"Asco" y "miedo", el drama de las chicas que denunciaron al hijo de un violador serial

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La ronda es grande. Las chicas se cruzan para abrazarse o darse la mano. Lloran en silencio. Cuando recuerdan, el enojo se les escapa a borbotones pero las lágrimas surgen

cuando es la otra la que cuenta, la que expone el proceso, a veces desolador. Se ayudan a completar las frases y se prestan las palabras porque conocen bien el tsunami de emociones: "asco", "bronca", "miedo", repiten.

Tienen entre 19 y 23 años, viven en Marcos Paz y se conocieron gracias a la viralización de las denuncias contra Franco Brauton (26), el hijo del violador serial Walter Brauton (49), a quien investigan por imitar los ataques de su padre.

La primera denuncia contra Brauton hijo se registró en diciembre de 2018. Después siguió otra -en 2019-, pero fue recién el 25 de diciembre pasado que los expedientes empezaron a "moverse". Ya declararon ocho testigos y de sus relatos surgieron nuevas investigaciones de oficio, dos por abuso sexual y una por lesiones.

Se trata de víctimas que no habían -al momento de su declaración- procesado los abusos. Que no podían identificar el delito, reconocerse como víctimas o que recibieron información equivocada. "Los testimonios son tan contundentes que se abrieron nuevas causas. Algunas chicas, por desinformación o por el propio shock, se referían al hecho como que habían 'zafado', sin darse cuenta que lo que habían vivido también califica como un abuso", explica la abogada que las representa, Valeria Carreras.

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Están en ronda, se miran y se acompañan. Usan nombres falsos o cuentan casos anónimos porque están asustadas. Algunas no se animan -todavía- a denunciar, otras no están preparadas para poner en palabras lo que les pasó. Tienen miedo, repiten una y otra vez.

Hablan de "este pueblo", cuando se refieren a Marcos Paz, una localidad a 48 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, como un lugar en el que es difícil "correrse" de la mirada ajena. Denunciar sin ser juzgadas. 

Franco Brauton (26) fue denunciado por -al menos- cuatro jóvenes por abuso sexual. La última víctima fue atacada el 25 de diciembre cuando regresaba a su casa.

Franco Brauton (26) fue denunciado por -al menos- cuatro jóvenes por abuso sexual. La última víctima fue atacada el 25 de diciembre cuando regresaba a su casa.

"Te decían 'cuidado con este chico', pero nadie te explicaba por qué, simplemente se alejaban y él cambiaba de círculo para seguir haciendo lo mismo a chicas que no sabían", se enojan a la distancia. "Algunas sabíamos que era peligroso porque hay posteos que circulan con tipos que son violentos acá en Marcos Paz. Como la Justicia no hace nada, nos tenemos que cuidar nosotras con listas que hacemos en redes sociales, pero si no la viste, podés caer", insiste otra de las chicas.

L. tiene 19 años. Habla bajito y de a ratos se da vuelta para reponerse, para que no la vean mientras busca recuperar el aliento: "La palabra esa me la dijeron mucho: suerte, 'vos tuviste suerte de que no te haya matado', porque por más que me hayan violado o abusado, no me mataron, me lo repitieron un montón de personas", se angustia.

Su denuncia fue la última y, con ella, otras chicas dijeron "basta". Cuando se animó a contar lo que le había pasado publicó su historia para buscar testigos. Recibió una catarata de mensajes de otras víctimas que relataban abusos similares y señalaban al mismo agresor. Fue así que llegó las dos primeras denunciantes.

Durante la mañana de Navidad, L. regresaba a su casa cuando fue interceptada por Franco Brauton. Según la denuncia que registró al día siguiente, la engañó haciéndole creer que alguien la perseguía. Logró que subiera a su auto, que se sintiera a salvo. "Me preguntó cómo me llamaba y me pidió que lo agregara a Instagram, cuando me dijo el apellido me di cuenta que estaba en peligro, que algo malo me podía pasar, porque recordaba su nombre de otras denuncias que se habían viralizado en redes sociales. Pero ya estaba encerrada, trabó las puertas, tenía mucho miedo, pensaba en eso: si me resisto me pasa algo malo", reconstruye a tres semanas del hecho.

Lo que ocurrió después quedó plasmado en un expediente judicial a cargo de Facundo Langan, de la Ayudantía Fiscal de Marcos Paz. Según declaró, Brauton la encerró, la obligó a que le practicara sexo oral mientras manejaba y la llevó a un descampado en el que finalmente la violó.

Las chicas que denuncian a Franco Brauton, hijo de un violador serial, por abuso sexual. Foto Constanza Niscovolos.

Las chicas que denuncian a Franco Brauton, hijo de un violador serial, por abuso sexual. Foto Constanza Niscovolos.

Cuando L. contó lo que le había pasado, los policías le negaron asistencia porque había accedido a subir al auto. Fue ella quien tuvo que seguir el recorrido que había marcado su GPS, señalar las cámaras de seguridad que pudieran haber tomado imágenes y buscar testigos como si su relato no fuera suficiente. Fue sola hasta Chivilcoy para realizar el reconocimiento médico y declaró durante más de cuatro horas.

