A 60 años de la proeza de Yuri Gagarin, Rusia piensa menos en en el Espacio y más en los misiles

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Este mes se cumplen sesenta años desde el vuelo espacial de Yuri Gagarin, el primer hombre en viajar al espacio, en una sonada victoria de la Unión Soviética sobre

Estados Unidos, hoy Rusia presume de grandes planes para conquistar el espacio, pero la realidad es otra.

Rusia todavía debate cómo reemplazar a la Soyuz, su nave espacial tripulable de la era soviética que puede llevar hasta tres astronautas. Moscú prepara desde hace años una sucesora, pero desde que comenzó el proyecto en 2009, ya cambió tres veces el nombre de diferentes naves que jamás llegaron a volar: "Federación", "Oriol" y "Orlionok".

"El objetivo es realizar el primer lanzamiento sin piloto en 2023. Comenzamos a probar las maquetas de la nave", explica Alexandre Kaleri, excosmonauta y jefe del centro de vuelos pilotados de la empresa encargada del proyecto, RKK Energuia.

Alexandre Kaleri, excosmonauta. Foto: AFP

Alexandre Kaleri, excosmonauta. Foto: AFP

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"Es una etapa bastante larga", admite desde el museo que recuerda las horas de gloria de la conquista espacial soviética, con sus maquetas de Soyuz, de la estación Mir, y de Vostok, la cápsula que llevó a Gagarin al espacio el 12 de abril de 1961.

El viaje de Gagarin

Hace 60 años, el soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en viajar al espacio, una nueva victoria de la Unión Soviética sobre Estados Unidos.

Gagarin se formó como fundidor y obrero metalúrgico y después se convirtió en piloto militar. Fue seleccionado entre miles de candidatos para seguir el entrenamiento de vuelo en el espacio.

El lanzamiento el 12 de abril de 1961 de la Vostok-1. Foto: AFP

El lanzamiento el 12 de abril de 1961 de la Vostok-1. Foto: AFP

A los 27 años fue elegido por sus excelentes habilidades en estas pruebas. Pero la leyenda cuenta que este joven respetuoso también se granjeó la simpatía de los jefes del programa espacial al quitarse los zapatos antes de subir por primera vez a la nave espacial Vostok, una costumbre en Rusia cuando se entra en una vivienda.

El 12 de abril de 1961, cuando el cohete que lo catapultó al espacio se soltó en el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán, Gagarin gritó: "¡Allá vamos!". Y la expresión pasó a la historia.

El vuelo duró 108 minutos. La nave espacial Vostok dio solo una órbita a la Tierra.

El éxito de la misión de Gagarin, que regresó sano y salvo a la Tierra, es indiscutible. Pero hubo fallas que pudieron haberle costado la vida.

Yuri Alexeyevich Gagarin en la Vostok 1. Foto: AFP

Yuri Alexeyevich Gagarin en la Vostok 1. Foto: AFP

El peor fue que la nave se puso en órbita a una altitud superior a lo previsto.

Por suerte el sistema de frenos funcionó. De lo contrario el cosmonauta y su nave habrían tenido que pasar más de 10 días en órbita y es probable que no le hubieran llegado las reservas de alimentos.

El héroe escondido

El nombre y el rostro de Gagarin se han convertido en un símbolo de la Unión Soviética. Pero no se sabía nada del hombre que lo hizo posible, el jefe del programa espacial Serguéi Korolev.

La Unión Soviética incluso se opuso a que se entregara un premio Nobel al responsable del programa para mantener en secreto la identidad del hombre que estaba detrás de Sputnik, Laika y Gagarin. El mundo se enteró tras su muerte en 1966.

Una mujer muestra el tatuaje de Yuri Gagarin, un símbolo de la URSS. Foto: AFP

Una mujer muestra el tatuaje de Yuri Gagarin, un símbolo de la URSS. Foto: AFP

Es más, la Unión Soviética casi lo mata... Lo detuvieron durante las terribles purgas estalinistas y fue enviado a uno de los peores gulags del imperio, a las minas de oro de Kolyma.

