River se reforzó con juveniles pensando en el equipo del futuro

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La renovación está en marcha. La dirigencia se alineó a Marcelo Gallardo y los pedidos del Muñeco llegaron a Núñez. Ahora, el entrenador empezará a armar el nuevo River, una tarea

que no le será sencilla, pero a la que ya está acostumbrado porque más de una vez reinventó a su equipo en los casi siete años que lleva como entrenador en el club.

Gallardo recibe a los refuerzos como el gobierno a las vacunas. Pidió de todo y se lo trajeron. Exigió y aceptó gustoso lo que llegaba como si en un avión trajeran una gran cantidad de dosis de las Sputnik y las de AstraZeneca juntas.

Hay una particularidad que se destaca entre los jugadores que llegaron a River. Exceptuando a Jonatan Maidana (35 años), los otros futbolistas son apuestas. El promedio de edad (23 años) así lo indica. Y aun contando al caudillo que volvió para retirarse con la banda roja sobre el pecho, la cuenta da menor a los 25 años, uno de los números más bajos al repasar los otros mercados del ciclo (el del verano 2019 en el que llegaron Jorge Carrascal –con 20-, Robert Rojas -22-, Matías Suárez -30- y Fabrizio Angileri -24- daba un promedio de 24 años). Y si llega Matko Miljevich (de tan solo 19 años), el mediocampista de Argentinos Junior por el que River está negociando, el cálculo será más bajo.

Que se hable tanto de proyección a futuro genera entusiasmo en Núñez. Son muchos los que empiezan a pensar que puede haber Gallardo para rato. Incluso, más allá de diciembre de este año, momento en el que se termina su contrato y Rodolfo D’Onofrio dejará la presidencia.

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Así como alguna vez Gallardo pensó en que su plantel necesitaba experiencia y entre dos mercados de pases llegaron Enzo Pérez, Javier Pinola, Ignacio Scocco, Germán Lux (invierno de 2017 en el que además llegaron otros jugadores más jóvenes: Nicolás De La Cruz, Rafael Borré y Marcelo Saracchi) y Franco Armani y Lucas Pratto (en el verano de 2018, en el que también arribaron Juanfer Quintero y Bruno Zuculini) ahora la apuesta pasaba por frescura al plantel.

Al inicio de 2020, el promedio de edad estaba cercano a los 30 años y recién se bajó un poco tras la cuarentena con la inclusión de varios juveniles a los que el Muñeco quiere ir llevando de a poco como son los casos de Benjamín Rollheiser, Federico Girotti, Lucas Beltrán, Santiago Simón y Tomás Castro Ponce, quienes tienen entre 18 y 21 años y continuarán en el plantel. Y con las partidas de Ignacio Scocco (35), primero, y Lucas Pratto (32), después.

De todos modos, mantener jugadores de experiencia es clave para Gallardo. Es por eso que le abrió las puertas a Maidana para reforzar una zona clave ya que la parcela defensiva es la que más problemas le viene generando al equipo. También tiene a Pinola (el 24 de este mes cumple 38 años). Para el arco están Armani (34), Bologna (39) y Lux (38); en el mediocampo, Enzo Pérez (el lunes cumple 35 años) y Ponzio (39). Para los laterales, Milton Casco (32). Y en el ataque, Matías Suárez (32). Por supuesto que no todos son titulares, pero que haya gente grande afuera le da fortaleza al plantel. Y con el resto de los más jóvenes, entre los que están, los juveniles que sumaron y los refuerzos que llegaron se buscará un equilibrio.

Otra cuestión que busca Gallardo con la llegada de esta cantidad de refuerzos es ir amoldándolos para que cuando les llegue la hora de dar el salto para ser titulares estén preparados. Intentará que Alex Vigo sea el Montiel del futuro cuando Gonzalo emigre a Europa. Y que Palavecino y Fontana se afirmen por si De La Cruz y Borré se van en junio, más allá de que a mitad de año se puede dar la vuelta de Sebastián Driussi y algún otro jugador de gran calibre.

Y otra de las cosas, no menores, a las que el Muñeco apuesta es a reactivar la competencia interna del plantel. Además de las salidas de Scocco y Pratto, también se produjeron las ventas de Quintero, Martínez Quarta, Santiago Sosa y Nacho Fernández en los últimos seis meses. Por lo tanto, el entrenador volvió a balancear el plantel para que haya al menos dos jugadores por puesto.

La llegada de tres defensores (dos de ellos marcadores centrales) refuerza la idea de que River tiene que hacerse más fuerte para que no le siga ocurriendo lo que le pasó con Estudiantes el domingo pasado que perdió por una pelota parada y por no marcar bien aun teniendo superioridad numérica en ambos goles. Y los mediocampistas que llegaron son del estilo Gallardo. Jugadores que juegan con pelota al pie y en circuito de pases y que también pueden dar una mano en la recuperación. Y, sobre todo, tanto los defensores, como los mediocampistas, y Agustín Fontana en el ataque, pueden adaptarse a los diferentes esquemas que el Muñeco utiliza, ya sea el 4-3-3 o el 5-3-2 o 3-3-2-2 que usó en los últimos tiempos.

En definitiva, este mercado de pases, con un histórico y varias apuestas jóvenes puede ser un punto de inflexión para que en un futuro no muy lejano Gallardo pueda disfrutar de un equipo con amenities y darle a River el salto de calidad que siempre pretende.