Médicos y docentes: cómo se controla que los vacunados sean quienes dicen ser

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Las fisuras en el dispositivo informático que adoptó la Provincia para su plan de vacunación permitieron que se filtraran trampas o maniobras para acceder a las dosis sin estar

en las listas de prioridades. Así pudo Antonella Belén Delmonte (24) una modelo y promotora publicitaria de Merlo, sacarse la foto con el certificado de vacunación y subirlo a su cuenta de Instagram.

Es el último y más promocionado episodio de vacunación irregular en la campaña que inició el Gobierno bonaerense hace casi 100 días. La joven, muy activa en redes sociales, habría falsificado información para figurar como personal de salud y así obtener un turno en el hospital provincial “Héroe de Malvinas” de Merlo, que aplica 150 inyecciones por día contra el coronavirus.

El de Antonella no sería una excepción. Entre las 2.339.532 aplicaciones de inmunización que hizo la Provincia se cuentan otras “avivadas” como la registrada en ese hospital de la zona oeste del Conurbano.

Burlar al sistema​

¿Es necesario ser un hacker para burlar el aplicativo provincial? No parece ser el caso del sitio www.vacunate.gba.gob.ar o el de la aplicación para celulares que se baja de las tiendas online.

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La plataforma que administra el número de aspirantes a la inmunización (hoy están anotados más de 6,5 millones de bonaerenses) tiene un algoritmo que determina el otorgamiento de los turnos. Es para derivar a cada interesado a algunos de los 400 vacunatorios que funcionan en todo el territorio.

Además de los datos personales, dirección y teléfono el formulario digital pide que declaren a qué “grupo poblacional” pertenece el ciudadano. Aparecen varias categorías (por edad; por grupo de riesgo, entre otras), pero dos son las que pueden ser vulneradas.

Una de ellas es la de “docentes y auxiliares” que tiene dos opciones: “inicial, primaria, secundaria”; o “terciario, universitario”. Fue el primer canal por donde se pasaron muchos jóvenes sin factores de riesgo para entrar al vacunatorio. Las clases en las universidades están suspendidas en forma presencial. La idea del Gobierno era proteger con Sputnik V, Sinopharm u otra fórmula a los maestros que tenían que retomar la presencialidad en las escuelas.

Pero en La Plata, Mar del Plata, Tandil, Bahía Blanca y otras ciudades con fuerte impronta universitaria accedieron a la ampolla bonaerenses que son ayudantes, auxiliares o profesores de nivel superior. No era necesario presentar documentación al momento de la cita con el vacunador. Sólo se requería hacer click en la pestaña de la página para conseguir una chance concreta de obtener el turno.

La otra rendija virtual consiste en optar por la categoría “No UCI. Personal de Salud”. Es para que se anoten agentes sanitarios que no se desempeñan en unidades de cuidados intensivos. Para ellos, los que trabajan en terapia, existe otra alternativa: “UCI. Personal de Salud”.

La página aclara que quien elija estas variantes debe “acreditar su condición” aportando al momento de la aplicación de la vacuna “recibo de sueldo, contrato, matrícula o certificado habilitante de la institución”. Ahora: ¿alguien controla esa documentación?

Según pudo averiguar Clarín, algunos centros de inmunización verifican y otros no. “Es aleatorio. Conozco decenas de casos que les pidieron. Conozco gente que llevó todo y no les exigieron. Y conozco algunos que se la jugaron y pasaron”, reconoció ante este diario un directivo de una empresa de salud privada.

Difícil de controlar

En el Ministerio de Salud reconocen que es un campo que resulta difícil de controlar. “Los que son empleados públicos nacionales, provinciales y municipales están cruzados en las bases de datos que tenemos en el ministerio. Los de servicios privados también están empadronados. El problema se da en situaciones con agentes que dicen trabajar en un laboratorio privado o en negro en alguna clínica”, admitieron fuentes sanitarias.

Es lo que ocurrió con Antonella. Por eso, el director del hospital “Héroes de Malvinas” presentó una denuncia penal contra la joven. Quedó radicada en la UFI 3 de Morón y apunta a determinar cómo fue la maniobra que terminó con la foto de la chica en el vacunatorio y con su certificado de primera dosis. El expediente tiene de portada “averiguación de ilícito”. Se ofrecería la declaración del personal. Y tambien el director del centro asistencial dispuso una investigación interna.

Buenos Aires inoculó a 2.071.963 personas con el primer componente de las fórmulas anti Covid-19 y a 267.569 bonaerenses con dos “pinchazos”. El miércoles suministró 54.138 ampollas y hubo jornadas donde se llegó a los 92 mil pacientes.

“Puede haber maniobras irregulares, pero habilitamos una pestaña para hacer denuncias”, aclaró hace unos días el jefe de Gabinete, Carlos Bianco. Fue cuando lo consultaron por supuestos “vacunatorios VIP” después de que se conociera el episodio en el Ministerio de Salud de Nación y que derivó en la renuncia de Ginés González García.

Estos procedimientos “por izquierda” que se conocen en Buenos Aires no incluyen posibles favores políticos o “acomodos” por cercanía con funcionarios o allegados al poder. Eso deberá resolverlo la Justicia, que instruye una causa en fuero federal (por el incidente en Salud) y otra en los tribunales de Provincia, donde se apunta a militantes políticos de La Cámpora, dirigentes del oficialismo y funcionarios municipales de varios distritos.

Las manipulaciones descriptas más arriba son atribuibles a eventuales “colados” o personas que intentan acceder al turno cuando no registran las condiciones para hacerlo. Las ayudas o favores que se hacen por otros costados no ingresan por una aplicación de celular.

La Plata. Corresponsal

AS