Los secretos del "milagro" de Israel: el modelo de vacunación contra el coronavirus más exitoso del mundo

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El mundo mira con asombro el modelo de inmunización de Israel. Allí se empezó a aplicar la vacuna contra el coronavirus hace poco más de tres semanas,

ya la recibieron más de 2 millones de personas. Esto representa casi el 25% de su población.

El plan es ambicioso: para fines de marzo o comienzos de abril planean haber vacunado al 70% de la población

Estas cifras superan ampliamente a las que se vienen registrando en la mayoría de los países. Argentina, por ejemplo, al día de hoy comenzó la inmunización de 138.000 personas -según un reporte difundido por Nomivac (Registro Federal de Vacunación Nominalizado)-, menos del 0,4% de su población. Este jueves despegó el segundo vuelo hacia Moscú en busca de las 300.000 Sputnik V para la segunda dosis del personal de Salud que ya recibió el componente 1.

La comparación con el modelo de vacunación israelí no deja mal parada sólo a la Argentina, también mostró superioridad frente a países como Estados Unidos, Alemania. Reino Unido, Italia o España, que oscilan entre el 1% y el 5% de la población vacunada, según los registros de Our World In Data. Su éxito a la hora de los pinchazos pone un filtro de "milagro" en Israel en lucha contra la pandemia. ¿Cómo se dio el milagro?

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Una de las claves de la campaña de vacunación fue lograr confianza en la población. Foto: EFE

Una de las claves de la campaña de vacunación fue lograr confianza en la población. Foto: EFE

Vacunarse allá no es obligatorio y, así y todo, lograron generar confianza en la vacuna (sin cuestiones de marca) hasta en ultraortodoxos y musulmanes. Pero además de que la gente pone el brazo, tienen las vacunas.

"No vamos a ser los mismos después del coronavirus. Para bien". Así arranca Asher Salmon, el oncólogo que es jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud israelí. Habla como quien ya está en la remisión de una enfermedad. Pero siempre advierte que los cuidados frente al Covid-19 no deben desaparecer.

Israel habló después de haber vacunado. No mostró el "llevar y traer" de las negociaciones -que fueron muchas- con las compañías farmacéuticas Pfizer y Moderna (ambas brillan por su ausencia acá) y en una conferencia por Zoom organizada por el Ministerio de Salud con base en Jerusalem, este jueves se convocó a más de 200 periodistas de todo el mundo para explicar todo.

En febrero, el país se topó con el primer caso positivo. Poco antes que en Argentina, donde el paciente 0 se registró el 3 de marzo. Hoy ostentan la mayor tasa de vacunación per cápita, con alrededor de 2 millones de vacunados entre sus 9,25 millones de habitantes. Y eso que llevan 4 cuarentenas "cortas" en su haber. El 20 de enero terminan con la que, creen, será la última.

Israel ya vacunó a casi el 25% de su población contra el coronavirus. Foto: AFP

Israel ya vacunó a casi el 25% de su población contra el coronavirus. Foto: AFP

La clave de todo podría definirse en que Israel actuó por anticipación. No solo para tener camas de terapia intensiva, sino para tener vacunas.

"Nos preparamos desde enero (de 2020), por todo lo que estaba pasando en Wuhan (China). También fuimos uno de los primeros países en cerrar las fronteras. En marzo tuvimos la primera ola, con una cuarentena rápida que terminó en mayo. En septiembre volvieron a subir los picos, con la reapertura de las universidades, y se salió más lento de esa segunda cuarentena. Y ahora el cuarto confinamiento terminará en poco más de una semana. Pero desde abril estábamos hablando con AstraZeneca (la vacuna de Oxford que en parte se fabricará en Argentina). Luego empezamos con Moderna y recién en noviembre con Pfizer, pero nos vieron completamente preparados y no hubo demoras en que lleguen las dosis", explica Salmon.

"Inmediatamente empezamos a vacunar al personal de Salud pero también, enseguida, a la población de 60 y 70 años. Así mostramos flexibilidad, no sólo vacunar a unos y no a otros. El 90% del personal de Salud está vacunado y definimos bien los grupos de riesgo", agrega.

Una médica se prepara para administrar una dosis de la vacuna de Pfizer en un vacunatorio de Israel. Foto: AP

Una médica se prepara para administrar una dosis de la vacuna de Pfizer en un vacunatorio de Israel. Foto: AP

El perfil de salud de Israel se resumen en que el 11,65% de la población tiene más de 65 años, el país es considerado "joven" por su tasa de fertilidad de 3.1 y por ley hay un sistema universal de salud públicarobusto que obliga a los ciudadanos israelíes y residentes transitorios a comprar un seguro médico a cualquiera de los cuatro grandes prestadores de atención médica pública. Al hacerlos, todos firman que permiten que sus datos médicos queden registrados de por vida. Desde vacunación (el 95% cree en las vacunas pediátricas) hasta operaciones y consultas de rutina.

