Protesta de los guardavidas en la Costa Atlántica: advierten que no se podrá controlar el cupo de las playas

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Falta una semana para el inicio del verano y en un municipio de la costa atlántica ya se realizó la primera marcha de guardavidas. Bien temprano, bajo el paraguas de un

cielo despejado con sol radiante, los pocos turistas que adelantaron sus vacaciones en Villa Gesell (en una temporada atípica iniciada el 1° de diciembre), se despertaron perturbados por los bombos y redoblantes de unos 50 socorristas que se manifestaron en el cruce de Avenida Buenos Aires y Playa, el mismo lugar donde, en el fin de año de 2016, se realizó una fiesta clandestina que derivó en una batalla campal con la Policía Bonaerense.

Como en Aerolíneas Argentinas, en el abanico de representación sindical de los guardavidas se despliega tanto que dificulta unificar criterios: existen al menos nueve gremios en la costa atlántica, casi uno por Localidad. Los tres más grandes son Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell. En este último, trabajan alrededor de 250 bañeros, el 65% municipales y el resto privados. Sueldo promedio: $ 70.000 por mes.

Guardavidas se manifestaron en Villa Gesell y amenazaron con paros a una semana del arranque del verano.

Guardavidas se manifestaron en Villa Gesell y amenazaron con paros a una semana del arranque del verano.

La ruidosa marcha de Gesell se convocó para apoyar a los delegados gremiales que en ese mismo momento estaban reunidos con funcionarios de la municipalidad manejada por el kirchnerista Gustavo Barrera. "Hace un año nos mintió cuando se comprometió a aplicar el Convenio Colectivo para nuestros trabajadores. La medida fue firmada en un acta por el propio Intendente pero no cumplió. El convenio es importante porque nos da un marco de derechos que ellos mismos suelen jactarse de impulsar cuando están en campaña. Después, se olvidan de lo que prometen", señala en Santiago Mandia, del sindicato de Unión de Guardavidas de Villa Gesell.

BANER MTV 1

Lo más urgente para los socorristas es el tema salarial. Dicen que la Municipalidad sólo les ofreció un 8 %. "Siguen jugando con demorar las paritarias al no darnos respuestas. Pero esto es un bumerang porque nosotros no vamos a quedarnos de brazos cruzados y junto con las manifestaciones habrá huelgas", avisan desde el gremio. Y acusan que el jefe de gobierno local no cumple la ley que los ampara (14.798), promulgada en 2015.

La banderas verdes indican que se pude ingresar a las playas de Gesell.

La banderas verdes indican que se pude ingresar a las playas de Gesell.

En la Comuna admiten el paro, como medida de fuerza, genera malestar en muchos turistas que se siente desprotegidos cuando ellos o sus hijos ingresan al mar. "Que hagan un esfuerzo y se acerquen a lo que ganan nuestros compañeros de Pinamar, es decir, unos $ 100.000 mensuales, contando horas extras que Barrera no las paga o lo hace en negro", responden desde el sindicato. Y chicanean: "Al final, parece que Juntos por el Cambio que gobierna nuestro municipio vecino (por el intendente macrista Martín Yeza) es más sensible y perceptivo a los reclamos de los trabajadores".

Un guardavidas trabaja jornadas de seis horas, los siete días de la semana. Durante la mañana y tarde de playa hay dos turnos, cada uno con un socorrista. La ley marca que debe haber un puesto cada 80 metros y, en caso de "gran afluencia de público en las playas", cada 40 metros. "Esto no se cumple", denuncian en el sindicato.

Los guardavidas privados son los que, obligadamente, tiene que contratar cada parador que funciona en los balnearios. "Suelen ganar menos que los municipales y trabajan más horas", aseguran en el gremio. Y señalan que en Villa Gesell "hay unos 100 compañeros en estas condiciones".

Los carteles en el ingreso de las playas de Villa Gesell tienen un QR para saber si se puede entrar o no.

Los carteles en el ingreso de las playas de Villa Gesell tienen un QR para saber si se puede entrar o no.

Según el protocolo de la Municipalidad, ante un salvataje en el mar, debe haber dos bañeros: uno que entre al agua y otro "seco" afuera. "Muy pocos de nosotros recibimos kits para evitar el contagio de coronavirus o charlas de información sobre cómo actuar según lo que dispuso la Comuna como prevención de la pandemia. Acá hay una teoría para jactarse con los medios y otra muy distinta y caótica para llevar y cumplir en la práctica", se quejan.

Un protocolo algo confuso que pocos cumplen y nadie controla

Antes de entrar a cualquier playa de Villa Gesell, una familia debe primero cerciorarse de que en el balneario (hay 82 entre Gesell, Mar Azul, Las Gaviotas y Mar de las Pampas) haya lugar según lo estipulado por el protocolo municipal. Para saber si la playa está "saturada", hay que chequear el color verde o rojo de las banderas que flamean en los ingresos. También hay carteles con un código QR para ver online y en tiempo real el estado de ocupación. Ejemplo: las sombrillas deben estar separadas por cuatro metros. El máximo del grupo familiar será de cuatro personas.

¿Cómo se controlará? Nadie sabe bien. Desde la Municipalidad aseguran que habrá inspectores que "a ojo" verán si una playa está colapsada o no, para poner el color de la bandera. Pero admiten que será "muy dificultoso" impedir a una familia entrar al balneario aún con la bandera roja en el mástil.

Otra de las medidas tomadas por la comuna de Villa Gesell es no permitir a los veraneantes salir del Partido para ir al Hipermercado Coto de la Ruta, camino a Cariló. "Si decís que vas a comprar ahí, los inspectores de tránsito te advierten que después no podrás volver a ingresar. Es incontrolable", sentencia Valeria, una turista de Vicente López que hace 30 años elige este Partido para descansar.

M.R