Un compañero de cuartel había denunciado al militar que abusó de su hijastra

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Un ex compañero del integrante de la Fuerza Aérea que abusó y violó a su hija adoptiva durante 12 años en la ciudad de Río Gallegos podría romper el

pacto de silencio implícito en algunas fuerzas de seguridad y convertirse en un testigo clave contra el acusado.

​Jovita Vivar, abogada de la víctima, le dijo a Clarín que ya lo ubicaron y hablaron con él. Dijo que "siente culpa" por no haber hablado en su momento pero que era testigo de que el sospechoso "llevaba a la chica a la guardia del cuartel". Esto quedó además registrado en los libros de ingreso y egreso.

​Según se supo, el hombre cometía los aberrantes delitos en el cuartel cuando se quedaba de guardia. También en el auto y en su casa cuando la madre estaba ausente.

Pero además hay otro dato: cuando sucedían estos hechos, el testigo lo comunicó a sus superiores. "Primero le dijeron que se calle. Y después le dieron el traslado a otra unidad", agregó la abogada. Vivar también informó que encontraron "otros elementos para agregar a la causa" y un hecho que estremece: la chica recordó que su abusador la llevó al cuartel el día que cumplió 15 años.

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El suboficial de la Fuerza Aérea cometió los ataques contra su hija adoptiva desde que tenía 9 años hasta los 21. La chica creía que era su padre biológico. Sin embargo, la reconoció cuando tenía 3 años y entabló una relación con su mamá, con quien después tuvo otras tres hijas. A los 23, a través de una hermana, se enteró de que, en realidad, era su padrastro, aunque le había dado el apellido.

Jovita Vivar, la abogada de la víctima. Dijo que aparecieron más elementos. /La Opinión Austral.

Jovita Vivar, la abogada de la víctima. Dijo que aparecieron más elementos. /La Opinión Austral.

"No soy tu papá, soy tu amante", le decía a la chica en el momento de los abusos. La chica, que hoy tiene 30 años, le dijo a Clarín: "En el momento en que abusaba de mí, me pedía que lo llame de cualquier manera, menos papá". Y añadió: "Me di cuenta que no estuve con un hombre, estuve con un monstruo durante 12 años".

El hombre fue procesado y se encuentra con prisión preventiva. El caso, que conmovió a la provincia de Santa Cruz y también al país, va teniendo novedades a medida que pasan los días. "Es que fueron doce años en que la chica vivió un verdadero calvario", dijo la abogada Vivar, quien, además, es allegada a la familia.

"“Este hombre me dejó sin infancia y sin vida por mucho tiempo. Pero ahora trato de empezar de nuevo, tengo que vivir", manifestó la víctima, que sufre de fobias, tiene a veces algunas dificultades para hablar y está medicada y con asistencia psicológica. Además, anticipó que va a cambiarse el apellido.

EMJ