Aplausos, bocinazos y emoción en las escuelas de la Ciudad

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Tras el DNU del Ejecutivo nacional que había ordenado la vuelta a la virtualidad por 15 días en el marco de las medidas restrictivas para frenar la propagación del

title="coronavirus-en-argentina">coronavirus, un fallo de la Justicia porteña habilitó las clases presenciales.

Las sentadas y abrazos simbólicos que se habían anunciado para protestar, previo a la resolución, fueron reemplazados por una orquesta de largos aplausos colectivos, combinado con algún que otro bocinazo en señal de solidaridad y resistencia.

Este escenario se vivenció en las puertas de varios colegios de la Ciudad de Buenos Aires que abrieron sus puertas este lunes para recibir a sus estudiantes.

El ingreso de los estudiantes al Colegio Ort, de Belgrano. Foto Federico López Claro.

El ingreso de los estudiantes al Colegio Ort, de Belgrano. Foto Federico López Claro.

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Entre 7.45 y 8, los alumnos de secundaria ingresaron al Colegio ORT por Avenida Libertador al 6700. Un oficial de Policía de Ciudad, un servidor público y un agente de prevención custodiaban el orden de ingreso para garantizar el distanciamiento social, organizar los autos y concientizar sobre las medidas de cuidado.

Representantes del colegio -con camisas distintivas- se mantenían atentos a la llegada de alumnos. Cuatro amigos cruzaron la calle con sus mochilas a cuestas. Conversaron entusiastas sobre la incertidumbre que experimentaron anoche en sus casas ante la sorpresiva resolución de la Justicia.

Otro joven llegó, con su barbijo, pedaleando. Levantó su bicicleta y la guardó dentro de la institución.

La llegada de los alumnos.Foto Federico López Claro.

La llegada de los alumnos.Foto Federico López Claro.

Los padres dejaron a sus hijos y la mayoría emprendió una caminata a lo largo de la manzana para evitar quedarse inmóviles en un mismo lugar. Exigían previsibilidad.

“Estuvimos todo el finde organizados, compartiendo información para diseñar un plan de manifestación pacífica que nos permitiera exigir la apertura de aulas. Nos invadió la alegría cuando recibimos la noticia del fallo. No quisimos dejar de acercarnos para aplaudir a la educación”, dijo Juliana, mamá de un alumno de quinto grado, que, tras el ingreso de su hijo, decidió permanecer parada en la esquina algunos minutos más.

María José Navajas contó a Clarín que el grupo de padres decidió sostener la convocatoria que habían pautado por redes, pero con un aplauso para celebrar y, al mismo tiempo, acompañar a los que todavía no volvieron.

Aplausos en el ingreso a la escuela. Foto Federico López Claro.

Aplausos en el ingreso a la escuela. Foto Federico López Claro.

Mi hijo, que está en cuarto grado, estuvo siguiendo el tema como nunca. Este año, con la vuelta a la presencialidad, recuperó el entusiasmo y el compromiso con el colegio”, destacó.

Del otro lado, un padre expresó su preocupación por el devenir de esta situación, aunque dijo sentirse esperanzado y emocionado por el despertar de hoy.

8.05 fue el turno de ingreso de la primaria por Montañeses. No hubo contacto entre los alumnos de ambos niveles. En esa esquina, se concentraron los aplausos que fueron acompañando cada uno de los ingresos escalonados.

Los padres, felices. Foto Federico López Claro.

Los padres, felices. Foto Federico López Claro.

Una orquesta de palmas y una caravana de autos, enfilados para que en cuestión de segundos los chicos fueran bajando. Con sus bocinazos ratificaron y celebraron la presencialidad en el aula.

Roxana Piloti es mamá de una nena que cursa segundo grado. Estaba feliz y al mismo tiempo dubitativa por lo que pasará el día de mañana. Llevaba la bandera argentina como pechera.

Roxana Piloti, con la bandera argentina. Foto Federico López Claro.

Roxana Piloti, con la bandera argentina. Foto Federico López Claro.

"Me sorprendió el fallo, pero los padres tenemos que seguir movilizándonos para que se sostenga. Esto es una pelea política que va en desmedro de los chicos", aseguró mientras se despedía para dirigirse hacia su trabajo.

Eugenia Chodos, madre de un ex alumno que ahora es universitario, decidió acercarse a la escuela más cercana a su casa para defender la presencialidad. "Este aplauso es a favor de la educación. No hay posibilidad de que se cancele. No es lo mismo presencialidad que virtualidad", enfatizó.

Eugenia Chodos. Foto Federico López Claro.

Eugenia Chodos. Foto Federico López Claro.

En la vereda de enfrente, Mara señaló: “El aula es lo primero que debe abrirse y lo último que debe cerrarse”.

La incertidumbre

Después de aplaudir, sin pausa, durante más de 20 minutos, Gabriela Sansovic, mamá de dos hijos que van a cuarto y quinto grado, se sentía un poco más aliviada.

"Por más que los chicos hoy tengan clases presenciales, se mantiene la incertidumbre de no saber qué va a pasar después. No quiero revivir el trauma del año pasado que para mi hija de 15 implicó encerrarse a llorar en su cuarto y para mi hijo de 17 estar triste. Estoy acá para defender la educación en general y la igualdad de oportunidades", subrayó emocionada.

Gabriela Sansovic. Foto Federico López Claro.

Gabriela Sansovic. Foto Federico López Claro.

Además, contó que el domingo, a las 22, el colegio les notificó por mail y con un comunicado subido al campus que este lunes se restituía la presencialidad.

“Creo que es un antes y un después. Los padres organizados no queremos un año más sin presencialidad. Para mi hija su primer año por Zoom fue destructivo y frustrante. Los chicos no pueden soportarlo más. Es peor tenerlos en la calle. El colegio es un lugar seguro y muchos chicos dependen del plato de comida que les dan allí", señaló Florencia Yedid, agradecida por la difusión de la problemática.

Florencia Yedid, en la vuelta a clases. Foto Federico López Claro.

Florencia Yedid, en la vuelta a clases. Foto Federico López Claro.

Lucila, mamá que integra el colectivo de Padres Organizados, expresó tristeza y frustración. “El enojo se debe a que el año pasado cuando se pudieron abrir las escuelas no se hizo ningún esfuerzo. Ese error no lo podemos perdonar más. Pero a la vez siento un orgullo enorme por poder defender la educación para todos los niños del país”, confesó mientras emprendía la vuelta a casa y reinaba el silencio. Los alumnos de ambos niveles ya estaban dentro del aula.

EMJ