Preocupa al Gobierno la proliferación de manifestaciones y plantea una "tregua social" de 3 semanas a grupos piqueteros

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Sin vacunas, sin trabajo y sin alimentos no aguantamos más”, se leía en la bandera más grande del Polo Obrero, que este mediodía se movilizó junto a otras organizaciones sociales

opositoras desde el Ministerio de Desarrollo Social al de Trabajo. La foto de decenas de miles de militantes sociales en las calles y el aumento de la conflictividad social preocupa al Ejecutivo ante el inicio del virtual toque de queda nocturno.

Al filo de la puesta en marcha de las nuevas restricciones de circulación para contrarrestar el avance de la segunda ola de coronavirus, las organizaciones sociales que no están alineadas con el Ejecutivo hicieron una demostración de fuerza contundente. Cerca de 15 mil manifestantes del Polo Obrero, el MTR y Barrios de Pie, entre otras organizaciones se movilizaron por la 9 de Julio hasta la cartera de Trabajo, donde mantuvieron una reunión con los delegados del ministro Claudio Moroni para reclamar por el aumento del salario mínimo vital y móvil, del que depende el salario social complementario que cobran casi 800 mil trabajadores de la economía popular.

La Casa Rosada amaneció vallada ante posibles movilizaciones hacia la Plaza de Mayo. En la tarde del miércoles, grupos de antivacunas se manifestaron frente a la Casa de Gobierno.

El tema se abordó en la reunión que mantuvo la ministra de Seguridad Sabina Frederic con su mesa chica y los responsables de las cuatro fuerzas federales. Los funcionarios de esa cartera suelen ser interlocutores habituales con los manifestantes que cortan accesos de jurisdicción federal, como el Puente Pueyrredón, rutas nacionales y los ferrocarriles.

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En ese marco, se avanza en una reunión prevista para el lunes en el Ministerio de Desarrollo Social, con representantes de Seguridad y las organizaciones sociales y piqueteras que no comulgan con el oficialismo. El ministro Daniel Arroyo no asistirá y en su despacho relativizaron la convocatoria.

Sin embargo, las organizaciones sociales que este jueves hicieron colapsar el tránsito en el centro porteño hicieron saber que desde la cartera de Seguridad les plantearon una “tregua” de 3 semanas. Los funcionarios nacionales prefirieron evitar el término bélico, pero sí reconocieron que hay conversaciones para bajar la conflictividad social y evitar así una escalada del rebrote que obligue a nuevas medidas restrictivas que impacten sobre la economía. Esa es la prioridad del Ejecutivo.

La movilización de las organizaciones opositoras frente al ministerio de Desarrollo Social Foto: Luciano Thieberger.

La movilización de las organizaciones opositoras frente al ministerio de Desarrollo Social Foto: Luciano Thieberger.

En el Gobierno preocupan en especial las fracturas dentro del movimiento piquetero, que miden fuerzas en la calle y hasta pelean por sus respectivos nombres. Mientras el Polo Obrero oficial interrumpía el tránsito en la 9 de Julio, el Polo Obrero Tendencia, que conduce Eva Gutiérrez se movilizó en Puente Pueyrredón y cortó la Panamericana en el cruce con la ruta 197. Lo mismo ocurre con otros movimientos como el FAL, que ya tiene 3 variantes. El lunes se reunirá Frederic con el Consejo de Seguridad interior, que integran los ministros provinciales para consensuar el apoyo de Nación en las provincias. Destacan que la coerción de las fuerzas federales será definitivamente menor a la de abril de 2020, cuando se desplegaron 6 mil retenes en todo el territorio nacional.  

“Nos parece importante sostener las medidas sanitarias. No somos antivacunas. No somos anticuarentena. Hasta ahora solo recibimos agresiones. No es el Gobierno el que nos tiene que pedir una tregua, somos nosotros los que tenemos que pedirle una tregua al Gobierno y que cumpla con los compromisos que asumió sin recortar la asistencia”, dijo a Clarín Silvia Saravia, representante de la rama de Barrios de Pie no oficialista.

Eduardo Belliboni, del Polo Obrero tradicional, relató que recibió el llamado del secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad, Gabriel Fuks, para acercar posiciones. "La tregua es posible cuando hay herramientas. La cuarentena no funciona con hambre", sostuvo el referente piquetero.

La ministra de Seguridad sabe que las fuerzas federales y las policías provinciales deberán lidiar inexorablemente con manifestaciones en medio del DISPO recargado. "En la medida en que no tenemos restringidos nuestros derechos constitucionales, como el de manifestarse, negociaremos y dialogaremos para evitar que hayan concentraciones que violen el decreto, ya que las reuniones no pueden ser de más de 20 personas", señaló en un raid mediático. En privado trabajan para que el escenario de conflictividad sea menor. 

Las organizaciones oficialistas también reclaman

Las organizaciones opositoras no solo dejaron un petitorio en el que reclaman elevar el salario mínimo al equivalente a la canasta básica ($58 mil) que recibió el subsecretario de Empleo Esteban Bogani, quien les confirmó que la reunión del Consejo del Salario será a fines de abril.

Denuncian que buena parte de los más de 10 mil comedores populares de todo el país no recibieron las partidas -en bolsones de comida y dinero- correspondientes en el marco de una espiral inflacionaria que golpea sobre todo el precio de los alimentos. También exigen que el Gobierno incluya de una vez a los trabajadores de comedores y merenderos como personal estratégico para que sean vacunados. Arroyo se había comprometido a elevar ese reclamo al más alto nivel. Funcionarios de su ministerio aseguran que la promesa será anunciada pronto por Arroyo y la ministra de Salud Carla Vizzotti. En Desarrollo Social ya adelantaron que en los próximos días habrá un refuerzo alimentario acorde con la inflación. "Estamos poniendo en marcha un refuerzo de la asistencia alimentaria", confirmó Arroyo en declaraciones a América TV. 

Las organizaciones sociales que militan dentro del oficialismo acusan de irresponsables a las opositoras. “Es una irresponsabilidad la marcha en este contexto epidemiológico”, sostuvo el subsecretario de Economía Social de Desarrollo Social y titular de la rama oficialista de Barrios de Pie, Daniel Menéndez. Este miércoles murieron por complicaciones de Covid-19 dos militantes de la organización.

Sin embargo, hay coincidencias entre los referentes de las movilizaciones afines y contrarias al oficialismo. Todos consideran que si aumentan las restricciones debería aumentar la ayuda social. “Hay una situación social que exige un esfuerzo”, agregó Menéndez.

Fuentes oficiales sugirieron que el titular del Movimiento Evita Emilio Pérsico, secretario de Economía Social, presionaría ante Martín Guzmán por una nueva partida para los trabajadores de la economía popular. Desde el Evita -el movimiento más populoso- no negaron la información pero hicieron saber que Arroyo es el encargado de hablar con Guzmán en el Gabinete económico-social. "Está el compromiso permanente del Presidente de ir acompañando. Vamos a tomar las medidas adicionales que sean necesarias", declaró por la tarde Arroyo. 

El jefe de Estado Alberto Fernández mantuvo la semana pasada una reunión a solas en Olivos con los referentes de la UTEP, que nuclea a trabajadores de las principales organizaciones sociales que militan dentro del oficialismo y que tienen cargos en el Ejecutivo y bancas en el bloque del Frente de Todos. El encuentro tuvo un volumen más político que social, casi de contención. Hace dos semanas, la Corriente Clasista y Combativa, del diputado Juan Carlos Alderete se movilizó para presionar al oficialismo para que avance la ley de Tierra, Techo y Trabajo que duerme desde septiembre en Diputados.