"¿Maestro, me dejaría ir al baño?": otra fuga de película en un instituto de menores

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El martes a la noche, en el Instituto Legarra, de La Plata, había 29 menores y seis o siete personas a cargo de la seguridad. Pasadas las 20, la

cena había terminado y era la hora de higienizarse antes de irse a dormir. Uno de los adolescentes, del grupo alojado en la planta baja, hizo un pedido: "Maestro, ¿me dejaría salir al baño?". Sería el principio de otra fuga de película en un establecimiento carcelario.

Apenas abrió la puerta, los otros once se le abalanzaron al celador, lo atacaron con un palo de escoba, le robaron las llaves y pasaron del otro lado. Tenían por delante dos puertas más y cuatro empleados.

Mediante golpes y amenazas, redujeron a algunos (a uno lo habrían encerrado en el baño) y lograron salir. El próximo paso fue saltar dos tejidos más y escapar.

Los únicos que se quedaron en el instituto fueron los 17 menores restantes, alojados en la planta alta. En los minutos siguientes, la Policía Bonaerense logró recapturar a dos. El celador terminó con un golpe en la cabeza y una herida cortante (raspón) en la zona abdominal, sin gravedad.

BANER MTV 1

Dónde queda

El Instituto Francisco Legarra depende del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia, y está ubicado en la localidad de Abasto. Queda en un predio llamado Complejo Villa Nueva Esperanza, donde hay otros ocho institutos, en 520 y 226.

Horas más tarde, cuatro menores del instituto COPA también lograron huir (en febrero pasado se habían fugado otros siete). Pero fueron detenidos por los mismos policías que se encontraban a la búsqueda de los prófugos del Legarra.

"Los pibes sacan cuentas: saben que la guardia más numerosa es de ocho trabajadores, y que ellos son cerca de 30. Puede que se hayan fugado por falta de personal", cuenta a Clarín un empleado del instituto.

Sobre los institutos de menores que dependen del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, añade: "No hay inversiones a nivel estructural ni capacitaciones. El sistema no funciona como debería. Algunos compañeros llevan seis meses sin cobrar, y por más que las jornadas sean de 24 horas, podemos hacer de hasta de 48 o 72. También tenés hacinamiento: había 29 jóvenes en un espacio en el que debería haber 20 como máximo".   

Según pudo reconstruir este diario, los fugados tienen entre 16 y 18 años. Son de Lomas de Zamora, La Matanza, Quilmes y La Plata. Se los acusa de homicidios (2), intento de homicidio (1) y, al resto, de robos agravados.

"En los últimos meses ingresó una camada de pibes con experiencia en fugas y motines en otros institutos, y que son reincidentes. Ellos son los que se fugaron", detalló otro trabajador del predio.

En las últimas horas, un familiar de uno de los fugados llamó para comunicar que el menor se encontraba en su casa, que quería que lo detuvieran.

Protestas repetidas

El miércoles a la mañana, cuando la noticia de la fuga aun no se había conocido, decenas de trabajadores de los institutos de menores de la provincia hicieron un reclamo en el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia, cuya directora es Andrea Balleto.

En otras oportunidades, protestaron en el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, a cargo de Andrés "Cuervo" Larroque.

Pidieron por la reincorporación inmediata de un grupo de compañeros del Programa Envión, el pase a planta transitoria o permanente y el pago inmediato de las deudas (algunos aseguran llevar siete meses sin cobrar). También exigieron ser vacunados, ya que son considerados trabajadores esenciales.

Además, demandaron respuestas a partir de un documento filtrado, en el que se conoció que algunos trabajadores cobran horas extras que no realizan.

"Imaginate las ganas con las que vas a trabajar sabiendo que no cobramos hace siete meses y hay gente que se lleva 60 mil pesos por cuatro horas semanales", concluye un empleado.

EMJ