Torturas a soldados en Malvinas: las claves de un proceso judicial histórico

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Voceros afirmaron que "ni bien los procesamientos queden firmes, estarían dadas las condiciones para el juicio oral".

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Voceros afirmaron que "ni bien los procesamientos queden firmes, estaran dadas las condiciones para el juicio oral".

El fallo de la Cmara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia que confirm esta semana el procesamiento de tres exmilitares dej a la causa por presuntas torturas a soldados durante la guerra de Malvinas al borde de un juicio histrico, dijeron fuentes tribunalicias.

El expediente judicial que se tramita en el Juzgado Federal de la ciudad de Ro Grande, en Tierra del Fuego, desde 2007, podra desembocar en el primer juzgamiento oral y pblico de hechos sucedidos en pleno conflicto blico entre Argentina y Gran Bretaa, hace 39 aos.

Si bien el caso involucra a ms de un centenar de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas, imputados por infligir tormentos a soldados rasos de su propia tropa, la Justicia podra desdoblar las actuaciones y juzgar a los primeros acusados que hayan atravesado las diferentes instancias procesales, explicaron a Tlam voceros cercanos a la investigacin.

Hasta el momento, la causa est focalizada en determinar lo ocurrido en 18 hechos, sobre los que la Justicia cit a indagatoria a 18 militares en diciembre de 2018.

Un ao despus declararon cuatro de ellos: Eduardo Luis Gassino, Miguel ngel Garde, Belisario Gustavo Affranchino Rumi y Gustavo Adolfo Calderini.

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En febrero de 2020, la jueza Mariel Borruto los proces por "imposicin de tormentos": a Gard por los 18 hechos, a Affranchino Rumi por dos (uno de estaqueamiento y el otro de enterramiento de soldados) a Gassino por el enterramiento de cinco soldados y a Calderini por el estaqueamiento de otros dos.

En su resolucin de esta semana, la Cmara chubutense confirm los procesos contra Gard, Gassino y Calderini, y dict la "falta de mrito" respecto de Affranchino Rumi.

Los camaristas consideraron estos actos delitos de lesa humanidad, por formar parte de un plan "sistemático".
Los camaristas consideraron estos actos delitos de lesa humanidad, por formar parte de un plan "sistemtico".

Adems, a partir del prximo martes sern indagados otros seis militares por videoconferencia: el ex general de brigada Omar Edgardo Parada, que era Jefe del Comando de Brigada de Infantera III de Corrientes y durante la guerra se instal en Puerto Yapey, Jorge Anbal Santiago Cadelago, Jorge Guillermo Daz, Emilio Samyn Duco, Horacio Francisco Vlcek y Jorge Ral Masiriz.

Sin embargo, respecto de Gassino, Garde y Calderini, la estrategia del fiscal de Ro Grande, Marcelo Rapoport, ser solicitar la "inmediata elevacin a juicio", indicaron las fuentes judiciales consultadas.

"Ni bien los procesamientos queden firmes, estaran dadas las condiciones para el juzgamiento oral de esta primera parte de la causa. Y sera un hecho histrico", ratificaron los voceros.

Las torturas

En las actuaciones judiciales aparecen descriptos una serie de tormentos que los camaristas redefinieron como "vejaciones" y consideraron delitos de lesa humanidad, por formar parte de un plan "sistemtico" de los altos mandos militares contra sus subordinados.

En su mayora, se trata de represalias hacia soldados que, ante situaciones de hambre extremo, intentaron procurarse su propio alimento mientras la guerra continuaba a su alrededor.

Es el caso de los soldados Jorge Ramn Diez, Carlos Raimundo Rodas, Elvio Emilio Nis, Antonio Horacio Gallardo, Romn Orlando Sols y Jos Rubn Surez, quienes llegaron a sustraer y comerse una oveja, y por ello fueron "obligados a sentarse en el interior de un pozo, para luego ser enterrados hasta el cuello, sin abrigos y sin cascos, entre nueve y diez horas", puede leerse en la causa.

Por su parte al soldado Mario Roberto Sauco se lo castig "obligndolo a colocar sus pies cerca del fuego, con sus borcegues y medias, ordenndole que no se moviera durante un da, para luego ser obligado a volver a su posicin, circunstancia que le produjo ampollas en los costados de los dedos grandes".

