Una ametralladora robot, detrás del asesinato del científico iraní

Internacionales
Lectura

Las cámaras de televisión que el lunes transmitían en directo el funeral de Mohsen Fajrizadeh, padre del programa nuclear iraní, evitaban hacer primer plano en otros rostros que no fueran los ya conocidos

por la población. Había orden de no revelar caras que no fueran las del ministro de Defensa u otros generales con cargos de visibilidad pública, con presencia habitual en los medios. Todo ello en una ceremonia poco nutrida por la pandemia. Las razones que explican esa cautela, según fue quedando claro a lo largo del día con las declaraciones de los altos mandos, tienen que ver con la sorpresa y perplejidad del poder iraní ante la sofisticada tecnología utilizada para asesinar a quien hasta el viernes era un científico prácticamente desconocido para la mayoría de la población.

La versión de los cinco hombres armados que viajaban en una camioneta negra difundida inicialmente por las agencias de noticias iraníes después del atentado se ha transformado radicalmente con el paso de las horas.

Según ha trascendido ahora, las balas que acabaron con la vida de Fajrizadeh habrían sido disparadas por una ametralladora controlada por control remoto.

“Debido a la frecuencia de informaciones que hemos recibido estos últimos 20 años sobre posibles atentados contra el científico, desafortunadamente en esta ocasión el asunto no fue atendido con la suficiente seriedad, y esta vez tuvieron éxito”, aseguró el comandante Ali Shamkani, secretario del Consejo Superior de Seguridad Nacional, la que es la máxima instancia en materia de seguridad en Irán.

BANER MTV 1
El lugar del atentado. Foto:AP

El lugar del atentado. Foto:AP

No había nadie en el escenario del crimen”, agregó Shamkani, quien admitió que los servicios de inteligencia y de seguridad habían predicho con exactitud la posibilidad de un atentado en ese mismo lugar contra el que está considerado como el cerebro del programa nuclear iraní.

“Este asesinato no quedará sin respuesta”, manifestó por su parte el ministro de Defensa, Amir Hatami, que como el resto de autoridades apuntan hacia Israel como responsable del asesinato.

El ataque pasó a paso

El escenario que el lunes intentaban reconstruir los medios de comunicación iraníes era el siguiente: el coche blindado del científico, en el que también viajaba su mujer, transitaba por un boulevard de la pequeña población de Absard seguido de los coches de sus guardaespaldas.

Al sentir que algo había impactado en el vehículo, Fajrizadeh se bajó del automóvil para supuestamente revisar lo que había ocurrido. En ese exacto momento, la ametralladora, escondida en el interior de un coche localizado a 150 metros de donde se encontraba el científico, empezó a disparar.

Las balas lo alcanzaron en un costado y en la espalda. Uno de los guardespaldas que acudió en su ayuda también recibió algunos impactos. Poco después el coche en el que estaba escondida el arma explotaba.

Manifestanes marchan con la imagen de Mohsen Fakhrizadeh. Foto: Reuters

Manifestanes marchan con la imagen de Mohsen Fakhrizadeh. Foto: Reuters

La cadena en inglés de la televisión pública iraní, PressTV, añadía que los restos del arma encontrados en el lugar tenían el logo y especificaciones propias de la industria armamentística israelí.

En la lista de sospechosos, además de Israel , también se apunta a la organización Mujaiden-e Khal, grupo opositor considerado por el régimen como el gran enemigo de Irán y que en el pasado ya ha colaborado con el Mosad y otros servicios de inteligencia occidentales.

“Sin duda los hipócritas –en el lenguaje con que se les califica– tienen algo que ver en ello”, sentenció Shamkani al salir de un funeral en el que los participantes pedían abiertamente venganza.

El interrogante está en saber cuándo llegará esta respuesta. El presidente Hassan Rohani ha evocado el concepto de “paciencia estratégica”, que cada vez tiene más enemigos en Irán.

Esperar a Biden

“Es evidente que hay una disputa entre los dos grandes grupos de la política iraní. Unos piden una revancha rápida y otros quieren tiempo”, explicaba el lunes el experto en política internacional Naser Hadian, que asegura que el Gobierno de Rohani, pero también países aliados como Rusia y China, piden no responder ahora y esperar al gobierno estadounidense de Joe Biden para que la diplomacia tenga una oportunidad.

Pero hay otro sector, del que forma parte el jefe del brazo judicial y el portavoz del Parlamento, que creen que “mostrar contención es dar luz verde a los terroristas”.

El domingo, un periódico que se considera próximo al ala más dura del régimen proponía que las represalias se centraran en el puerto israelí de Haifa y que comportaran vidas humanas.

Por Catalina Gómez Ángel, Teherán, Irán. 

ap