Regreso a Guernica: vecinos enfrentados y en estado de alerta por el temor a nuevas tomas de tierra

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La usurpación del predio privado de doscientas hectáreas, en la localidad de Guernica, que comenzó en julio del año pasado y se prolongó hasta fines de octubre, dividió al

barrio que rodea la zona. La trama que hizo posible esa toma fue publicada en los medios pero las cenizas que dejó ese incendio aún están por volver arder.

El martes pasado, dos personas intentaron usurpar una parcela del predio. Fueron expulsados por uno de los dueños del terreno. Desde entonces, el barrio y el predio siguen su existencia en una paz tensa que podría volver a explotar en cualquier momento. Es lo que dicen y lo que se percibe apenas se pone un pie en el lugar. 

El tema es hubo muchos vecinos del barrio que participaron de la toma de octubre. Luego del desalojo, la bronca y el resentimiento entre vecinos usurpadores y los vecinos que son dueños de parte del terreno permaneció y quienes antes tenían  una relación cordial ya no la tienen: hoy se tratan como enemigos.

"Mi hijo participó de la toma. La mujer lo echó y él quería construirse una casita para un pedacito de tierra. Con el desalojó le quemaron todo lo que tenía. Lo dejaron sin nada. Ahora está viviendo con el hermano y estamos pensando construirle una casa arriba de la nuestra", contó Graciela desde el patio de su casa.

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Los vecinos se pelean por una porción de tierra. Foto: Luciano Thieberger.

Los vecinos se pelean por una porción de tierra. Foto: Luciano Thieberger.

Ella afirma que el predio no es de nadie. Lo mismo aseguran Gladys y Nelly que viven justo enfrente al predio. "Estas tierras no son de nadie. Fueron apropiadas por un par de oportunistas", se queja Nelly mientras atiende su quiosco, que está dentro de la casa. "¿Porqué los que tienen plata pueden ocupar tierras y nosotros, los pobres, no?".

Según contaron a Clarín los mismos vecinos, el predio de 200 hectáreas tiene tres propietarios distintos: "La señora Alicia (alis Boquita), el señor Ríos y la señora Maria". Cada uno de ellos es dueño de parte del terreno. Ríos y Alicia tienen la mayor parte, ya que viven en el barrio hace más de 40 años. María, por su parte, tiene un pequeña parcela, donde construyó una Capilla para los vecinos.

"Los mismo vecinos son los que quieren ocupar el terreno", contó María, dueña de una parte del predio. "Esta gente que vive acá al lado (refiriéndose a Nelly Gladys) son parte de la movida para tomar las tierras. Una vez por semana se juntan con los del Polo Obrero para seguir ocupando tierras".

Uno de los dueños usa el predio para sus caballos. Foto: Luciano Thieberger.

Uno de los dueños usa el predio para sus caballos. Foto: Luciano Thieberger.

Los vecinos aseguran que hace una semana, gente de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires estuvo en el lugar para anotar a la gente que necesita materias o terrenos para construir sus viviendas. "Vienen cada tanto y nos dicen que nos van a dar los materiales y esas cosas. Pero después nunca pasa nada", narró otra vecina.

Clarín fue hasta la casa del señor Ríos para hablar con él. Pero antes de llegar a la propiedad, dos hombres, que trabajaban como custodios de sus tierras, abordaron a este cronista, haciendo preguntan como "¿De dónde viene usted? ¿Que busca?". Aseguran que el señor Ríos no se encontraba presente en ese momento y escoltaron a este cronista hasta la puerta de la propiedad.

Parte de los vecinos dicen que el predio no tiene dueño y que fue apropiado por otros vecinos. Foto: Luciano Thieberger.

Parte de los vecinos dicen que el predio no tiene dueño y que fue apropiado por otros vecinos. Foto: Luciano Thieberger.

Cuando los humos se calmaron, estas dos personas contaron que desde octubre están todo los días, las 24 horas, vigilando el terreno para que no entre nadie. "Mirá, ahi construimos una ranchito para vigilar el terreno de noche. Así estamos todos los días desde que pasó la toma. Antes podíamos soltar los caballos y todo esto esta sin alambrar porque no había problemas. Ahora todo es una amenaza constante y la relación los vecinos se rompió. De hecho, ahora tenemos que comprar nuestros víveres en otro lugar porque no podemos estar peleándonos todos los días. Es insoportable".

Así está la situación en el barrio de Guernica, donde los vecinos se pelean por una porción de tierra. Sin ley, sin orden y con la tensión silencio constante de que todo vuelva a estalla otra vez.

 GS