¿Cuánto puede moverse el dólar oficial sin hacer acelerar la inflación?

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La inflación cerrará 2020 en torno a un 37%, estiman los analistas. En el Gobierno están satisfechos, resaltan que bajó 20 puntos frente a 2019 (que fue el máximo en 28

años), pero no dejan de reconocer que a lo largo de este año estuvieron contenidas las principales variables que determinan los precios.

A decir por Martín Guzmán, la principal fuente de tensión inflacionaria es el dólar, seguido por tarifas, el primero con movimiento acotado y el segundo con los valores congelados desde 2019.

Con una brecha cambiaria que parece haberse acomodado en torno al 85% (tras haber tocado un pico de 150%), las expectativas de devaluación en parte se van calmando. Pero aún así la pregunta es cuánto puede aumentar el ritmo de devaluación del dólar oficial sin que esa variación haga subir de escalón a la inflación, de por sí elevada.

Una aceleración de la inflación tendría una consecuencia muy difícil de asimilar: el crecimiento de la pobreza, en una Argentina donde 40% de la población no llega a tener los ingresos necesarios para cubrir sus necesidades básicas.

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Tras subas mensuales en torno a 2,7%, en noviembre el dólar mayorista se movió a un ritmo un poco mayor, de 3,8%. Pero para los analistas, no es la explicación de un IPC que ven en torno a 3,5% para el mes.

Juan Luis Bour, de la Fundación FIEL, señaló que si la inflación sube y aumenta el dólar, como afirman y requieren, se retroalimenta. “La única chance de que acelere poco es con un plan fiscal creíble, que baje la brecha”, sostuvo.

El pase a precios de la suba del dólar se conoce como “pass through”. ¿De cuánto es en la Argentina? “Depende de cuánto convenzas a los agentes con tu programa. En corto plazo puede ser 30%, a mediano plazo el pass through es mucho mayor si se mantienen los desequilibrios”, añadió Bour.

Melisa Sala, economista jefa de LCG, dijo que el margen para aumentar el ritmo de devaluación es acotado. “Pero lo cierto es que el alza de la brecha en octubre ya demostró que el tipo de cambio cada vez ancla menos. Los precios se aceleraron fuerte ese mes cuando las cotizaciones paralelas se dispararon. Así que, si bien no hay margen para devaluar sin esperar un traslado a precios, menos ahora cuando la actividad comienza a recuperar, atrasar el dólar oficial tampoco es una opción sana”, describió.

Soledad Pérez Duhalde, de la consultora Abeceb, sostuvo que en el escenario base que manejan es que se va a tratar de manter el crawling peg (depreciaciones graduales), porque eso impacta directamente en precios.

Describió que en 2021se va a avanzar con el descongelamiento de las tarifas, que se suma a una inercia que sigue elevada, presiones distributivas, salariales y recuperación post pandemia. “Ya estamos en fogonazo inflacionario. Si se agrega a eso mayor suba del dólar, complicaría mucho más. En octubre ya dio por arriba de la esperada por el mercado”, reconoció.

Si bien en noviembre el dólar oficial se movió a un ritmo un poco mayor, Pérez Duhalde diferenció ese esquema de un salto devaluatorio, donde el impacto en los precios sería otro. Delimitó también que en noviembre los aumentos que se dieron tuvieron más que ver por la brecha y la expectativa que por la suba del dólar en sí.

Matias Rajnerman, de Ecolatina, mencionó que el dólar se movió en línea con la inflación pero que aún así las reservas netas fueron cayendo mes a mes y el poder de fuego del Banco Central, reduciéndose.

“En este marco, podría haber un salto cambiario: la autoridad monetaria no tiene el poder suficiente como para defender la paridad del tipo de cambio. Un salto mayor a 5% en pocos días aceleraría la inflación casi de manera inmediata, llevándola a otro escalón”, respondió ante la consulta de qué podría ocurrir, y estimó que la inflación podría saltar a un 5% mensual.

Consultado en una entrevista en Página/12 sobre las principales fuentes de presión inflacionaria, Guzmán respondió que “el tipo de cambio es la principal. Y después las tarifas. Por eso es tan importante definir un esquema consistente sobre cómo se determinarán”.

Para 2021, aún cuando estas variables se empiecen a mover, cree que la inflación será menor. Mencionó que habrá “crecimiento económico”, que en las tarifas van a cambiar el esquema del gobierno de Juntos por el Cambio porque “era inflacionario”, y que el dólar “se moverá al ritmo de los precios, en un contexto que esperamos que siga bajando la inflación”.

AQ