Con Coti, volvieron los shows en vivo, con público y protocolo estricto

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Después de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires autorizara la vuelta de los recitales al aire libre y con público reducido, Coti Sorokin, junto a su

banda Los Brillantes, dio un show en Ciudad Cultural Konex con todos los requisitos de seguridad: capacidad para 150 personas, con uso obligatorio del tapabocas y separadas por 2 metros de distancia, y una duración de 90 minutos.Fue el primero presencial (ya sin autos) y con entrada paga desde que se dictó la cuarentena en marzo.

Las puertas se abrieron a las 17.30 horas y antes de ingresar tomaban la temperatura de los asistentes, les ponían alcohol en gel en las manos y les hacían firmar una declaración jurada de salud (o se podía presentar la de la app CuidAR). Adentro los acomodaban en sillas de a dos personas (tenían que ser convivientes, no se vendían entradas individuales) y no se podía deambular por la zona una vez que te ubicaban. Para ir al baño o comprar comida, había que levantar la mano y que se acercara uno de los acomodadores. También se difundían las medidas de seguridad en la pantalla del escenario durante toda la previa.

Bajo esta nueva modalidad, Coti salió a cantar con Los Brillantes a las 19.20  y soltó un “¡Volvimos!” durante el primer tema, Días. Y un rato después, habló al respecto: “Estamos muy contentos. Hace nueve meses que estamos soñando con este día, con volver al escenario para laburar de lo que sabemos hacer”. Le siguieron Tanta magia, Antes de ver el sol y el single 2020 La chica de la esquina rosada. La noche recién empezaba para el flamante novio de Candelaria Tinelli y su troupé.

Una imagen del show de Coti, que muestra cómo se ubicó al público, en asientos de a pares y distancia social. Foto Emmanuel Fernández

Una imagen del show de Coti, que muestra cómo se ubicó al público, en asientos de a pares y distancia social. Foto Emmanuel Fernández

BANER MTV 1

Durante el show, el público cantaba sentado, arengaba con un “¡Olé, olé, olé, Coti, Coti!” y le hacía comentarios cómplices entre tema y tema. “¡Queremos saltar!”, gritó uno. “¿Quieren saltar? Pasa que el protocolo no lo permite”, se atajó el rosarino y enseguida resolvió la cuestión: “Ahora vamos a hacer un par de canciones tranquis para que no tengan ganas de levantarse”. Así asomaron Canción de adiós y Tu nombre, un momento íntimo acompañado solo por su corista/tecladista Luna Sujatovich (sí, hija del histórico tecladista Leo Sujatovich y hermana de Mateo, líder de Conociendo Rusia: todo el talento en los genes).

Vestidos todos de rosa, se percibía mucho feeling con Los Brillantes, junto a los cuales ya se había presentado en el Autocine Al Río de San Isidro hace dos meses, en lo que fue el primer autoconcierto hecho en Argentina.

Pero esta vez era distinto, por eso había tanta emoción sobre el escenario del Konex. “Estamos todos hisopados, así que nos podemos abrazar y besar, como en los partidos de fútbol”, avisó Coti a mitad del recital, que también pudo seguirse por streaming, con un ticket mucho más barato que el presencial ($600 contra los $4.500 para dos personas). En ¿Dónde están, corazón?, otro hit de su repertorio, incitó a la gente a que se parara y bailara en su lugar... pero enseguida tuvo que desistir por el protocolo. “Y se va, como el COVID, se va”, cantó, jugando con uno de los versos de la canción.

Para el final quedaron Bailemos, Lento, Otra vez y un saludo de despedida: “Pudimos volver al escenario y ahora se trata de ir creciendo pasito a pasito”. Tras un breve descanso, el bis fue Nada fue un error, y después la banda saludó abrazada con Free Fallin” (Tom Petty) de fondo. La salida también fue inédita: la gente fue desagotando el lugar en filas, para mantener la distancia social, empezando por las sillas de adelante.

Esta nueva modalidad promete quedarse (el Konex tiene programados para diciembre a Dante Spinetta, Santiago Motorizado, 1915, Los Tabaleros, Santi Celli y La Bomba de Tiempo) y se estudia la posibilidad de poner sillas en hileras de seis, para ir con grupos de amigos, y otras individuales.

También en el Centro Cultural Recoleta retomaron la programación esta semana con un show de Bandalos Chinos en la terraza, y en Obras Sanitarias (que durante la cuarentena se transformó en autocine) ya anunciaron la presentación del trapero Ecko el mes que viene, con “plataformas open air hasta 5 personas”. Así se vive la nueva normalidad para los amantes de la música. Incómoda, pero cada vez más parecida a la vieja. ¿Volverá el pogo en 2021?

WD