La lentitud de estos días

¿Por qué ahora el programa ruso se retrasa?

El experto Vitali Egorov explica esta lentitud por "las dificultades tecnológicas, las sanciones occidentales contra la industria espacial rusa y la falta de financiación", de modo que al final, "mientras la Soyuz vuele, no hay ninguna necesidad imperiosa de construir una nueva nave".

Sin embargo, desde 2020, Rusia perdió el monopolio de los vuelos a la Estación Espacial Internacional (ISS), compitiendo con los cohetes y naves reutilizables de SpaceX, la empresa de Elon Musk, contratada por la NASA.

Roscosmos, la agencia espacial rusa, sufrió una verdadera pérdida de ingresos, mientras que su proyecto del nuevo lanzador Angara-A5 está en marcha.

La idea se remonta a la década de 1990, pero sólo voló dos veces, en régimen de prueba, en 2014 y en 2020.

La imagen de Yuri Gagarin, en el Museo ruso del Espacio. Foto: AFP

La imagen de Yuri Gagarin, en el Museo ruso del Espacio. Foto: AFP

Otro ejemplo es el módulo de ciencia para la Estación Espacial Internacional, cuyo montaje comenzó en la década de 1990. Pero una multitud de fallas impidió su puesta en órbita.

Ahora Moscú planea un lanzamiento en julio, y Kaleri espera a cambio que la vida útil de la estación se prolongue más allá de 2024, para que este laboratorio pueda ser útil.

La prioridad, en otro lado

Para Dmitri Rogozina, patrón nacionalista y antioccidental de Roscosmos, Rusia puede traer muestras de Venuse inventar un cohete capaz de realizar cien viajes de ida y vuelta entre la Tierra y el espacio.

"Rogozina promete a (el presidente ruso) Vladimir Putin ir a la Luna, a Marte o a Venus, pero sus promesas son todas para los años 2030, cuando ni uno ni otro estarán en el poder", opina un antiguo responsable de Roscosmos, que pide el anonimato.

Para los observadores, la realidad es que no hay ambición para los proyectos científicos.

Una mujer recorre el museo de la firma de cohetes espaciales, RSC Energia, en Korolyov, Moscú. Foto: AFP

Una mujer recorre el museo de la firma de cohetes espaciales, RSC Energia, en Korolyov, Moscú. Foto: AFP

"La prioridad para el Kremlin son los proyectos militares, en particular el desarrollo de misiles", señala el experto espacial Vadim Lukaschevich.

Cada vez que la situación se presenta, Putin alaba los misiles hipersónicos que pueden golpear al enemigo como "meteoritos".

Además, las tensiones entre Rusia y Estados Unidos han descarrilado la cooperación existente durante decenios.

El jefe de Roscosmos está sujeto a sanciones occidentales y, en febrero, Moscú se negó a expedir una visa al representante de la NASA.

Los rusos también han renunciado a participar en el proyecto internacional de la estación lunar Gateway, dirigido por Estados Unidos y cuyos primeros módulos se lanzarán en 2024.

En cambio, Rusia y China anunciaron en marzo un proyecto rival de "estación científica internacional lunar", sin ningún calendario ni presupuesto.

Mientras tanto, año tras año, los recursos de Roscomos se reducen.

Para 2020-2025, el sector perdió más del 10% de su presupuesto equivalente a unos 18.530 millones de dólares.

Corrupción

Y a diferencia de Estados Unidos, Roscomos desconfía de las asociaciones público-privadas, como las que unen la NASA con SpaceX, temiendo que otros obtengan "presupuestos y contratos de Estado", según el experto Vitali Egorov.

A esto se añade el mal ruso de la corrupción. Pérdidas, averías y retrasos debido al desvío de miles de millones de rublos.

"Prácticamente no queda ninguna empresa espacial cuyos responsables no hayan sido destituidos o detenidos. Hoy en día, el sector está dirigido por recién llegados sin formación en tecnología espacial", suspira el exresponsable de Roscosmos.

AFP

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