Boca intenta asimilar el golpe y reconstruirse rápido para otra final

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Todavía en tierras paulistas, fue Miguel Ángel Russo quien asumió la responsabilidad de la dura eliminación de Boca de la Copa Libertadores ante

title="santos-de-brasil">Santos. "Yo soy el responsable", marcó el DT en un mensaje exterior pero también puertas adentro. Fue la única voz que se escuchó desde el equipo tras el golpazo a la ilusión continental. Lo hizo el técnico, conocedor por su experiencia de estas situaciones, como una autocrítica. Pero también para cuidar a los suyos, a pocos días de otra final para cerrar la temporada 2020 que se extendió ese puñado de días de enero.

Russo sabe que no fue el único responsable, más allá del armado de la estrategia para buscar el boleto a la final y de las modificaciones extrañas durante el segundo tiempo que poco le sirvieron a Boca. Hasta asume su compromiso en no haber podido transmitir esa fibra y plus que se necesita para este tipo de encuentros. Pero el técnico blindó a los suyos, aunque los suyos han quedado en el ojo de la tormenta como él.

El juego ante Banfield del fin de semana es la nueva prioridad. Luego llegará el momento del balance. De Riquelme como vicepresidente y hombre a cargo del fútbol, sí. Pero también del técnico, quien renovó hasta diciembre de 2021 antes del inicio de los octavos de final de esta Libertadores. Después habrá una mirada caso por caso, con la certeza de que la nueva temporada se iniciará en febrero pero la próxima cita internacional recién en abril.

Salvio y un mal partido contra Santos. (Foto: EFE).

Salvio y un mal partido contra Santos. (Foto: EFE).

BANER MTV 1

Los niveles individuales bajos -la gran mayoría del equipo jugó por debajo de su nivel- y algunas actitudes (como la expulsión injustificada de Frank Fabra, quien dejó a sus compañeros con uno menos después de otro mal partido) estuvieron sobre la superficie. Por eso, al momento de pensar el equipo que deberá saltar a la cancha ante Banfield también habrá mensajes no sobre lo que pasó sino con lo que se viene. ¿Aparecerán los jugadores que llevaron al equipo hasta la final de la Copa Maradona o Russo revalidará a los titulares que cayeron en Santos? ¿O la revisión línea por línea expondrá que los niveles en Brasil ameritan que jueguen otros? Todo deberá resolverse en 48 horas, contra un rival repleto de ilusión, de entusiasmo y ante una chance histórica.

El freno por la pandemia de junio generó incertidumbre en todo el fútbol. En su mayoría, los equipos planearon renovar, extender, sostener planteles en tanto durara la competencia. Y el final de la temporada para Boca se dará en San Juan, el domingo. Luego entrará en escena el diagnóstico final. Y el pésimo partido en Vila Belmiro está anotado en lo más alto de la carpeta de observaciones, pero no es lo único. Al cabo, este plantel fue el campeón de la Superliga, semifinalista de América y finalista de otro torneo local. ¿Qué es lo que se terminará imponiendo? Algunas performances no solo deportivas entrarán en escena. El contexto económico y ciclos de años, también.

La final de la Copa Maradona será más una prueba para la intimidad que un objetivo hacia afuera para otra vuelta olímpica. Valiosa, claro. Pero lo que culminará el año de trabajo y los pasos a seguir estará vigente como nunca bajo la lupa en la resolución contra Banfield. ¿Es capaz este equipo capitaneado por Tevez de reponerse? ¿Puede Miguel Russo convencer a los jugadores de jugar esta definición con otro tipo de actitud? ¿Qué individualidad se lucirá tras mostrarse apagada en el juego de Libertadores? Las mil preguntas encontrarán tal vez respuestas desde el lunes. Y luego, las consecuencias. 

Tevez en acción ante Santos. (Foto: EFE).

Tevez en acción ante Santos. (Foto: EFE).