lisandro Bonelli, jefe de Gabinete del Ministerio de Salud de Nación, y uno de los funcionarios que está en el seguimiento diario de la pandemia.

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El plan del ministerio es comprar un total de 40 millones de dosis para cubrir una población de 20 millones, pero la prioridad está puesta en vacunar al personal de salud, fuerzas de seguridad, adultos mayores y personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo. Todo este grupo, calculan, son 12,5 millones.

Lisandro Bonelli, jefe de Gabinete de Ginés, dio detalles de cómo será la campaña de vacunación contra el Covid. Foto Ministerio de Salud

Lisandro Bonelli, jefe de Gabinete de Ginés, dio detalles de cómo será la campaña de vacunación contra el Covid. Foto Ministerio de Salud

¿Cuántas dosis se comprará a cada uno de los laboratorios? “Nuestro objetivo es que la primera vacuna que aparezca, estemos rápido para agarrar por lo menos una parte. Claramente un solo laboratorio no va a poder proveer a toda la población objetiva que queremos vacunar”, dice Bonelli.

En función de cuántas dosis se le compre a qué laboratorio, será el cálculo final de cuánto dinero invertirá Argentina en la herramienta fundamental para frenar la pandemia: la más económica es la de AstraZeneca (que se producirá en parte acá) a 4 dólares la dosis, y las restantes rondan los 10 dólares. “Compraremos lo que cada uno tenga, no depende de nosotros”, apunta. Con el laboratorio estadounidense Moderna no hubo conversaciones (es la más cara, a unos 35 dólares) ni tampoco con el español Archivel Farma, que acaba de anunciar su ensayo clínico de fase II en nuestro país.

Argentina ya transfirió 31,7 millones de dólares al fondo COVAX, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud que busca garantizar el reparto equitativo de vacunas entre todos los países. En él, los países hacen una inversión conjunta ​en la fabricación por adelantado, y luego reciben dosis en función del aporte hecho. Desde COVAX arribarán exactamente 9.075.353 dosis para vacunar a poco más de 4,5 millones de personas.

La planta del laboratorio mAbxience en Clarín, donde se producirá localmente la vacuna de AstraZeneca. Foto EFE

La planta del laboratorio mAbxience en Clarín, donde se producirá localmente la vacuna de AstraZeneca. Foto EFE

Según pudo saber este diario, uno de los laboratorios anticipó que podría llegar una primera partida de 750.000 dosis en diciembre. Otros dos prometieron entre enero y marzo, y un cuarto espera terminar todos sus procesos de validación para distribuir en abril. En el Gobierno confían en llegar a ese mes con una cobertura importante de esos 12,5 millones que se vacunarán en la primera etapa. “El objetivo es no entrar a otro invierno sin vacunar”, remarca Bonelli.

Ahora bien, ¿cómo se van a distribuir esas dosis que vayan entrando en tandas? “Primero se va a vacunar al personal de salud”, anticipa el funcionario, que calcula en alrededor de un millón de trabajadores con prioridad de inmunización.

Bonelli también concede que este operativo de vacunación tendrá una complejidad inédita hasta ahora, no sólo por la logística y la urgencia, sino por la presión social. Clarín ya había dado cuenta, por ejemplo, de la complicación de la cadena de frío que requieren algunas vacunas, que se conservan a 80 grados bajo cero: “Es más complejo, pero lo vamos a acomodar”, afirma.

Un voluntario participa en una prueba en humanos de una posible vacuna para el coronavirus. Foto AP

Un voluntario participa en una prueba en humanos de una posible vacuna para el coronavirus. Foto AP

En la teoría, el diagrama de la estrategia de vacunación sería muy similar al de la influenza, que este año tuvo niveles récord por la pandemia con 14 millones de personas inmunizadas en poco más de un mes a través de la campaña oficial. Pero en la práctica no lo es. La Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, ya anticipó que va a duplicar la cantidad de vacunadores. Y el jefe de Gabinete de Ginés González García desliza que están analizando la posibilidad de que el Ejército se sume al operativo de la vacuna Covid, y el ministro ya lo habló de manera informal con su par de Defensa, Agustín Rossi: “Es una de las cosas que está en carpeta. El Ejército tiene buena capacidad logística y de distribución”.

Hay otro tema relacionado con la vacuna que preocupa en el Gobierno. No son los contratos, no es la distribución, no es la cadena de frío: es la demanda de la gente en el momento en que la campaña arranque. Temen algún desborde en los centros de vacunación porque necesariamente va a tener que cumplirse un orden de prioridades. “Fuerza de seguridad va a tener que haber para organizar. Y también vamos a trabajar mucho sobre la comunicación. Son los problemas que te pone la pandemia y los tenés que ir resolviendo”, cierra Bonelli.

AS