En tanto el conscripto Carlos Argentino Pereyra fue "estaqueado por un plazo estimado de ocho horas bajo una nevada, ello a modo de castigo por un supuesto hecho de robo de comida", mientras que Edgardo Oscar Arnoldo, fue "estaqueado durante 4 o 5 horas en los que estuvo atado de manos y pies con un nylon cubrindolo durante un bombardeo nocturno" por "robar comida perteneciente a sus superiores".

La sustracción o búsqueda de comida aparece como el motivo de las torturas en muchos episodios.
La sustraccin o bsqueda de comida aparece como el motivo de las torturas en muchos episodios.

Otros soldados, Daniel Martnez Gonzlez y Rosendo Prado, fueron obligados por sus superiores a "realizar movimientos vivos sobre el barro con hielo bajo la nieve mientras sufran amenazas de ejecucin".

"Con posterioridad, en circunstancias en que no se podan levantar debido al cansancio y al fro, sus superiores les habran efectuado entre 6 y 7 disparos entre sus piernas y los habran hecho parar en posicin de firme mientras les pegaban con una barra de acero que se utilizaba para limpiar los caos de los fusiles. Por ltimo, fueron estaqueados, atados de pies y manos durante 10 o 12 horas", indican las actuaciones judiciales.

Al soldado Juan de la Cruz Martins, "le habran sumergido la cabeza en agua fra mientras lo golpeaban por haberse quedado dormido en la guardia", y a Julio Csar Mas lo "estaquearon de pies y manos sobre la tierra helada a la intemperie" una semana antes de producirse la rendicin, el da 14 de junio de 1982.

La sustraccin o bsqueda de comida aparece como el motivo de las torturas en el resto de episodios que analizan los investigadores, mientras que entre las consecuencias de esos actos hay casos ms graves, como el del soldado Jos Alberto Yanevich a quien sus superiores habran agredido verbalmente y posteriormente habran estaqueado "junto a los soldados Gonzlez y Guayare por ms de dos das, as como le habran roto la nariz de un culatazo".

Mientras estaba estaqueado, Yanevich fue alcanzado "por la deflagracin de una bomba que le produjo una ceguera momentnea que habra derivado en una permanente".

Segn las denuncias de otros conscriptos, a los soldados Mario Snchez y Ramn Salvador Caballero, tambin los alcanzaron bombardeos durante el estaqueamiento, y ambos fallecieron.

"Estamos muy conformes con la naturaleza del fallo porque recoge una demanda histrica y construye un escenario muy favorable a nuestras reivindicaciones"

Jernimo Guerrero Iraola - Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas

Los camaristas Javier Leal de Ibarra y Aldo Surez sostuvieron que estas conductas no fueron "aisladas o aleatorias" sino que "presumiblemente formaron parte de una agresin, desplegada por la superioridad contra el personal subalterno, que por lo menos habra gozado de la aquiescencia del Estado".

Tambin la definieron como "una prctica corriente realizada por el personal superior durante la guerra del Atlntico Sur, como parte de una poltica de supremaca de los altos mandos que se encontraban en combate por sobre los soldados ms rasos".

Los camaristas Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez sostuvieron que estas conductas no fueron "aisladas o aleatorias".
Los camaristas Javier Leal de Ibarra y Aldo Surez sostuvieron que estas conductas no fueron "aisladas o aleatorias".

El Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata (CECIM) que interviene en la causa como parte querellante, celebr el pronunciamiento de la Justicia, tanto por el avance en la demostracin de los hechos como por su encuadre como delitos de lesa humanidad.

"El dato ms relevante es la calificacin de crmenes de Estado. Estamos muy conformes con la naturaleza del fallo porque recoge una demanda histrica y construye un escenario muy favorable a nuestras reivindicaciones", asegur el coordinador del equipo jurdico del CECIM, Jernimo Guerrero Iraola, en dialogo con Tlam.

El letrado tambin valor que la Justicia "haya empezado a tomar nota de las circunstancias en que ocurrieron estos actos de tortura", a la vez que se esperanz con "el primer juicio oral donde pueda buscarse la verdad, a 39 aos de la guerra", concluy.