Indignación y silencio en La Cámpora: ahora se refugian en el plan de vacunación de Axel Kicillof

Politica
Lectura

La sensación es ambigua en La Cámpora. Por ahora no va a haber declaraciones públicas. Al menos no de la plana mayor de la agrupación, que suele hacer gala de un

hermetismo que en general sorprende a propios y extraños. Es que, para colmo, el escándalo por el operativo de vacunación del pasado jueves en el Ministerio de Salud, confirmado en las últimas horas por el director del Hospital Posadas ante la jueza María Eugenia Capuchetti, encontró a Cristina Kirchner y a su hijo Máximo Kirchner en Santa Cruz, una estadía que se prolongará durante buena parte de la semana.

Sorprendidos por el escándalo, desde el entorno más cercano del jefe del bloque del Frente de Todos en la Cámara baja aseguraron que no hay nada para decir: "Sin comentarios", resumieron frente a la mayor crisis política del Gobierno desde el inicio de la gestión.

Entre algunas de las principales figuras de la organización fundada por Kirchner había además una buena dosis de indignación. En especial porque el escándalo arrastra al lodo a todo el oficialismo, sin distinción de terminal de origen. "A nosotros nos pueden decir muchas cosas, pero no somos ni chorros ni ventajeros", sintetizó a este diario una figura destacada del camporismo.

En esa línea, el humor del lunes en la organización estaba sosegado por la ausencia de dirigentes en la lista publicada por la Casa Rosada con los 70 vacunados de privilegio por los especialistas del Posadas, que depende de la órbita del gobierno nacional. Sí frustró la aparición de Jorge "Topo" Devoto, un publicado cercano a la vicepresidenta y querido por la militancia. Y de Carlos Zannini, el jefe de los abogados del Estado, y su mujer.

BANER MTV 1

Se trata, en rigor, del listado oficial que difundió Presidencia. La inquietud se traslada ahora a los hospitales provinciales, no solo de la provincia de Buenos Aires. 

Ahora, mientras el gobierno confía en dejar atrás el escándalo y la Justicia avanza con la investigación en torno al operativo en el vacunatorio VIP de Salud de la semana pasada, la estrategia camporista está concentrada en el plan de vacunación de Axel Kicillof, el mimado de Cristina Kirchner.

En la Provincia aseguran que ya inmunizaron al 95% del personal de salud y a los docentes de riesgo que se anotaron en la primeras tandas en el registro de vacunación. Que hace algunas semanas arrancaron con los mayores de 70 años y que este martes comenzaron con la prueba piloto en Puente 12 del personal de seguridad. Se agrega el personal docente, una de las resoluciones que tomó Carla Vizzotti junto al Consejo Federal de Salud para tratar de salir del atolladero de la vacunación VIP.

Desde el Gobierno bonaerense destacan incluso del anecdotario de la estrategia de inmunización una información que ahora toma relevancia: el periodista Horacio Verbitsky, uno de los beneficiados del operativo del jueves, tocó primero el timbre de la gobernación. Le contestaron que debía anotarse en el registro. Verbitsky acudió entonces a su "viejo amigo" Ginés González García, recluido desde el fin de semana en su campo de San Nicolás. 

Resaltan, además, que en el gabinete bonaerense hay mucho menos privilegios que en en la Casa Rosada y Olivos. Además de Kicillof y Verónica Magario, se vacunaron el ministro Daniel Gollán y su vice Nicolás Kreplak. A diferencia de Alberto Fernández, no hay burbuja para el gobernador. Nicolás, su secretario privado, no está vacunado. Tampoco Carlos Bianco, el jefe de Gabinete, que tuvo coronavirus hace escasos días. Igual que el ministro Andrés "El Cuervo" Larroque, uno de los líderes de La Cámpora, que incluso estuvo internado.

Pasan por alto, sin embargo, la cantidad de intendentes y militantes con dedos en V que accedieron a la vacuna Sputnik V. Sobre la salida de González García, un ministro preciado, también prefieren hacer silencio.