Aborto legal: las posturas se polarizan entre las acusaciones de "asesinato" y la demanda de derechos

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En la segunda jornada del debate del aborto se pronunciaron aún más las posturas antagónicas: quienes se oponen insistieron en reforzar la idea de la vida desde la concepción, hablaron de

biología, códigos genéticos, ADN, mientras que quienes apoyan repitieron que se trata de una cuestión de derechos humanos, salud pública y libertad.

En el segundo día de reuniones informativas que se dan en el plenario de comisiones de la Cámara Baja del Congreso se escucharon 30 voces: 15 a favor, 15 en contra. Por la mañana se escucharon 10 posturas, por la tarde otras 20. Las estadísticas, las leyes y hasta las sensaciones de las mujeres son leídas de manera completamente opuestas por unos y otros. Pero esta vez los discursos, sobre todo de quienes se oponen, subieron el tono

A la estrategia del sector "celeste" de correr del centro lo religioso para centrarse en lo científico, se suma la de hacer hincapié en que el aborto no es una preocupación de mujeres pobres. A su turno, distintas voces aseguraron que "todas" las mujeres pobres quieren tener muchos hijos y que los hijos son "su proyecto de vida".

El sector celeste, creador del slogan "salvemos las dos vidas", también avanzó hoy en el uso de palabras de alto impacto. Repitieron decenas de veces "matar" y "asesinatos", "eliminación de humanos", "genocidio", "racismo cromosómico". También "hijitos", "embriones", "chicos por nacer", "fetos que lloran", "cuerpecitos". Por el contrario, las mujeres son "las demandantes", o las que quieren el aborto "a libre demanda". Y quienes realizan las intervenciones serían "sicarios".

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Cecilia Moreau, al igual que en la primera jornada, pidió respeto ante las palabras usadas. Y denunció que legisladores recibieron amenazas y mensajes de intimidatorios por correo electrónico: “No lo vamos a tolerar. Van a ser denunciados e investigados, vengan de donde vengan y vayan hacia quien vayan. Así que no pierdan más el tiempo”.

Uno de los discursos más duros fue el del abogado Siro de Martini, que aseguró: “Lo que será sometido a votación es básicamente un proyecto de ley que convierte el delito del aborto en un derecho que se extiende hasta el momento del nacimiento del niño o niña. En todo ese período de nueve meses, habrá derecho a matarlo. Unos segundos después (del nacimiento), será un homicidio agravado. A veces tratan de engañarnos y confundirnos. Interrumpir el embarazo es matar al niño. Significa esto y ninguna otra cosa”.

“El Congreso de la Nación estaría autorizando a la madre y obligando a todos los centros de salud del país a matar a una persona inocente e indefensa. Al abogado le recordaron que el Código Penal permite el aborto por causales y que la Corte Suprema ratificó este derecho en 2012 y el abogado entonces cuestionó el fallo del máximo tribunal. También cuestionó a la Organización Mundial de la Salud.

Pablo Garat, decano de la facultad de derecho de la UCA, sostuvo algo parecido: “Hay un principio mandatorio dentro del ordenamiento jurídico argentino que es el del interés superior del niño y la niña como principio de interpretación constitucional, prevaleciendo el interés del niño cuando entra en conflicto con otro sujeto”.

Roberto Gargarella, doctor en derecho y profesor de derecho constitucional de la UBA, buscó desarmar esos argumentos: “Tenemos que resistir una idea de muchos colegas de cómo se interpreta la Constitución. Tenemos que resistir la idea de que la Constitución viene con contenidos precisos. Por lo contrario, la Constitución es un manual de procedimientos para que tomemos las decisiones sustantivas. No es un caja que ya incluye todas las respuestas. Cuestiones como el aborto o la eutanasia no están predecididas por la Constitución”.

Desde el lado verde también se habló de muertes, pero de las mujeres. Por sus abortos clandestinos y los riesgos y complicaciones. María Belén Carcedo, médica general y de familia, citó historias de mujeres de distintas edades, habló de sus voces quebradas al contar sus vidas en los consultorios: "Quien decide abortar aborta, sea el que sea el status legal del país". Habló del aborto inseguro como la primera causa de muerte materna. Y recordó que en 2018, mientras se daba el debate por el aborto en el Congreso, murieron 35 mujeres: "Es un tema de derechos humanos".

Carolina Comaleras, médica, y parte de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, habló de "autonomía, derechos, sentimiento humanitario". Aseguró que más de 2000 niñas tuvieron un hijo en 2018, "eso no es una bendición, es una tortura, se les ha arrebatado la infancia, es una enorme vulneración de derechos, en un mundo justo las niñas no son madres".

Natalia Gherardi, abogada del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género habló del principio de no regresividad de los derechos humanos: "Quienes se oponen quieren imponer conductas heroicas que ni la ley pide". Otra abogada, Marisa Herrera, investigadora del Conicet, sostuvo: “Sabemos que hay abortos clandestinos, es una realidad que nos interpela. Sabemos también que las mujeres que mueren por abortos clandestinos son pobres. Sabemos que la penalización no dio resultado, por lo que el Estado tiene que hacer algo”.

Sonia Terragona, subsecretaria de Medicamentos del Ministerio de Salud, habló de los "costos", para derribar otro de los argumentos de quienes se oponen, que aseguran que el Estado no puede afrontarlos. Dijo que un 25% de los abortos inseguros no terminan en el sistema de salud, pero el resto sí, por las complicaciones que llevan a internaciones y tratamientos. Dijo que con el aborto legal se gastaría diez veces menos que siendo ilegal. 

El debate se polariza: quienes postulan el "salvemos las dos vidas" recurren a términos relacionados con crímenes y asesinatos. Quienes apoyan el aborto legal subrayan que es una cuestión de derechos y libertad. El jueves se escucharán más voces, 10 a favor y 10 en contra, el viernes hablarán legisladores del plenario y el dictamen de comisión sería la semana que viene.