Esa información es la que, según explicaron oficialmente, compartirán con Pfizer como lo que se cree que fue la condición más importante dentro de las negociaciones por las dosis.

Salmon no quiso dar detalles sobre si, como se especula, por esta inmensa y puntual base de datos  -y la polémica por la privacidad, tan custodiada en otros países- Israel pagó menos por cada dosis comparado a, por ejemplo, Estados Unidos. "Somos un pequeño país y pagamos lo podíamos pagar. No creo que menos. De todas formas, el precio de la vacuna es muy bajo comparado con el costo de una cuarentena", se limitó a deslizar. Ese misterio dentro del "milagro", sigue.

En este contexto de un sistema de Salud fuerte y "registrado", se tomó la decisión de vacunar "lo más rápido posible para reducir la letalidad y mortalidad". Primero a quienes trabajan en hospitales públicos y a los ciudadanos israelíes de mayor riesgo de complicaciones. "Vamos a vacunar a palestinos, por supuesto, pero como haría todo país, primero a nuestros ciudadanos", marcó el médico.

Y mientras en Argentina, al menos durante unas horas, el Gobierno barajó la posibilidad de dar una sola dosis de la Sputnik para inmunizar a más personas, la estrategia israelí fue "ajustarse al protocolo y asegurarle a los vacunados que iban a tener su segunda dosis a los 21 días".

El desafío del ultrafrío (los -70º) que exige la vacuna de Pfizer se sorteó al centralizar en un único punto el potente freezer que contenga las dosis y distribuirlas en cajas "como en un sistema de delivery de pizza" -comparó, por la forma del envase- que permitiera la entrega sin riesgo de pérdida de la cadena de frío y evite "la vibración en el transporte, tan perjudicial para los componentes de las vacunas". 

A eso se sumó también la tecnología para el almacenamiento de datos sobre dónde estaba cada dosis y a qué hora exacta debía llegar para ser inyectada en esa cantidad puntual de personas. Eso da lugar a otra clave del éxito que mencionó Salmon: el registro con los efectos y el riesgo de la vacunación a medida que se va vacunando.

"La gente que no podía entrar de forma digital a la información sobre cómo y dónde obtener la vacuna, era llamada por teléfono desde el call center. Otros recibían un mensaje en sus celulares recordándoles el turno que tenían." Otro punto crucial es que se necesitaba mucha más gente que antes para que den esas inyecciones. "Las capacitaciones fueron por Zoom". Y había que garantizar que estuviesen las inyecciones donde cargar las dosis a inyectar. Todo eso se calculó y consiguió con anticipación. ¿Argentina tiene suficientes inyecciones?

Lo claro es que el "milagro" de hoy en Israel no tiene que ver con un previo "libre albedrío con barbijo" de los israelíes. Por algo tuvieron cuatro cuarentenas. Por eso, el país se enfocó en generar confianza en la vacuna en quienes no querían quedarse en casa. Y de hecho, el 6 de enero las autoridades sanitarias instaron al Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, a endurecer las medidas, después de que la población flexibilizara su actitud en los últimas semanas, debido también a la sensación de seguridad que trae consigo el actual proceso de vacunación.

¿Cómo se generó la confianza? "Los medios fueron muy importantes. Hicimos muchas campañas. Debíamos convencer al público de que e producto es eficaz y confiable. Y no sólo convencerlos, mostrarles que teníamos datos de la vacuna. No fue fácil por los ortodoxos y musulmanes. Pero también se vacunaron en menor medida. Se los convenció a través de la diplomacia", apuntó el funcionario. No hay datos de cuántas personas de estos grupos religiosos se vacunaron en Israel.

¿Qué pasó con la vacuna israelí, que en febrero competía con Estados Unidos y China en los laboratorios? Se quedó muy atrás en la carrera. "Está en la fase 2. No va a estar en fase 3 (de masividad) hasta el fin del verano (nuestro invierno)", aclara.

Al día de hoy, en la cuarta cuarentena y con tantas personas ya vacunadas, las escuelas están cerradas en Israel. Respecto a esta decisión, Salmon aclaró a que se debe a que se determinó firmemente que "no se vacunará a niños ni menores de 16 años". Aunque la situación puede cambiar en marzo o abril, cuando el 70% de los israelíes estén vacunados y se cumpla con el objetivo de máxima: que Israel sea el primer país en salir de la pandemia.

DD