Técnicos de Anmat viajan a Rusia para revisar la calidad de la vacuna Sputnik

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postrimerías del año que quedará como el “de la pandemia”, avanza –día a día– el apodo que bautizará el 2021: el año “de las vacunas”. Y entre las novedades de la semana se conocieron avances importantes respecto a la vacuna desarrollada por científicos rusos. De hecho, este fin de semana viajará a ese país una delegación de técnicos argentinos con la intención de verificar las instalaciones del laboratorio que proveerá las primeras dosis en las próximas dos semanas. El viaje estará coordinado por la secretaria de acceso a la salud Carla Vizzotti y estará acompañada por la asesora presidencial Cecilia Nicolini y cuatro especialistas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

Esta movida es consecuencia de la firma del convenio entre Argentina y Rusia para la adquisición de 20 millones de dosis, las primeras de las cuales deberían comenzar a aplicarse antes de fin de año.

La llegada de la Sputnik V puede ser una solución, pero también genera un problema de bioética y salud. Es que aún no se han publicado en revistas científicas los resultados de las pruebas de Fase III para que otros epidemiólogos puedan corroborar lo que, hasta ahora, los científicos del Instituto Gamaleya afirman, en conferencia de prensa, método que dista de ser usual en ciencia.

Aunque lo común sería contar con esas publicaciones revisadas por pares, darle luz verde en cada país e iniciar las campañas masivas es una tarea que le corresponde a las agencias regulatorias. En el caso de Argentina es la Anmat que se enfrenta a una tarea compleja y poco usual ya que las agencias regulatorias de los países en desarrollo suelen “apoyarse” en los dictámenes de sus pares de los países del primer mundo que cuentan con recursos más idóneos para afrontar esa tarea.

De todos modos, los rusos no son los únicos que han recurrido a una mezcla de adelantos de información mezclados con marketing. Todos los grandes contendientes en la carrera están, o estuvieron hasta esta semana, en una situación similar. Pero eso ha comenzado a cambiar con los primeros papers con resultados de Fase III que están siendo publicados en revistas como New England Journal of Medicine y The Lancet.

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Mientras tanto en EE.UU. un panel de expertos independientes, convocado por la FDA dio su recomendación para que la vacuna de Pfizer reciba su aprobación oficial para ser usada como “emergencia” y se pueda comenzar a utilizar, posiblemente a partir del lunes de la semana próxima.

AstraZeneca probará la tecnología rusa

Ayer uno de los grupos de investigadores ingleses aceptó la oferta rusa para unir fuerzas contra el virus: el laboratorio británico AstraZeneca y el equipo de Gamaleya de Rusia anunciaron que realizarán ensayos clínicos conjuntos que combinan sus vacunas contra el coronavirus, en personas mayores de 18 años, para probar si la suma de ambas opciones mejora la respuesta inmune y la protección contra el virus.

“Anunciamos un programa de ensayos clínicos para evaluar la seguridad y la inmunogenicidad de la combinación de AZD1222, desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y la Sputnik V, desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya”, publicó AstraZeneca en un comunicado de prensa.

Según sus técnicos, ambas inoculaciones parten de la misma plataforma biotecnológica: tanto AZD1222 como la Sputnik V son vacunas de vectores adenovirales que contienen material genético que sintetiza la proteína más característica del SARS-Cov-2. El adenovirus en sí no puede replicarse, por lo que solo puede actuar como portador de material genético”.

Según los nuevos “socios” estos ensayos combinados de ambas vacunas comenzarían en las próximas semanas. Y no serían los únicos. Según afirmaron expertos ingleses, en enero del 2021 comenzará un ensayo clínico sumando dosis de la de Astrazeneca con la Pfizer, en un intento por obtener una inmnunogenicidad alta, pero también duradera.