Tiroteo en una escuela de Tennessee: afirman que hay varias víctimas

secundaria de la ciudad de Knoxville, en el este de Tennessee, informaron las autoridades.

El Departamento de Policía de Knoxville tuiteó que las autoridades están en el lugar del tiroteo en la escuela secundaria Austin-East Magnet. La publicación detalló que entre las víctimas hay un agente de la policía.

La policía pidió a la población evitar el área. Hasta el momento hay pocos detalles disponibles, pero los medios de prensa mostraban varios vehículos de emergencias y de la policía en el lugar.

Bob Thomas, el superintendente escolar del condado tuiteó minutos despues que el edificio ya estaba bajo resguardo policial. "Los estudiantes que no estuvieron involucrados en el incidente ya fueron entregados a los familiares", dijo, pero no ofreció detalles sobre las víctimas. 

El hecho ocurre en un momento en el que se ha avivado el debate sobre las armas en el país, donde el presidente Joe Biden anunció medidas de alcance limitado para atajar la violencia y exigió al Congreso que deje de tolerar un problema que describió como una "vergüenza a nivel internacional".

Dos semanas después de los tiroteos masivos que dejaron 18 muertos en Georgia y Colorado, Biden dio a conocer el pasado jueves varias iniciativas para contener la violencia armada, pero reconoció que no podrá hacer demasiado por su cuenta si el Congreso no deja de bloquear cualquier intento de aumentar el control de las pistolas y rifles.

Las matanzas en escuelas y en otros sitios públicos ha sido una constante en una sociedad que está armada hasta los dientes, donde hay un promedio de más de un arma por habitante.

Preocupado por la imposibilidad de poner freno a estos episodios que azotan a los Estados Unidos, Biden había anunciado el jueves pasado que buscaba frenar la “epidemia” de violencia nacional generada por las armas, que consideraba una “vergüenza internacional”.

Fue más que un discurso porque Biden lanzó un paquete de medidas que, entre otras cosas, busca hacer más duros los controles de la venta de kits para fabricar armas en las casas sin número de serie porque ahora es muy sencillo hacerlo.

Mientras tanto, Biden busca que se apruebe una medida más ambiciosa en el Congreso que es limitar o prohibir la venta de los fusiles de asalto, pero que aparece muy difícil de aprobar en forma bipartidaria dado que es un tema muy sensible a la cultura estadounidense.

Es como una trágica tradición: luego de una matanza siempre se habla “pensamientos y plegarias” a favor de las víctimas, de aumentar los controles y tomar medidas, pero nunca se concreta una legislación contundente porque el uso de armas es muy difundido y valorado en el interior del país, de donde provienen buena parte de los legisladores que ven cualquier restricción como como impopular.

Si bien hay mayoría demócrata en ambas cámaras, el tema no es tan sencillo. Biden no parece dispuesto a forzar el cambio de forma unilateral, pero sí a tomar una serie de iniciativas que, aunque más limitadas, son al menos un punto de partida. En una declaración en la Casa Blanca, el presidente dijo que ya había habido suficientes “oraciones” y que era hora de “actuar”.

En las últimas semanas hubo una matanza en Atlanta (Georgia), con ocho muertos, y otra en Boulder (Colorado) con 10 fallecidos. También se han registrado 850 incidentes con armas en las que murieron 250 personas y 500 resultaron heridas. Cerca de 40.000 personas mueren al año en Estados Unidos víctimas de pistolas o fusiles. El año pasado hubo un récord de asesinatos provocados por armas.

Durante la campaña presidencial, Biden se comprometió a tomar medidas sobre el asunto. Pero uno de los principales obstáculos es la oposición de quienes consideran que se vulnera la Segunda Enmienda de la Constitución, de 1791, y que nada tiene que ver con el hecho de que hoy se pueda comprar sin demasiado trámite armas de asalto que contienen hasta 150 balas.

Con datos de AP y EFE

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