Coronavirus: 10 pilotos de avión y más curiosidades en el minuto a minuto del arribo a la Argentina de la vacuna rusa

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Todo indica que la intención de que la vacuna rusa contra el coronavirus llegue a la Argentina antes de fin de año se concretará. Más alla de la accidentada

comunicación oficial (primero venían 600.000 dosis el 23 de diciembre. Luego, 300.000 el 24. Ahora, 300.000 el 23...), el operativo marcha con viento en popa, aseguraron en varios de los organismos intervinientes. A continuación, los detalles y curiosidades de un kilométrico viaje transoceánico conducido por nada menos que diez pilotos aeronáuticos.

Los preparativos del vuelo arrancarán este lunes a la medianoche en el aeropuerto de Ezeiza. A las 3.30 de la madrugada del martes 22 despegará un Airbus 330 de Aerolíneas Argentinas con destino al Aeropuerto Internacional de Moscú-Sheremétievo. Se estima que la ida será una hora más corta que la vuelta: 17 y 18 horas de vuelo, respectivamente.

El avión no llevará pasajeros, pero no se puede decir que vaya “vacío”, ya que estará gestionado por una tripulación de 20 personas, de las cuales 10 son pilotos aéreos.

El avión que traerá las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus será un Airbus 330 operado por Aerolíneas Argentinas.

El avión que traerá las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus será un Airbus 330 operado por Aerolíneas Argentinas.

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Es que son tres tripulaciones completas de pilotos (cada una incluye a un comandante y dos primeros oficiales, o copilotos) y se suma un piloto extra “de back up”, explicó una fuente del sector. La cifra responde a la reglamentación internacional, que exige un recambio en la conducción de la nave cada 12 horas.

Por cierto, entre la ida, la carga de las cajas con vacunas y el regreso a la Argentina, el operativo completo oscilará entre 35 y 40 horas.

Además de la decena de pilotos, participarán de este odiseico viaje un despachante operativo (a cargo de todo el “papeleo” del avión, incluyendo los temas de peso, balanceo, combustible y demás ítems esenciales) y algunos tripulantes de cabina, que atenderán a los pasajeros que se subirán al avión en Rusia.

Es decir, la comitiva encabezada por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, y los cinco inspectores de la ANMAT, quienes desde hace más de una semana evalúan en Rusia la vacuna SputnikV contra el coronavirus, con el objetivo de elevar un informe al Ministerio de Salud de la Nación.

Por cierto, se viene diciendo erróneamente que "la ANMAT aprueba la vacuna", cuando la ley de vacunas promulgada por la pandemia le dio potestad a Ministerio de Salud para emitir esa autorización. Entonces, ¿es importante ese informe? ¿Podremos leerlo?

Una trabajadora de la Salud, en plena aplicación de la vacuna SputnikV contra el coronavirus. /AP

Una trabajadora de la Salud, en plena aplicación de la vacuna SputnikV contra el coronavirus. /AP

Una fuente calificada del sector aclaró lo que cualquiera podría corroborar leyendo la flamante normativa (ley 27573): en ningún lado dice que la decisión de la ANMAT sea vinculante

En cuanto a si se hará público el informe en cuestión, una segunda fuente especializada -que pidió no ser nombraba- explicó a este medio que este tipo de expedientes muchas veces son confidenciales. Si este lo será, aún no pudo ser confirmado.

Aduana

Volviendo al “minuto a minuto” del ansiado aterrizaje de las vacunas, la mencionada ley estipula que todas las vacunas destinadas a generar inmunidad contra el Covid-19 quedan eximidas “del pago de derechos de importación y de todo otro impuesto, gravamen, contribución, tasa o arancel aduanero o portuario, de cualquier naturaleza u origen”.

Sin embargo, habrá un trámite aduanero obligatorio, que fuentes de la Dirección General de Aduanas (DGA) definieron como "muy breve". Para ser fieles a una expresión usada varias veces en la charla, dijeron que "se hará con la mayor celeridad posible”.

La imagen es de noviembre, previo al despegue de un Airbus 330-200 de Aerolíneas Argentinas que viajó a China para traer suministros contra el coronavirus. /Xinhua/Martín Zabala

La imagen es de noviembre, previo al despegue de un Airbus 330-200 de Aerolíneas Argentinas que viajó a China para traer suministros contra el coronavirus. /Xinhua/Martín Zabala

En la práctica, apenas despegue el avión del territorio ruso, el Ministerio de Salud presentará ante la DGA un “despacho de importación”, por lo que el trámite empezará formalmente con las vacunas en vuelo.

Tras el aterrizaje en Buenos Aires, al tiempo que se descargan los bultos se hará la verificación de que los paquetes concuerdan con lo declarado por la ANMAT, siempre “garantizando la cadena de frío y las condiciones de bioseguridad”, dijeron en la Aduana.

Es lo que en la jerga del sector llaman “desaduanamiento”. Básicamente, un procedimiento de rutina por el cual un producto (en este caso, vacunas, pero podrían ser muñecos de peluche) queda “liberado”. “Ahí finaliza el proceso aduanero y se libera la mercadería para que el Ministerio de Salud disponga su almacenaje o distribución”, agregaron en la DGA.

Los tiempos de este trámite serán mínimos: lo mismo que lleva bajar las cajas o bultos del avión.

Cadena de frío

El vuelo de Aerolíneas llegará a la Argentina a las 18.30 del 23 de diciembre. Las cajas habrán viajado colocadas sobre pallets, por lo que se presume que estarán agrupadas, o más bien, apiladas en bultos más grandes.

Las cajas conservadoras capaces de mantener las vacunas contra el coronavirus a -18 grados.

Las cajas conservadoras capaces de mantener las vacunas contra el coronavirus a -18 grados.

El peso de esta primera partida de 300.000 dosis es 8 toneladas, mientras que la bodega del avión tiene un límite de 16. En cuanto al volumen, es decir, si la bodega podría llevar más bultos como estos, es un dato que no pudo ser confirmado por este medio.

No es un tema menor: uno intenta imaginar cuántos aviones se precisarán en enero para traer las 5 millones de dosis que espera importar el Gobierno.

En cuanto a la cadena de frío, Clarín pudo averiguar que posiblemente se utilicen unos contenedores especiales de la empresa de transportes DHL, llamados Thermobox, modelo 02N. Combinados con bolsas de termogel, estos containers son capaces de conservar una temperatura de -18 grados durante (dice la página de DHL) 96 horas. O sea, cuatro días.

Se presume que ese podría ser el plazo máximo que tendrá el Ministerio de Salud (con la colaboración operativa del Ministerio de Defensa) para traer las dosis al país y distribuirlas a las jurisdicciones.

Sin embargo, si nada fluyera como se pretende, hay un plan B en la Terminal de Cargas Argentina (TCA) de Ezeiza, donde se despliegan cámaras refrigerantes con suficiente espacio, normalmente usadas para albergar alimentos u otros artículos que se transportan congelados.

“Pero tengo entendido que, así como llegan, salen”, aseguró una fuente ligada al sector.

Adónde "salen", es por ahora un enigma. Seguramente, la mitad de las 300.000 dosis queden en el radio metropolitano: el 10% (30.000 dosis) en la ciudad de Buenos Aires y el 40% (120.000 dosis) en la provincia de Buenos Aires. Del resto faltan precisiones.

PS