Axel Kicillof, en la apertura de sesiones: "No pienso contratar a la Interpol para que controle cada jeringa"

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El gobernador bonaerense Axel Kicillof encabezó el 149° período de sesiones ordinarias de la Provincia de Buenos Aires. Comenzó su discurso a las 18.16 y se extendió hasta las

20.13.

En un discurso centrado en la pandemia y la campaña de vacunación, Kicillof hizo referencia al vacunatorio VIP al sostener que la prioridad es vacunar lo más rápido posible en la Provincia: "No pienso contratar a la Interpol para que controle cada jeringa".

Fue cuando el gobernador "advirtió" las dificultades para el control de la vacunación en ese territorio, más allá de la declaración jurada" que "mirarán con detalle" y el botón en la página para denunciar a aquellos que no les corresponda.

Con un tono que comenzó menos beligerante que el de Alberto Fernández, Kicillof por un lado hizo flotar durante su discurso una reivindicación de la gestión bonaerense de la pandemia y de la vacunación de coronavirus y, a la vez -en año electoral- buscó un tono conciliador con los intendentes de los distintos signos políticos.

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Sin embargo, sus críticas, puntualmente, se centraron en la herencia económica, social y de salud que le dejó su predecesora María Eugenia Vidal, exgobernadora de Cambiemos, que se sumó a las críticas a la oposición al afirmar que los mismos que lo "acusaban de envenenamiento ahora exigen más velocidad" para vacunar.

Sin nombrarlo, también hubo una crítica al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta: "No vamos a privatizar la vacuna. Mi obligación es liderar un plan de vacunación eficaz y confiable lo más rápido posible. Por eso, si bien es un año electoral, si bien me da la impresión de que algunos están en campaña electoral, la campaña con la que estamos obsesionados es la de vacunación de la provincia".

Asimismo, informó que van a buscar desdolarizar las tarifas de los servicios públicos en la misma línea de lo dicho por Alberto Fernández en su discurso de este mediodía en el Congreso Nacional. Resumió:  "El año pasado fue el año de la pandemia; este año será el de la vacunación y reconstrucción de la provincia de Buenos Aires".

El gobernador arrancó haciendo un balance de la pandemia al caracterizar que estaban dadas todas las condiciones sociales y económicas para que el covid "desbordara" la Provincia.

"Teníamos un sistema de salud que estaba diezmado, una alta concentración de población con un déficit habitacional estructural y una crisis social y económica hereda, factores constituían un cóctel explosivo", dijo Kicillof en alusión a la gestión de María Eugenia Vidal, a quien nunca nombró.

Continuó: "Cuando empezó la pandemia muchos se preguntaban cuándo iba a explotar la Provincia de Buenos Aires y el conurbano. Pero ni la Provincia ni el conurbano ni el sistema de salud colapsaron. Pudimos y estamos orgullosos de haberlo llevado adelante unidos".

En ese contexto, el mandatario bonaerense consideró que "la provincia que algunos llaman 'inviable desde la comodidad de redacciones y sillones, va a cumplir un año con el sistema sanitario en pie sin haber dejado a ningún bonaerense sin cama, sin atención, sin médico".

"Esto constituye un logro que a pesar de la disputa política no podemos dejar pasar. Evitar el colapso del sistema de salud sin duda significó reducir la capacidad de daño de la pandemia. No pudimos hacer muchas cosas, pero salvamos miles de vidas y después de esta experiencia vamos a dejar fortalecido un sistema de salud que estaba abandonado", dijo.

Kicillof había ingresado a la Legislatura bonaerense a las 17.55 de la mano de su mujer, Soledad Quereilhac, y fue recibido por la vicegobernadora, Verónica Magario, y el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermín. Además de Magario y Otermín estuvieron presentes en el recinto un puñado de miembros de todos los bloques políticos y ministros bonaerenses.

El resto de los invitados -intendentes, miembros del Poder Judicial, así como demás integrantes del Gabinete y legisladores- participaron de la asamblea de modo virtual. El aforo para el recinto de la Cámara de Diputados estuvo limitado en su capacidad al 30 por ciento, por la pandemia de coronavirus.

En distintos tramos, el gobernador reivindicó la gestión nacional de la pandemia de Alberto Fernández: "Hoy más que nunca quiero agradecer también a nuestro presidente, quien sigue conduciendo la riendas de un país atacado por una feroz pandemia, golpeado por la crisis económica mundial más grande de la que probablemente se tenga memoria".

Amplió: "Llegamos hoy hasta acá muy lastimados, pero hubiésemos llegado con mucho más daño si Alberto no hubiera sido presidente [...]. Qué terrible que hubiera sido un Gobierno que no creyera en la importancia en un Estado presente. La pandemia nos encontró con un presidente que no vino a decir 'sálvese quien pueda".