Pese a la presión de los gremios, en la Provincia dicen que abrirán las escuelas

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En la provincia de Buenos Aires hay una tensión entre la formalidad de la resolución que fija el primero de marzo como fecha para el inicio de clases con presencialidad en

las aulas, y la condicionalidad que impone el nivel de contagios verificados por los gremios y el propio gobierno.

Axel Kicillof refiere que para ese objetivo "es necesario una menor cantidad de contagios” de los actuales. Pero  cualquier decisión de fondo queda condicionada al escenario próximo. Aún así, por ahora, sus funcionarios señalan que la fecha establecida y el plan de retorno siguen en pie.

Frente a esto, la primera respuesta formal de los sindicatos correspondió este viernes a UDOCBA. Su secretario general, Miguel Díaz, anticipó que no están dadas las condiciones para el comienzo de acuerdo con la resolución oficial. Esa es la presión que hacen sentir los gremios a toda hora, en todos los medios. 

La subsecretaria de Salud bonaerense, Leticia Ceriani, sin embargo, expresó: “Cualquier situación que implique muchas personas es una situación de riesgo. Número elevado de personas juntas es una situación de transmisión de la pandemia. No es una situación ideal. Va a depender de cuál sea la evolución epidemiológica, cuando esto tenga que suceder. No obstante, tenemos el calendario fijado para el primero de marzo y las escuelas trabajan para abrir ese día”.

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La cuenta regresiva ya comenzó, en pleno verano: faltan 45 días para que se despeje el escenario. 

Pero Ceriani afirma que recién ese primero de marzo tomarán la decisión final. Y promete: “No vamos a exponer a ningún trabajador y ningún alumno a condiciones de riesgo”.

En simultáneo con la situación de la Provincia, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) decidió anunciar el inicio del ciclo lectivo para el 17 de febrero, y activa las reuniones con los gremios del sector para definir las condiciones en la actividad docente, de los auxiliares y de los alumnos.

Atento al pronunciamiento de las autoridades del área y del gobernador, en la administración bonaerense está la resolución publicada en el Boletín Oficial sobre el comienzo de clases. En los considerandos, la directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila, dejó oficializado el Calendario Escolar 2021 donde establece que “las clases comenzarán el lunes 1 de marzo y finalizarán el 17 de diciembre. Es para los niveles y modalidades Inicial, Primaria y Especial”.

Mientras que en las escuelas de Educación Secundaria Técnicas y Agrarias empezarán las clases el 8 de marzo y terminarán el 10 de diciembre. Los Institutos de Educación Superior iniciarán las clases el 15 de marzo y finalizarán el ciclo lectivo el 26 de noviembre. Hasta quedó determinado el receso de invierno entre el 19 y el 30 de julio.

“Tenemos muchas ganas de volver a la presencialidad, siempre y cuando eso no ponga en riesgos a los chicos y maestros. Si queremos volver a las clases tenemos que ocuparnos de que haya la menor cantidad de contagios”, había anticipado Kicillof.

Cada jurisdicción tiene autonomía para disponer su calendario, siempre con sujeción a los indicadores sanitarios acordados en el Consejo Federal. El ministro de Educación Nicolás Trotta prevé una agenda con los ministros provinciales para lograr algunos adelantos en la vuelta a clases. Para ello debe lograr compatibilizar mecanismos de flexibilización de estas actividades, aún ante el rebrote del COVID de las últimas cuatro semanas. Está en una encrucijada. Presionado por los gremios para no volver a las aulas y por los padres y los alumnos, que no quieren otro año sin asistencia.  

CABA parece asumir el riesgo. Para Kicillof, como en otras veces, hay una cuestión de equivalencia. De volumen demográfico, si se quiere. “Tenemos 3.300.000 de alumnos de primaria y secundaria, más que la población de la Ciudad de Buenos Aires. Es una movilización enorme; y vemos que donde ha vuelto el virus se ha tenido que retroceder en esto”.

¿Cómo se recupera escolaridad?. El gobernador sostiene la existencia de “un programa muy importante de docencia a domicilio para aquellos que perdieron conexión con la escuela”. En ese punto, la caracterización extendida, también en algunos funcionarios, es que 2020 representó una pérdida irrecuperable de contenidos. La mitad de los chicos y adolescentes de la Provincia son pobres, con poca y en muchos casos nula conectividad. Y si la tuvieran, varios integrantes de la familia están obligados al mismo acceso de computadora.

Díaz, de UDOCBA, amplió esa carencia de recurso también a muchos maestros. Pero hizo algo más: puso el horizonte de presencialidad recién para mayo o junio.

El Frente Gremial Docente, que integran Suteba y FEB, entre otros, tendrían una postura más optimista. Son las dos entidades, con Roberto Baradel, y Mirta Petrocini, que marcarán el ritmo de las conversaciones con el gobierno provincial.

No hay reunión inminente por este tema.

Autoridades del DGCyE adelantaron a Clarín que el 17 de febrero comienzan las actividades de intensificación de aprendizaje y el 1ro de marzo el ciclo lectivo. "Con los gremios se viene trabajando. En octubre comenzamos con la implementación del plan jurisdiccional para un regreso seguro a las clases presenciales. Se organizó involucrando a todos los sectores y actores del sistema educativo provincial, incluido gremios docentes y auxiliares".

"En octubre pudimos concretar el regreso a clases en 26 distritos y terminamos el ciclo lectivo de revinculación y actos de colación en toda la Provincia", completaron los responsables de Educación.