España: a 40 años del "Tejerazo", el recuerdo del autor de la foto más icónica del intento de golpe de Estado

Internacionales
Lectura

Descascarado como nunca desde que asumió como primer gobierno de coalición de la democracia española, en enero del año pasado, a la sociedad entre PSOE y Unidas Podemos le tocó este

martes conmemorar el 40 aniversario del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

Mientras se echan en cara la buena o dudosa calidad democrática de España, el presidente Pedro Sánchez (PSOE) y el vicepresidente segundo Pablo Iglesias (Unidas Podemos) aplaudieron en el Congreso las palabras del rey Felipe VI, quien reivindicó el rol de su padre, el rey emérito Juan Carlos, durante aquella jornada del ’81 en la que los militares pusieron en jaque a la joven democracia española.

“Su firmeza y autoridad fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia”, dijo Felipe VI sobre su padre.

Juan Carlos I de Borbón fue crucial aquella madrugada en la que le hizo frente a los golpistas y, pasada la una de la mañana, envió un mensaje a los españoles: “He ordenado a las autoridades civiles y a la junta de jefes de Estado Mayor que tomen todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente”, dijo entonces Juan Carlos.

BANER MTV 1
El intento del golpe de Estado del 23-F en España, y el asalto del teniente coronel Antonio Tejero al Congreso. Foto Manuel Perez Barriopedro / EFE

El intento del golpe de Estado del 23-F en España, y el asalto del teniente coronel Antonio Tejero al Congreso. Foto Manuel Perez Barriopedro / EFE

Llevaba cinco años en el trono al que lo había predestinado el dictador Francisco Franco antes de su muerte, en 1975.

Abdicó en 2014 y se mudó a Emiratos Arabes en agosto de 2020 por las sospechas de manejos económicos turbios que la Justicia está investigando.

El aniversario por los 40 años del golpe del ‘81 obligó a una postal impostada de Sánchez e Iglesias en la conmemoración que, lejos de debilitarla, terminó fortaleciendo la democracia española: los socios del gobierno de coalición llevan semanas mostrando la hilacha de lo poco que están de acuerdo en temas como el conflicto catalán, el trato igualitario, las políticas para las personas LGTBI y la regulación de los alquileres.

Además, siete grupos parlamentarios -los nacionalistas vascos y gallegos y los independentistas catalanes-, le dieron la espalda al rey Felipe y no participaron en el acto en el Congreso. “Los que faltaron son justamente los socios del gobierno”, echaba en cara la oposición.

Aquel 23 de febrero

“¡Quieto todo el mundo!”, gritó el teniente coronel Antonio Tejero a las 18:23 del 23 de febrero del ‘81 cuando irrumpió en el Congreso de los Diputados.

Más o menos a la misma hora, en Valencia, el teniente general Jaime Milans del Bosch, el único mando militar que Tejero reconocía como autoridad, desplegó 2.000 soldados y 50 carros de combate por las calles valencianas.

En el Parlamento de Madrid, se votaba la investidura del candidato a presidente del gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, de la Unión de Centro Democrático, que iba a tomar la posta que dejaba Adolfo Suárez, quien había presentado su renuncia como presidente el 29 de enero.

Manuel Pérez Barriopedro, reportero gráfico de la Agencia estatal Efe, estaba allí para contarlo con sus fotos.

Manuel Perez Barriopedro / EFE

Manuel Perez Barriopedro / EFE

Cuando Tejero irrumpió a los gritos y levantó el arma, Barriopedro comenzó a disparar su Nikon F2.

De ese rollo de Kodak TriX Pan salió la imagen-ícono de aquel levantamiento fallido que Barriopedro rescató entre su media y su mocasín y con la que obtuvo el World Press Photo y el Premio Nacional de Periodismo.

Tejero, de 89, fue condenado a 30 años de prisión por rebelión militar consumada, con agravante de reincidencia. Cumplió su condena y hoy vive entre Madrid y Marbella. Fue expulsado de la Guardia Civil, perdió el título de teniente coronel y se entretiene pintando.

Barriopedro, a los 73, está retirado de la profesión. Pero no de los recuerdos.

“La satisfacción es que aquella foto hoy está en los libros de texto de las escuelas para estudiar la historia de España”, confiesa a Clarín Barriopedro.

-¿Cree que afecta a la figura del rey emérito, venerado por su defensa de la democracia aquel 23F del ‘81, el hecho que hoy se lo esté investigando?

-Creo que el rey Juan Carlos se ha equivocado en los últimos años de su vida. No le voy a quitar sus méritos como monarca y su actuación en la noche del 23 de febrero. Ha hecho muchas cosas por el bien de España pero nos hemos dado cuenta de que no era tan guapo, tan alto ni tan rubio. En los últimos años no ha demostrado ser un buen patriota para España. Es mi opinión personal.

-¿Alguno de los protagonistas de su foto lo contactó alguna vez?

-No. Yo lo intenté. Intenté contactarlo cuando el teniente coronel (Tejero) estaba en prisión, a través de su abogado. Quería tener una entrevista con él sobre cuál era la opinión suya sobre mi actuación aquella noche o simplemente para intercambiar impresiones. No aceptó esa reunión. Nunca ha concedido una entrevista en todos estos años. Sé que está felizmente viviendo en la Costa del Sol y su última aparición fue cuando exhumaron los restos de Franco. Los guardias civiles que entraron esa noche en el Parlamento eran muy jóvenes, trabajaban en un taller donde se arreglaban los coches de la Guardia Civil. No tenían demasiada idea de lo que iban a hacer y muchos de ellos lo primero que hicieron fue mirar para arriba, hacia los frescos del hemiciclo del Congreso porque era la primera vez que estaban allí.

-¿Fue consciente de que usted fue el único que se quedó de pie y haciendo fotos cuando comenzaron los disparos?

-Pasaron 40 años y sigo sin pensar por qué reaccioné de la forma en la que lo hice. Tal vez porque eran tiempos de manifestaciones diarias, de una gran crisis, de atentados de ETA… Cubríamos asesinatos casi todos los días, había requisas y debíamos esconder los rollos. Pero no sé por qué me comporté así.

Madrid. Corresponsal