Crimen brutal en Boedo: torturan y matan a un jubilado español

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La familia del jubilado español de 87 años que este jueves apareció asesinado en su casa del barrio porteño de Boedo no encuentra explicación a tanta saña. Es que el cuerpo

de la víctima tenía clavado un cuchillo en el pecho y signos de haber sido sometido a una sesión de torturas espantosa.

Antonio Landeira vivía en la calle Metán al 4200, a metros de la avenida La Plata. La pista principal apunta a un robo, aunque los investigadores no descartan otras hipótesis.

Lo que se sabe hasta el momento es que él o los autores no forzaron puertas ni ventanas para ingresar al domicilio, lo que permitiría conjeturar dos cosas: que sorprendieron a la víctima en la puerta o bien que la conocían y abusaron de su confianza.

El cuerpo fue hallado por Andrea (53), su esposa, cuando cerca de las 9 de la noche de este jueves regresó a su casa. Landeira estaba tirado en el pasillo que hay entre la cocina y una de las habitaciones. Por el desorden, sospecha que su marido fue atacado en el marco de un robo.

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“Vi que estaba todo revuelto y pensé que había pasado un accidente doméstico y que Antonio se había ido. No me animé a entrar, me dio pánico porque había mucha agua y estaba todo revuelto, agarré a la perra, llamé al vecino y me dijo que fuera a buscar a la policía”, relató la mujer, en declaraciones a canal 9.

Según fuentes policiales, la casa estaba toda revuelta, como si los autores hubiesen estado buscando algo de valor durante un buen rato de tiempo, aunque en principio solo se llevaron un televisor de 50 pulgadas.

A simple vista, el cuerpo del jubilado presentaba lesiones provocadas por una plancha y un destornillador caliente, tajos y puñaladas.

Según coincidieron varios vecinos, un hombre con camisa blanca habría sido visto en el techo de una casa cercana poco antes que llegaran los móviles de la Policía de la Ciudad, pero los efectivos no pudieron ubicarlo.

La mujer del jubilado aseguró que no cree que haya actuado un solo delincuente: “Mi marido tenía mucha fuerza. Era un hombre muy sano. Si hubiese actuado una persona sola se hubiese defendido mejor”, señaló.

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