Los mensajes que publicó pidiendo ayuda llegaron a S. y A., otras chicas que tampoco se conocían pero que ya habían denunciado a la misma persona.

Cuando A., que ahora tiene 23 años, vio los posteos también se animó a escribir: "Yo soy una de las personas que lo denunció en 2019, tengan cuidado".

A. se ahoga en bronca cuando se acuerda la catarata de mensajes con historias similares. "Nos empezaron a llover mensajes, yo conté más de 13 chicas, las fotos y los relatos son tremendos. En ese momento me di cuenta de que si había más casos nos iban a tener que escuchar así que empezamos a recolectar todo", recuerda. Fue cuando logró el acompañamiento del equipo de Políticas de Género de la Municipalidad de Marcos Paz.

"El día de mañana iba a aparecer una piba en una zanja, porque empezó a levantar chicas en la calle, totalmente desconocidas. Cada vez era peor y no iba a parar", insiste A. sobre el impulso que las motivó a juntarse.

En su denuncia, ella contó que conocía a Franco Brauton y que había tendido algunos encuentros con él, pero el día de la violación ella estaba inconsciente. Fue a la salida de un boliche mientras una amiga intentaba trasladarla a su casa porque estaba descompuesta. Como Brauton la conocía y tenía auto, se ofreció a llevarla. No lo hizo.

Según declaró A. ante la Justicia, la llevó a su departamento, la violó mientras estaba inconsciente y ella pudo recordar la agresión recién al día siguiente, cuando detectó las lesiones que había dejado en su cuerpo. "Todo lo que yo le decía que no quería cuando nos veíamos, lo hizo conmigo el día que estuve vulnerable", describe.

La denuncia, las pericias médicas y su declaración no avanzaron hasta ahora, que las chicas juntaron los testimonios y consiguieron una abogada. Recién la semana pasada Brauton fue citado a declarar y solicitaron una extracción de sangre para cotejar con material genético que aportaron las denunciantes.

Mientras los mensajes empezaban a circular en redes sociales por todo Marcos Paz, las capturas llegaron a S. que ahora tiene 19 años pero que en 2018, cuando denunció la violación, todavía estaba en el colegio secundario.

Brauton tenía 24 años y ella 17, se habían conocido en una "previa" por amigos en común. Hasta que -según consta en su denuncia- el 18 de noviembre la invitó a una casa, le dio alcohol y, cuando estuvo imposibilitada de defenderse, la violó.

En aquel momento, S. tenía miedo de hacer la denuncia, tardó en comprender lo que le había pasado. "Me costó muchísimo recordar todo esto. En ese momento perdí el control de mi cuerpo, es como si hubiera tenido el cuerpo dormido pero despierta. No reaccionaba. Me acuerdo poco de todo lo que me hizo pero siempre estuve tan segura de que se había sido un abuso por el dolor, porque sentía que me estaban robando mi alma, que me estaban sacando todo", recuerda. 

En shock y con miedo de contarle a su familia lo que había pasado, la joven pudo guardar la ropa manchada con sangre y se fotografió las lesiones pensando en denunciarlo. Fue así que, después de unos días, logró hablar con su mamá y llevar la evidencia a la Justicia. Pero con su denuncia tampoco pasó nada: recién hace dos semanas le tomaron una muestra de sangre para cotejar con esas prendas que llevan dos años en manos de la Justicia.

"Se habla mucho de la situación, de lo que pasa en ese momento, pero no se habla de lo que una siente. Nunca se habla del dolor, de los ataques de pánico, de la ira, de los nervios, del no entender qué te está pasando. No se habla de la culpa, del asco", describe. A pocos metros. A. repite "del asco, de que te sentís sucia".

Se miran y S. asiente: "Un mes estuve bañándome y sintiéndome sucia. Y el proceso, la suerte que tuve de haber tenido a mi familia, contención psicológica que me ayudó a poner las piezas en orden y entender lo que me había pasado. Por eso puedo estar acá, hablar de lo que me hizo y encontrarme en el camino con otras chicas que pasaron por lo mismo, pelear juntas". 

Walter Brauton, violador serial 

Walter Brauton (49) tiene dos hijos, Franco es el menor. Trabaja como profesor de música en un instituto privado de Marcos Paz. Su abogada defensora, ante la consulta de este diario, no quiso dar información sobre las denuncias en su contra.

Walter Alberto Brauton, detenido.

Walter Alberto Brauton, detenido.

Hasta el momento, no han pedido su detención y está siendo investigado, formalmente, en cuatro causas. 

Brauton padre es un contador que fue condenado a 40 años por haber violado a nueve mujeres entre enero y marzo de 2005. En 2013 la Justicia le concedió salidas transitorias y escapó del país. Estuvo prófugo en Bolivia, con una identidad falsa, hasta que lo recapturaron cinco años más tarde, en 2018.

Según datos de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), entre 2008 y 2018 se denunciaron 16 mil abusos sexuales sólo en la Ciudad de Buenos Aires. En ese periodo, las investigaciones por violaciones crecieron un 23%, mientras que los delitos contra la integridad sexual (otro tipo de abusos), aumentaron un 74%.

De ese total, el 88 por ciento de las víctimas, fueron mujeres. Y casi la mitad, niñas y adolescentes menores de 18 años.